La devolución del "Huáscar" al Perú es tema recurrente. Un nuevo llamado a entregar el viejo blindado proviene de Yonhy Lescano, candidato a la Presidencia de ese país, quien, a través de una entrevista periodística, formuló la petición al Presidente Sebastián Piñera.

La nave se encuentra en poder de Chile desde el 8 de octubre de1879, cuando fue capturada en el combate naval de Angamos. Reparada, fue incorporada a la escuadra nacional y se mantuvo por largo tiempo como unidad activa.

Posteriormente, fondeada en Talcahuano pasó a tener la condición de reliquia histórica y ha sido sometida a una importante restauración que le permite, pese a su antigüedad, mantenerse en condiciones dignas de su gran importancia histórica tanto para Chile como para Perú. Se reconoce en ambos países que el respeto a la memoria de los jefes y tripulantes que allí fallecieron ha sido condición dominante en esa preservación. Luchando, en esa nave perecieron Arturo Prat y Manuel Thompson, chilenos, y el peruano Miguel Grau.

En declaraciones a este Diario, los ex comandantes en jefe de la Armada de Chile, Rodolfo Codina, Jorge Arancibia, Edmundo González y Miguel Ángel Vergara, junto con rechazar una entrega del barco, coinciden en valorar su condición de reliquia, destacan que está muy bien conservada y que, por igual, se rinde homenaje a los marinos allí fallecidos.

Se debe recordar, además, que la unidad naval, construida en 1865 en los astilleros ingleses de Laird Brothers en Birkenhead, fue comandada inicialmente por el capitán de navío chileno José María Salcedo. En esa condición emprendió viaje a Sudamérica con el fin de incorporarse la escuadra chileno-peruana en la guerra contra España.

Argumentando sobre el rechazo, el almirante Codina sostiene que "hay mucha historia y muchas razones que se desconocen, y devolver el 'Huáscar' no tiene ningún sentido. Es un acto totalmente populista".

Insistiendo en la raíz política de la petición, el almirante en retiro Vergara recuerda que la petición "es de un candidato presidencial que está buscando votos. Me imagino que en Perú como en Chile u otra parte, estas cosas, que son de aceptación popular, venden mucho. Entonces, no me extraña que en esta ocasión aparezca nuevamente este tema".

Y también destaca al fondo político del tema el ex comandante en jefe Arancibia, insistiendo, a la vez, en "las condiciones excepcionales" en que se encuentra la nave.

La argumentación rechazando la entrega es contundente y es necesario insistir en ella con argumentos históricos a partir de la presencia chilena en los orígenes mismos de la nave, considerando a la vez, con realismo, la sensibilidad del tema que se revive periódicamente, tal como ocurre en estos días cuando el Presidente de Bolivia reitera que la demanda marítima está "abierta y pendiente".

Debido a la crisis social, sanitaria y económica que vive el país, debemos enfrentar las elecciones en condiciones excepcionales. La carrera presidencial, los constituyentes y la renovación de las autoridades municipales han dejado la elección de gobernadores regionales en un segundo plano. Sin embargo, es la de mayor impacto en los territorios. Serán responsables del gasto público en materias económicas, infraestructura física, política social y política cultural regional.

La región comenzó como idea en la Corfo de los años 50. Luego, el gobierno de Frei Montalva emitió un decreto que dotaba al país de doce regiones. En los agitados tiempos de la UP no se consideró una prioridad. La dictadura militar la impuso como unidad administrativa, agregando la Región de Aysén. Se trataba de construir una dispositivo mayor a las provincias. Por eso, ya en democracia, se entendió la región como una entidad geoeconómica basada en una alianza de provincias aledañas.

Chile es una república unitaria. El Estado es un poder altamente concentrado en la figura de la Presidencia, donde los territorios son gobernados por sus agentes inmediatos y directos, los intendentes. En razón de esto, solo la voluntad presidencial de transferir sus propios poderes a ciudadanos elegidos por una comunidad regional ha hecho posible la llamada descentralización regional.

La cuestión central ha sido separar las facultades presidenciales de gobierno y de administración. La presidencia conservará sus facultades de gobierno y transferirá la administración. Así, la Gobernación Regional será un ente estatal administrativo de nivel intermedio, cuya principal finalidad será la formulación de políticas públicas para el desarrollo del territorio. Y la Delegación Presidencial Regional tendrá las facultades de gobierno interior, orden y seguridad pública, fronteras y los servicios públicos desconcentrados.

La discusión pública sobre el rol del gobernador regional ha puesto énfasis en su representación ante el poder central y menos en proyectar lo que el cargo puede hacer por la región. Así, es crucial debatir sobre los recursos involucrados en su desarrollo, cuáles son sus principales efectos y qué se propone cambiar.

Otro punto es la pertinencia de las propuestas y las facultades del nuevo gobernador para llevarlas a cabo. Temas como salud, educación o seguridad pública no forman parte de las atribuciones de la nueva Gobernación Regional, pero sí los asuntos relativos al desarrollo de carreteras, los sistemas de transporte, las políticas de innovación económica, la política social o el programa cultural.

Es cierto que el futuro gobierno regional tendrá autonomía política, administrativa y económica, pero solo en los asuntos que son de su competencia y que la ley señala expresamente. También es efectivo que este es un proceso que recién se inicia, y las mayores competencias que se adquieran dependerán de fundados acuerdos entre los gobiernos regionales y la Presidencia de la República.