Cartas
Complejo escenario
A estas alturas, a nadie escapa a la creciente anarquía que reina en el país. Ahí están los frecuentes e impunes actos de vandalismo, el comercio ambulante fuera de control, La Araucanía en manos del narcoterrorismo, el Congreso reiterando que no respeta los fallos del Tribunal Constitucional y los carabineros atados de manos. En tal contexto, parece un chiste cruel que el gobernador espere que alguien le solicite permiso para las manifestaciones que se anuncian abiertamente por las redes sociales para el mes de marzo.
Independientemente de lo que decida la autoridad, las "marchas pacíficas" se realizarán igual por las calles y lugares que sus organizadores decidan, ocurrirán los consabidos desmanes y los carabineros serán acusados de represión. Si hay heridos o muertos -lo que muchos desearían-, se intensificará la campaña de desprestigio contra la única institución que aún intenta controlar el orden público.
Miguel Á. Vergara Villalobos
Tercer retiro
Nuestra clase política no muestra ningún gesto de generosidad en estos tiempos difíciles y complicados como hoy. Poco o nada les importa los trabajos destruidos desde octubre 2019, la violencia, el narcotráfico y el terror que afecta a miles de compatriotas en distintas regiones.
Como ellos tienen asegurado su sustento, se van de vacaciones y vuelven para empezar el carísimo carnaval de elecciones que prepararon. Otros van a seguir tratando de destruir las AFP, pero nadie habla de dónde habría sacado Chile los US$ 34.244 millones para los dos primeros retiros si no hubiera existido la capitalización individual. Con un sistema de reparto no habrían existido ahorros.
Un total de 2.888.805 personas han quedado sin saldo en sus cuentas de ahorro previsional obligatorio y esa cifra podría aumentar a 6 millones con un tercer retiro. Ante ello, el Estado debería tomar todo o parte de esto como un préstamo a las personas y devolverlo a la mayoría, con pagos mensuales o anuales, durante los años que les falta por jubilar (promedio 20 años).
Jorge Porter Taschkewitz
Reforma previsional
Para salir electo, el Presidente Sebastián Piñera, en su campaña presidencial, prometió un aumento de las pensiones incrementando en un 4% la cotización obligatoria, con cargo al empleador, destinando ese monto a la cuenta individual de cada trabajador. Hoy, según distintos medios, su propuesta sería una cotización adicional de un 6%, donde un 3% se iría a un fondo común y el otro 3% a la cuenta del trabajador.
Como dato adicional, la última encuesta Cadem arrojó que un 54% de los encuestados quiere la totalidad de la cotización a su cuenta individual, mientras que solo un 11% está dispuesto a enviar íntegramente a un fondo común.
Ante una mala reforma previsional, es preferible postergarla para el próximo Gobierno y que sea el electorado quien finalmente decida el destino del 6% de la cotización adicional según el candidato electo. Lamentablemente, el Presidente Piñera traicionó su propuesta original, pero peor aún, sería una mala reforma previsional.
Eduardo Jerez Sanhueza
Retorno a clases
El regreso a clases es una realidad. Ya sea en una modalidad presencial, online o mixta, serán las familias las que decidirán si sus hijos vuelven a los establecimientos como parte de un proceso que será voluntario, gradual y flexible.
Sin embargo, a pesar de las condiciones establecidas por la autoridad, no debemos pasar por alto diversas situaciones que pueden dejar a muchos estudiantes rezagados en sus aprendizajes. Con el objetivo de que nadie se quede afuera, se debe asumir la "educación como una causa común"; que todo el país sea parte de este proceso, evitando confrontaciones gratuitas. Los niños deben volver a estar primeros en la fila y esto depende de todos nosotros.
Herman Durán Urra Fundación para el Progreso
Primera infancia y familia
La nueva Constitución no solo representa un compromiso con la actual sociedad chilena, sino también con las generaciones venideras, las que se verán regidas por ella probablemente durante toda su vida.
Para propiciar el mejor futuro a nuestros ciudadanos del mañana, es necesario hoy poner el foco en que se respeten y aseguren de la mejor manera sus derechos. La primera infancia es determinante para un desarrollo pleno, allí radica la importancia de que el nuevo texto constitucional le reconozca un espacio en aras de consagrar, por ejemplo, el interés superior de niños, niñas y adolescentes como una forma de reforzar la efectividad de sus derechos y orientando toda la normativa inferior a adecuarse a ese estándar, fortaleciendo a la familia como núcleo fundamental de la sociedad.
Esperamos que la Convención Constitucional esté a la altura de poner sobre la mesa las necesidades de quienes no pueden marchar ni hacer oír su voz y no sea presa de solo quienes gritan más fuerte y tienen capacidad de presión.
Marlenne Aroca Guerrero
Fanor Castillo
Acaba de fallecer el abogado Fanor Castillo González, un hombre sencillo, auténtico y comprometido con la protección y promoción de los derechos humanos. Lo conocí a inicios de los ochenta, en la sede de calle Blanco de la Comisión de Derechos Humanos de Valparaíso. Allí, junto a otros profesionales, trabajó incansablemente defendiendo a quienes eran detenidos o sometidos a vejámenes por el régimen.
Fanor fue una persona cercana, de buen humor, de convicciones políticas muy profundas, que lo hizo militar toda su vida en el Partido Comunista. Más allá de la distancia ideológica que tuvimos, nos unió -como a todos en ese periodo- la lucha por la democracia y los derechos humanos.
Lo recuerdo hoy cosechando su bajo perfil, siempre acompañado de su jockey y bufanda, su cigarrillo y una conversación pausada, transmitiendo tranquilidad, a pesar de estar permanente amenazado por los organismos de seguridad de la dictadura.
Para nosotros, jóvenes dirigentes estudiantiles, Fanor fue un buen amigo, un político dialogante, un abogado eficaz. De algún modo se transformó en nuestro héroe de chaqueta y corbata, ese que nos ayudó sencillamente a sentir menos miedo.
Vaya para él este humilde homenaje póstumo lleno de gratitud.
Omar Jara A.