Cartas
Retorno seguro
En un país donde se ha desdibujado la institucionalidad, se pierde de vista que la educación tiene un gran potencial para apoyar la crisis. En esa línea, resulta paradójico que cuando el arma más poderosa para combatir la pandemia es el comportamiento de las personas, el sistema educativo tome vacaciones. Ante el individualismo, hay que volver al colectivo. Y así como Salud creó una mesa de trabajo y evaluación, los profesores, apoderados y el Mineduc deberían hacer lo mismo. Discutir mediáticamente solo genera desconfianza y confusión. Son tiempos duros y tomar decisiones no es fácil. La única certeza es que la inteligencia colectiva representa nuestra mejor estrategia. Los niños necesitan las clases y la experiencia internacional avala que si se toman todas las medidas, podemos llevar adelante un retorno seguro.
Tomás Orellana Bardavid
Uso de la fuerza
¿Para qué servirán frente a la guerrilla y el terrorismo los "patrullajes mixtos" en la macrozona sur, en los que participarán Carabineros, la PDI y el Ejército, si no emplean sus armas de fuego?
Los miembros de las fuerzas policiales y militares del Estado están absolutamente restringidos para el empleo de sus armas por absurdos decretos del Gobierno sobre el uso de la fuerza, que pasan por sobre lo establecido en la ley (Arts. 6, 208, 410, 411 y 412 del Código de Justicia Militar).
Resulta más que razonable que las fuerzas del Estado usen sus armas de fuego, sin previos perifoneos con exhortaciones a la paz, contra quienes están cometiendo flagrantes delitos de carácter terrorista; desde encapuchados que portando fusiles AKA-47 o M-16 están bloqueando un camino hasta otros que están quemando vivo al conductor de un camión.
No veo otra forma eficaz para enfrentar a grupos armados radicalizados, ideologizados y violentos que, sin Dios ni ley, no atienden razones y que están dispuestos a destruir o quemar todo.
Lo ideal es solucionar el denominado conflicto mapuche mediante grandes acuerdos nacionales, razonables y justos y que tiendan al bien común, pero el recurso al uso de la fuerza no debe ser descartado. Sea como fuere, cualquier solución que se proponga requiere, como una condición sine qua non, terminar con las acciones de violencia terrorista y guerrillera en la zona.
Adolfo Paúl Latorre
Compromiso con la niñez
El 11 de abril es un día fundamental para el país. Ese domingo elegiremos a las personas que redactarán nuestra nueva Constitución, una que, principalmente, influirá en la vida de las nuevas generaciones. Sin embargo, las niñas, niños y adolescentes (NNA) -quienes no podrán votar en esta elección- son quienes más tiempos vivirán bajo ese nuevo contrato social. ¿Por qué es esto importante? Porque hemos adquirido una enorme deuda con la niñez, que son quienes más padecen los efectos de la desigualdad y vulnerabilidad, y cuyos derechos la Constitución que nos rige actualmente no reconoce de manera explícita, a pesar de todos los convenios internacionales firmados. Para mayor vergüenza, somos el único país de la región que no tiene una ley integral de garantías para la infancia vigente.
Necesitamos mecanismos de participación que incluyan mecanismos formales de exigibilidad política y jurídica (garantías) de esos derechos fundamentales y, por supuesto, fortalezcan y aseguren un piso de protección social que les permita desarrollar sus potencialidades y su trayectoria de vida como ellas y ellos decidan, donde se les garantice por lo menos el acceso universal a salud, vivienda y educación. Hoy necesitamos reforzar nuestro compromiso con la infancia, sobre todo con la que vive una situación de mayor vulnerabilidad y en la que se encuentra casi un millón de niñas, niños y adolescentes en el país y extendemos este compromiso a quienes van a redactar la nueva Constitución. Tenemos como sociedad la oportunidad histórica de corregir el rumbo: no dejemos nunca más a las niñas, niños y adolescentes fuera de la Constitución.
Arturo Celedón Director ejecutivo Fundación Colunga
Requisitos
Para elevar la calidad intelectual de los próximos representantes populares, deberían subir el nivel de requisitos para postular. No basta con reunir cierta cantidad de firmas, edad y respirar. Debiera exigírseles requisitos iguales o superiores a un ministro de Estado, pues son ellos quienes, dependiendo del cargo, tendrán la responsabilidad de redactar leyes de la República y ejercer el control regional y municipal.
Luis Toledo Valdés
Proceso constitucional
Aspectos importantes en el actual derecho constitucional chileno no han tenido ninguna reforma. En este sentido, las normas de connotación económica no han sido reformadas desde la promulgación de la Constitución de 1980, y si se quiere establecer un nuevo marco constitucional para dar origen a un Estado social, democrático y solidario de derechos, deben establecerse nuevas definiciones en relación a los derechos fundamentales y a cuestiones orgánicas de la nueva Constitución.
En el contexto de una sociedad internacional abierta, debiese haber un reconocimiento expreso de la economía de mercado en conjunto con la definición del Estado de Chile como un Estado solidario y democrático de derechos, unido a la redefinición del principio de subsidiariedad, puesto que el Estado deberá incorporar una dimensión activa y pasiva en las prestaciones básicas. Se ha sostenido también por eminentes juristas constitucionalistas que se debe unificar la jurisprudencia en materia de derechos fundamentales, cuyos efectos debiesen ser para todos los habitantes, y para evitar de ese modo la interposición de recursos de protección presentados por causas idénticas.
Finalmente, el rol del Estado empresario, la flexibilización de los controles presupuestarios y la precisión en torno a la libertad de empresa, dejando en claro que la regulación económica puede hacerse por ley, pueden perfilar un nuevo marco económico que no sea el neoliberalismo.
Germán Soto Droguett
Precisión
El 25 de febrero, en una columna firmada por "Don Milton", se hacen elogiosos comentarios al desempeño como gobernador de mi sobrino, conceptos que estimamos muy merecidos. Innecesariamente, el autor me incluye en su relato, indicando que "salió del Ejército a causa de una gruesa polémica por gastos". Al respecto, quiero aclarar que, efectivamente, presente mi renuncia en medio de una polémica con el comandante en jefe del Ejército, quien fue apoyado por el ministro de Defensa de la época, en la cual no estaban involucrados ni fondos públicos ni gastos de ninguna índole como desinformadamente establece el columnista, lo que ha sido aclarado adecuadamente en las instancias correspondientes.
Cristián Le Dantec G.