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La gran deuda con el turismo

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Muchos son los emprendedores del turismo que esperábamos, luego de meses difíciles, una temporada de verano algo más auspiciosa, en días en que la recuperación económica y anímica tanto se necesitan. Pero, a cambio, hemos visto destinos turísticos en vilo, con cambios de fase y acciones por parte de las autoridades muy poco consensuadas con el sector. Medidas impuestas sin tener en consideración las propuestas por parte de los gremios o algún trabajo conjunto para la toma de decisiones responsables y consecuentes.

Hoy tomamos nota del alto número de permisos de vacaciones, siendo la Región de Valparaíso la que lidera las solicitudes. Pero, en la práctica, tenemos a establecimientos informales, sobre todo de alojamientos, con capacidad copada. Y, por otra parte, a la hotelería formal con no más de un 40% de ocupación promedio. Incluso destinos tan relevantes, como Valparaíso, Viña del Mar y Concón, no superan el 21% de las reservas, según estudios recientemente publicados por las instituciones del turismo regional.

Por otra parte, vemos una inestabilidad bastante mayor en los servicios gastronómicos, con la obligación de atender con mesas al exterior, servicio que no todos cuentan. A esto hay que sumar la cuarentena que rige los fines de semana para las comunas que están en fase2, días en los que se concentraría el grueso de las ventas. Esto afecta de manera directa y dramática al empleo y a toda la cadena productiva asociada a este rubro.

Con respecto a los atractivos turísticos, hay imágenes contradictorias: ejemplo de ello es el Parque Nacional La Campana, con 8 mil hectáreas al aire libre y con un aforo de 20 personas, mientras que en centros comerciales este número es superado de manera grotesca e injusta.

También advertimos las playas del litoral desbordadas, mientras que a pocos kilómetros, arenas vacías y comercio cerrado. ¿Corresponde tomar las medidas de cierre o cuarentenas, sin considerar que la actividad es transversal y que el turismo va más allá de una administración comunal?

Ya hemos visto que no, que en este andar de decisiones erradas lo único que se ha logrado es aumentar la crisis y brechas en el turismo.

Como sector, desde el inicio de esta pandemia hemos estado conscientes de que la salud de las personas es lo primero. Pero a los gremios, que representamos el sentir del sector, se nos ha dejado de lado. No ha sido considerada ninguna de las propuestas entregadas al Gobierno.

En éstas, además de visualizar un claro y devastador diagnóstico, se ha propuesto una serie de acciones concretas para la reactivación, desde lo administrativo, promoción, liquidez y demanda, pero los resultados... ya los sabemos.

Ahora el desafío es aún mayor. No podemos seguir sumando a la lista de quiebras y cierres definitivos a más establecimientos. La capacidad crediticia tampoco da para más, al igual que el manejo de las fases.

Si estamos viviendo una crisis sin precedentes, los apoyos y acciones deben seguir por la misma línea, y no mantenernos sujetos a esta lamentable desconexión entre el discurso y la realidad. La deuda es grande. Qué duda cabe.

por LUIGINA PRUZZO, presidenta de la cámara de turismo de olmué