Las mascarillas y el riesgo de heridas faciales en adultos mayores
ESTOS ELEMENTOS, MASIFICADOS COMO PROTECCIÓN ANTE EL COVID-19, PUEDEN CAUSAR DAÑO EN LA PIEL POR LA PRESIÓN Y EL ROCE QUE EJERCEN, Y TAMBIÉN POR LA HUMEDAD QUE GENERAN EN EL ROSTRO.
Medidas de protección y prevención física contra el coronavirus, como el uso de mascarillas por parte de la población, se han convertido en una de las claves para el control de la pandemia, pero también en los causantes de la aparición de posibles problemas en la piel, especialmente en personas de la tercera edad. Aunque estos elementos son importantes para el cuidado de la salud en pandemia, su uso puede generar problemas dérmicos por su uso prolongado, por la humedad que generan en el rostro y por la presión que ejercen sobre diversas áreas del mismo.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rockefeller, en Estados Unidos, indica que a medida que las personas envejecen la comunicación entre las células de la piel y las células del sistema inmune se ve interrumpido, por lo que el tiempo de reparación de la dermis puede ser hasta 4 veces más lenta.
En el caso de los adultos mayores, las lesiones cutáneas son tan comunes que se estima que más del 90% de ellos tiene algún trastorno de la piel, teniendo que someterse en algún momento de su vida a una curación de heridas.
El sudor bajo las mascarillas -que se acrecienta con las temperaturas elevadas -, la fricción continua, la presión sobre determinados puntos del rostro como nariz, mejillas, orejas y frente son factores que pueden dañar la piel. Por lo mismo, los especialistas aconsejan extremar su cuidado para prevenir y evitar posibles perjuicios. "La piel debajo de la mascarilla no respira, se ocluye y está húmeda por los vapores de la respiración. Mientras sigamos llevando la mascarilla como medida de prevención aconsejada por las autoridades sanitarias pueden seguir apareciendo estos efectos secundarios en la piel", afirma Carolina Saravia, enfermera Jefe de Clínica Cath.
La profesional explica que la limpieza y una hidratación continua constituyen los elementos clave para cuidar la piel del rostro ante la utilización de mascarillas. La hidratación debe realizarse de forma rutinaria con ingredientes adaptados al tipo de piel y aplicarse antes y después de utilizar la mascarilla.
Una lesión común por mascarilla puede ser tratada con cremas y una correcta limpieza tratando de evitar jabones fuerte y aguas muy calientes, que podrían aumentar las irritaciones o lesiones en la piel. En caso de que esta no desaparezca en unas dos semanas se recomienda contactar a un especialista.
Carolina Saravia comenta además que, si la mascarilla que se usa es de tela, se recomienda lavarla con detergente o jabón hipoalergénico, enjuagarla bien y plancharla para dejarla limpia y libre de productos que puedan también contribuir a daños en la dermis facial.