Francisco Vidal y sus pesadillas electorales
La división opositora en el plano regional y nacional quita el sueño a quien fuera ministro de la denostada Concertación. Temeroso ante la división, con el ánimo más encendido, en forma categórica sostiene que "si prevalece la estupidez dirigencial en la oposición de privilegiar el camino propio, la identidad propia sobre el bien superior, Joaquín Lavín es el Presidente".
Preocupado está el locuaz Francisco Vidal. Su pesadilla son los triunfos de la derecha debido a las divisiones de la oposición. Estas inquietudes, que ha reiterado en el plano presidencial, ruleta en la cual ha puesto sus fichas, las transmite también para la próxima competencia regional.
"Fue un error para la oposición no haber logrado la unidad. Al dispersarse entre dos muy buenos candidatos, Aldo Valle y Rodrigo Mundaca, le da la oportunidad de entrar por el medio al candidato de la derecha, Manuel Millones… Aunque si yo fuera porteño, votaría por Aldo Valle, obviamente", sostiene en entrevista con este Diario quien fuera ministro de la hoy denostada Concertación.
Las buenas palabras para Mundaca, crítico precisamente de la agrupación en la cual Vidal tuvo altas responsabilidades, se justifican pues en una eventual segunda vuelta para elegir gobernador regional habría que buscar sus votos para una también eventual presencia de Aldo Valle.
En cuanto a Viña del Mar, Vidal espera una recomposición del cuadro electoral, pues "esa persona que iba más allá de la UDI y lograba votos en todas partes ya no va", afirma aludiendo, sin nombrarla, a Virginia Reginato. Sin embargo, la obsesión de Francisco Vidal es la dispersión de la oposición. Para él, militante PPD, su candidata natural, Marcela Varas, "tiene que sacarse la mugre trabajando, no solo porque al frente tiene a Andrea Molina, sino porque tiene al lado a Macarena Ripamonti". Y ahí aparece de nuevo el fantasma de la división de la oposición.
Pero acá la cuestión es más complicada, ya que al no haber segunda vuelta en la elección alcaldicia, la más alta mayoría en la votación se queda con el sillón de la calle Arlegui. Y con todos sus problemas…
Entrando a lo general, Vidal afirma que "la noche del 11 de abril vamos a confirmar o desvirtuar mis aprensiones. Va a haber resultados clarísimos de que la mayoría de los chilenos es oposición al gobierno de derecha y quiere un gobierno de otro tipo". A la vez, advierte que "esa mayoría en la función de los cargos a elegir, podría sufrir un trastorno producto de esa división". Es escéptico también en cuanto a la idílica unidad cuando sostiene que el PS y el PPD comparten ideologías y afirma que "lo lógico sería que fueran un solo partido, pero no hay caso".
En la misma línea, con el ánimo más encendido, en forma categórica sostiene que "si prevalece la estupidez dirigencial en la oposición de privilegiar el camino propio, la identidad propia sobre el bien superior, Joaquín Lavín es el Presidente".
¿Cuál será ese bien superior del que habla Francisco Vidal? Por cierto, llegar a La Moneda. La pregunta es si una vez en La Moneda los integrantes de esa oposición unida recobrarán su identidad, sus caminos propios, sus propias estupideces. Muchas las diferencias. Resultado impredecible.