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en la casa y del distanciamiento de las personas con las que estaba acostumbrado a interactuar", comenta Ricardo Guerra, sobre las dificultades de los trabajadores para adaptarse al nuevo sistema.

"La verdad es que esto se nos vino de golpe, porque de un día para otro tuvimos que encerrarnos y llevar a toda la gente a sus casas, ponerles instalaciones, etcétera. Pero el resultado ha sido bastante satisfactorio y con mucho compromiso de las personas. Obviamente tiene complejidades, algunas de las cuales se han profundizado más con la pandemia, sobre todo en el caso de las mujeres, porque los niños no pueden ir a clases y están en la casa, entre otras cosas, pero que no son producto del teletrabajo en sí, sino de la pandemia", agrega el presidente de Asiva.

Uno de los aspectos que más se extraña, opina, es la interacción con los compañeros de trabajo en el ámbito de la oficina, ya que el intercambio de ideas, antecedentes e impresiones, que se da de modo natural con la cercanía física de las personas en una organización, también es fuente de mejora permanente para los procesos, actividades o proyectos de muchos servicios y empresas.

Cómo compatibilizar con tareas domésticas

A la hora de evaluar las fortalezas y debilidades del sistema, la gerente de Marketing de Laborum.com indica que "en muchos casos, las personas han podido compatibilizar el teletrabajo con su estilo de vida y cuidado del hogar, pero esto no es la realidad de todo el mundo", y depende mucho de cada quién el cómo impactará esta modalidad en su vida.

"Por ejemplo, si contamos con un espacio donde podamos trabajar tranquilos, sin ruido o no tenemos a otra persona que cuidar, el trabajo se puede volver muy ameno, pero si la realidad es otra, podría incluso provocar graves problemas de estrés y salud mental, convirtiéndose en una necesidad el retorno a la oficina", agrega.

En su opinión, lo más importante es que exista una flexibilidad en el horario, porque de ese modo se puede compatibilizar los cuidados del hogar con el trabajo. "Independientemente de si tenemos hijos o no, al estar en la casa se usa más el espacio por lo que se debe mantener el orden, cocinar, etc., y es importante que los empleadores tengan esto en mente y aprendan a conocer la realidad de sus colaboradores", plantea.

También observa que se debe contar con el equipo y herramientas necesarias para realizar la labor, ya que "si la persona no tiene los implementos básicos, como un computador o incluso silla y escritorio, el trabajo no solo se verá entorpecido, sino que también la salud de los colaboradores se puede ver mermada", por lo que piensa que "es hora de que los empleadores se pongan al día con la normativa y entreguen los requisitos necesarios para ejercer el trabajo en esta modalidad".

Un incipiente efecto descentralizador

Por otra parte, María Jesús García-Huidobro expone que son muchos los trabajadores que ven plausible la posibilidad de no solo trabajar en su hogar, sino completamente alejados de las dependencias de la empresa, sistema que permite llegar a acuerdos para ofrecer la modalidad de teletrabajo y solo en ocasiones especiales requerir la presencia de la persona.

"Esto posibilita descentralizar el trabajo fuera de Santiago y permitir a los colaboradores optar por una mejor calidad de vida en otros sectores del país. Para las empresas esto significa que pueden captar distintos talentos a lo largo de Chile, diversificando así los equipos de trabajo y aportando a las empresas desde diversos frentes", señala, en alusión a un efecto descentralizador que también se está comenzando a observar en otros países.

En Estados Unidos, donde en las grandes ciudades se ha encarecido la vivienda, durante el año pasado empezó a notarse un incipiente éxodo -impulsado por trabajadores remotos- hacia ciudades más pequeñas y de los suburbios, con casas y costos de servicios más bajos, lo que es posible porque está dejando de existir la conexión entre el lugar de residencia y de empleo.

"Sin duda, cada industria presentará cambios, desde una simple reunión que ahora se transformará en videollamada, o al giro que toman los grandes encuentros empresariales, hoy llevados a un formato virtual. Así también, el turismo sufre cambios, al proyectar el cierre de hoteles de trabajo, el crecimiento y fortalecimiento de plataformas de viajes, posicionando como uno de los más beneficiados el sector del turismo digital", expresa José Pakomio.

"Y es que la posibilidad de dejar las grandes capitales es una realidad. Trabajar y generar el mismo valor a distancia es posible, por lo que nuestra ubicación física no será un factor relevante para el desarrollo de nuestras funciones", subraya.

Responsabilidad y compromiso de trabajadores

En términos de productividad, plantea el presidente de Asiva, el resultado "ha sido bastante bueno, yo diría que mejor de lo que uno esperaba". Señala que cuando, antes de la pandemia, se hablaba sobre el teletrabajo, había cierta inquietud acerca de cómo lo iban a asumir los trabajadores.

"Respondieron bien, y en general en todas las áreas. Las personas han sido responsables y comprometidas con sus organizaciones, de modo que funcionó bastante bien y eso nos permite proyectarnos hacia el futuro. Como lógica de trabajo y compatibilizar mejor la vida, yo creo que es un buen sistema", agrega.

