Dos frentes de lucha: pandemia y economía
La emergencia sanitaria ha significado para el presupuesto regional un gasto de $ 40.000 millones, frenando grandes proyectos de inversión. La larga lista de proyectos paralizados, algunos de magnitud, como el ferroviario o la expansión portuaria, cualquiera que sea, impactan negativamente en la tan necesaria creación de fuentes de trabajo.
Justamente cuando desde el Consejo Regional se emiten señales de alarma por la falta de grandes proyectos locales de inversión, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) informa que debido a la crisis sanitaria están paralizados los estudios para una vía ferroviaria rápida entre Valparaíso y Santiago.
Desde un punto de la inversión local, el presidente de la Comisión de Inversiones del Core, Percy Marín (RN), afirma que "tuvimos que gastar 40 mil millones, aproximadamente, en lo que tuvo que ver con las cajas de mercadería, los insumos para la atención primaria, equipamiento para los centros de atención hospitalaria… Hemos sido la Región del país con más gastos en la emergencia sanitaria. Eso nos deja en una situación supercompleja respecto a los proyectos que habíamos visualizado y que en algún momento podríamos haber financiado". Lo anterior significa que no hay recursos para este año y las posibles inversiones se deberán hacer con cargo al presupuesto 2022. Y eso significa que ese presupuesto del próximo año parte hipotecado.
Claro está que lo gastado en salud, bien gastado está. Significa invertir en vida.
Pero, por otro lado, la larga lista de proyectos paralizados, algunos de magnitud, como el ferroviario o la expansión portuaria, cualquiera que sea, impactan negativamente en la tan necesaria creación de fuentes de trabajo, precisamente cuando una de las principales, el turismo, está por los suelos.
Y mientras el proyecto ferroviario ni siquiera sale del tablero de dibujo y sigue en el limbo, el martes por la noche la televisión mostraba a una satisfecha Gloria Hutt, ministra de Transportes, visitando la conexión de los túneles de la Línea 3 del Metro de Santiago, obra con un avance del 43% que servirá de enlace para el futuro tren a Batuco. Y Batuco, cruel paradoja, era una estación de la antigua vía ferroviaria entre Santiago y Valparaíso. Una calle de Viña del Mar lleva su nombre.
Este avance de una línea del Metro de Santiago es expresión de una evidente asimetría en la inversión pública cuando la prolongación de la red de Merval a Quillota y La Calera no nuestra siquiera un centímetro de avance.
De ninguna manera se puede objetar la inversión en salud, especialmente en medio de esta emergencia, pero no se puede descuidar el frente del desarrollo general de la región. Con esa mirada debe ser escuchada la core Fernanda González (UDI) cuando sostiene que "el sector económico de nuestra región tiene que seguir avanzando en paralelo, independiente que estemos en pandemia, pero es la única forma de que la región se mantenga a flote".
En resumen, se debe entender, claramente, que la lucha es en dos frentes: el sanitario y el económico. Tras esos dos frentes hay seres humanos que necesitan protección ante la pandemia y, a la vez, seguridad en sus emprendimientos y fuentes laborales.