La crisis de Suez y el Estrecho de Magallanes
Colapso de esa importante vía de conectividad internacional muestra la importancia de nuestro paso en el extremo sur del continente. La capacidad del Canal de Panamá ha sido ampliada y aparece el interés chino por construir, también en Centroamérica, otro paso bioceánico, en sintonía con la creciente importancia del Pacífico y la expansión del gigante asiático.
Un taco en una estratégica ruta marítima tiene alterado todo el comercio internacional. El "Evergreen", gigantesca nave de 200 mil toneladas, varó en el Canal de Suez alterando tráfico naviero que discurre entre Asia y el Mediterráneo y, en consecuencia, con parte de Europa y el norte de África.
Las maniobras para zafar al barco cargado de contenedores no han dado resultado y es posible que esta semana se logre sacarlo y así dar paso a más de 300 naves están formando gigantescas "colas", en ambos extremos del canal, afectando especialmente el transporte de petróleo, con todo lo que ello significa, por la magnitud de los flujos, para la economía internacional.
Por el canal de Suez, construido el Siglo XIX, circula el 12% del comercio marítimo internacional. Los beneficios logrados con ese paso impulsaron luego la construcción del Canal de Panamá, que anotó varios fracasos en su ejecución hasta ser puesto en servicio en 1914.
El colapso del Canal de Suez alerta sobre la importancia de las rutas marítimas internacionales, cuestión que se relaciona directamente con la economía y la seguridad. En lo económico el cierre afectará el precio de nuestros combustibles, dependientes del mercado mundial.
Ante la importancia global de conectividad marítima, entra Rusia en la competencia, presentando supuestas ventajas de una vía marítima por el norte, por el Ártico. "El incidente del Canal de Suez puso de manifiesto la necesidad de seguir desarrollando rutas alternativas, comenzando por la Ruta Marítima del Norte", declaró Nikolai Korshunov, responsable de cooperación internacional en el Ártico de la Cancillería Rusa.
El uso de esa ruta, pese a las condiciones extremas del área, es prioridad para el Presidente Vladimir Putin. El cambio climático atenuaría esas condiciones y favorecería el desarrollo de una vía para el intercambio comercial entre Europa y Asia en competencia con el Canal de Suez.
Volviendo al Canal de Panamá, su capacidad ha sido ampliada, mientras aparece el interés chino por construir, también en Centroamérica, otro paso bioceánico, proyecto quizás lejano, pero en sintonía con la creciente importancia del Pacífico y la expansión del gigante asiático.
Ante esta crisis puntual, debemos atender a la preponderancia de las rutas marítimas en el transporte internacional considerando que tenemos una de las más importantes del mundo, el Estrecho de Magallanes, que comunica el Atlántico con el Pacífico. Es un patrimonio, como se advierte en estos días, de creciente importancia que llama a buscar oportunidades en nuestra participación en los servicios propios del intercambio internacional de los países que enfrentan la cuenca del Pacífico.