José Pakomio: "Promover el teletrabajo a futuro será fundamental para que las empresas se mantengan competitivas, impactando positivamente en el nivel de satisfacción y motivación de sus colaboradores, lo que podría repercutir en los indicadores de producción de las empresas. No obstante, es importante desarrollar estrategias que permitan realizar un seguimiento al desempeño por parte de las organizaciones". Junto con ello, aboga por motivar la capacitación en estas áreas para que la modernización tecnológica permita a empresas y trabajadores "aumentar su productividad, crecimiento y desarrollo que nuestra economía tanto necesita".

María Jesús García-Huidobro complementa aludiendo a que distintos estudios revelan que el teletrabajo ha sido un formato bien recibido por los trabajadores. "Por ejemplo, según la última encuesta de PwC, al 87% de ellos le gustaría tener al menos un día de teletrabajo luego del covid y el 63% de los ejecutivos con altos cargos considera que esta modalidad ha sido exitosa para la organización".

Una forma de trabajo que persistirá en el tiempo

Lo más probable es que cuando se supere la pandemia, muchas empresas van a seguir con la modalidad de teletrabajo parcial, con una cantidad de tiempo establecida para asistencia presencial. "En el fondo este es un cambio cultural, a nivel de la sociedad, y a mí me parece que en general muchas de las empresas van a continuar con este sistema en forma parcial", prevé Ricardo Guerra.

Pero, observa, "en todo ámbito de actividades, no podemos dejar de lado la importancia que tiene para las personas el contacto con otros seres humanos. Uno no puede pensar que los trabajadores van a estar en sus casas y no se van a ver nunca más. Yo creo que eso atenta contra el desarrollo organizacional".

La gerente de Marketing de Laborum.com también piensa que las empresas no se van a bajar del teletrabajo cuando vuelva la normalidad. "Creemos que se van a mantener, y aunque algunos retornen en ciertos periodos, eventualmente seguirán aumentando con el tiempo, esa es la tendencia que se viene dando en el mundo".

Recuerda que cuando las cuarentenas comenzaron a acabarse en algunos sectores, "la modalidad dominante fue la mixta, es decir, turnar la asistencia a la oficina o solo reportarse algunos días. Esta modalidad de seguro será la norma durante el resto del año", porque aunque terminen las restricciones y la vacuna esté masificada, se debe respetar el distanciamiento y aforo en las oficinas.

La ejecutiva piensa que en una situación de normalidad, sin la presencia de los factores que han generado sobreexigencia a muchas personas, "el teletrabajo sería realmente un beneficio que podría ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas al disminuir las horas de transporte y entregar mayor flexibilidad de horarios de trabajo, por ejemplo".

La idea, resume García-Huidobro, es que esta modalidad perdure en el tiempo, incluso cuando ya no estemos con cuarentenas, ni afectados por el virus. "El mundo laboral cambió y hay que avanzar en esta línea. Claramente, hay empleos que deben hacerse en terreno o de forma presencial, pero hay muchos otros en los que no es necesaria la presencia en la oficina". 2

Las personas han sido responsables y comprometidas con sus organizaciones, de modo que funcionó bastante bien".

Ricardo Guerra Presidente de Asiva

Las empresas pueden captar distintos talentos a lo largo de Chile, diversificando así los equipos de trabajo".

El trabajo a distancia seguirá siendo la tónica de este 2021 y, probablemente, haya llegado para quedarse".

no todos los servicios pueden teletrabajar. así ocurre en áreas primarias, industrial, construcción, comercio y transporte.

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Fuerte vínculo entre virtualización y calificación de las ocupaciones

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No todas las personas pueden desempeñar sus tareas desde la casa "y fuera de los datos de movilidad hacia el trabajo, hay poca información de quiénes han podido continuar haciéndolo", señala el estudio "Vulnerabilidad y teletrabajo durante la pandemia", de los académicos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, Marcela Perticará y Mauricio Tejada.

"Sólo un 17.4% de los trabajos en Chile son, con alta probabilidad, viables de realizarse desde casa. Las personas que pueden de forma viable realizarlos ganan en promedio 67% más que aquellos que tienen un trabajo predominantemente presencial y tienen una tasa de informalidad sustancialmente menor (11% vs 25%, respectivamente)", indica el estudio.

También expone que "sólo el 1.5% de los trabajadores que pueden realizar su trabajo desde casa son considerados pobres, en tanto que casi el 5% de quienes no lo pueden hacer son considerados dentro este grupo".

Igualmente, revela que las mayores tasas de virtualización están en los sectores de la administración pública, las actividades inmobiliarias, y enseñanza, "en contraste con los sectores primarios, industrial, gas y agua, construcción, comercio y transporte, donde las tasas de virtualización son muy bajas".

El trabajo de los académicos señala asimismo que "hay una correlación positiva y fuerte entre tasas de virtualización y calificación de las ocupaciones. Los trabajadores no calificados representan el 25% de aquellos trabajos que no pueden realizarse vía teletrabajo, mientras que para los trabajadores cuyo trabajo es viable de realizarse de esta forma este grupo es sólo 3.7%".

Plantea que la correlación entre una baja factibilidad de realizar teletrabajo, una mayor exposición y menores ingresos "crea una navaja de doble filo, crea riesgos económicos y riesgos sanitarios al mismo tiempo para grupos vulnerables de la población", por lo que los autores abogan por "políticas más generosas, focalizadas sí, pero a grupos más amplios que los tradicionalmente cubiertos por la política pública, que son necesarias en la contingencia actual". 2