Claudio Ramírez

A poco más de un año de iniciada la pandemia, existen 89 mil empleos que no han podido recuperarse en la región, pese a una incipiente reactivación que se dio hacia fines del año pasado y que se refleja en los últimos indicadores de empleo en el territorio.

Al respecto, la Universidad Adolfo Ibáñez, a través del Centro de Economía y Política Regional (CEPR) realizó un análisis respecto a los sectores que concentran los empleos perdidos y cuáles los están recuperando con mayor velocidad.

Es así que los que muestran una mayor merma son Comercio con 16.304 empleos menos; Alojamientos y Servicios de Comidas presenta un déficit de 14.489; y Transporte, Información y Comunicaciones presenta una merma de 14.156 ocupaciones menos en relación al último trimestre móvil registrado por el INE. Las pérdidas más grandes están asociadas a la actividad turística que se relaciona con los tres sectores mencionados.

"Son los que han tenido la mayor pérdida de empleos en relación a un año atrás, lo cual dada la economía de la región no sorprende por la caída mostrada por el turismo. Hay una parte importante del comercio que también está asociada a esa área", comentó la profesora de la Escuela de Negocios de la UAI e investigadora asociada del CEPR y de COES, Diana Krüger.

Por otro lado, algunos sectores han aumentado los niveles de ocupación en doce meses como Industrias Manufactureras con 7 mil más, y Administración Pública y Defensa con cerca de 4 mil.

En tanto, mención aparte merece Construcción que, según consigna el documento, es la única actividad productiva de las que antes habían sido más afectadas, que hoy muestra una recuperación completa con respecto a los niveles de 2019. Esto dice relación con los permisos que ha tenido este sector para funcionar en base a protocolos específicos.

"Esta pandemia es distinta a otras crisis porque se observan golpes fuertes a la oferta y demanda de algunos servicios y en el caso del turismo es muy evidente, porque además de que hay un problema sanitario existe una caída drástica en la demanda de los servicios turísticos (...) No es así para el comercio de alimentos o vestuario , o artefactos para la casa que se pueden adquirir por internet", subrayó la académica que desde ese punto de vista ve posible la aplicación de medidas especiales para esa actividad, sobre todo para su reactivación una vez superada la parte más complicada de la emergencia.

"Chile históricamente como país ha optado por muy pocas políticas sectoriales, pero estamos viviendo una situación inédita. Y el turismo es un sector que va a necesitar de apoyos especiales para que sobreviva", agregó, remarcando que cuando el sector pueda reactivarse podrían sumarse otras disposiciones para estimular su funcionamiento como la devolución del IVA a los turistas extranjeros.

Por grupo etario

Otro punto que se consigna tiene que ver con el impacto por edad del trabajador. En el periodo en estudio, el 61% de la contracción de 89 mil ocupados con respecto al mismo trimestre de 2020 son personas dentro del grupo etario menor a 45 años.

"Normalmente cuando hay contracciones económicas de cualquier tipo, se observa que los trabajadores más jóvenes son los que primero pierden el empleo y que además son los que se les hace más difícil encontrarlo en una economía como la actual", recalcó la académica, quien anticipa varios cambios en el mundo laboral, una vez superada la contingencia.

"Si bien es cierto que probablemente no se van a recuperar todos los empleos que habían en prepandemia porque va a haber una transformación digital, se van a abrir nuevas oportunidades para las personas", dijo.

"Esta pandemia es distinta a otras crisis porque se observan golpes fuertes a la oferta y demanda de algunos servicios".

Diana Krüger, Académica UAI

Esta semana, en la Comisión de Constitución, se discutirá en particular el denominado impuesto a los "superricos" que, entre otras disposiciones, plantea el cobro de un impuesto de 2,5% al patrimonio de las personas más adineradas, con lo que se lograría recaudar cerca de US$ 6.500 millones que serían para enfrentar la emergencia.

"No son algo nuevo y se aplican hace un tiempo en varios países. En teoría lo que busca es que las personas que tienen mayores rentas puedan pagar un impuesto proporcionalmente mucho mayor. El problema es que para que funcione se requieren medidas estrictas para evitar la evasión porque en teoría la gente que suma rentas muy altas cuenta con asesores tributarios y el conocimiento del sector contable. Si no viene aparejado de un buen lineamiento legal que permita disminuir la evasión impositiva, va a ser inútil", dijo el académico de la Escuela de Negocios y Economía de la PUCV, Rodrigo Valdés.

- ¿Un tributo de esta naturaleza estimularía la fuga de capitales y desestimularía la inversión?

-Más que fuga de capital, la gente que percibe estas rentas va a modificar la estructura de recaudación. Van a rediseñar la forma en que reciben sus rentas y van a buscar subterfugios como la creación de sociedades fuera del país. Y eso les va a permitir disminuir mucho la cantidad de impuestos a recaudar. Desestimular el ahorro y la inversión es más difícil porque no dependen, en el caso de las inversiones de una medida tributaria específica, sino que son decisiones más largo plazo.

- ¿Se ha planteado impulsar el debate sobre una nueva reforma tributaria que, más allá de subir impuestos, se enfoque en la fiscalización de eventuales fraudes, que piensa al respecto?

- Tiene sentido. Es algo que he venido escuchando hace muchísimo tiempo. Si lo comparamos con los países de la OCDE, Chile es un país ineficiente en la ejecución de impuestos o sea si pongo $1 no se sabe cuánto de él se va a transformar en una política cuantificable y comprobable; y lo otro es que hay una alta tasa de evasión impositiva en Chile. Se ha intentado corregir, pero no hay una ley que sea una bala de plata. Una idea sería establecer, como en algunos países, un impuesto similar para todos. Al complejizarse el cobro también se complejiza la labor fiscalizadora y permite que puedan realizarse evasiones.

- ¿Sería más efectivo estudiar el término de exenciones tributarias que benefician a sectores como el transporte, por ejemplo?

- Claramente si y no solo el transporte, sino que también por ejemplo la denominada renta presunta que en términos generales se ha prestado para mal uso y para evadir bastante impuesto. Muchos coinciden en que no tiene sentido que siga existiendo en esta época, El tema es que afecta a sectores como el transporte y a la agricultura que tienen un poder económico y una capacidad de lobby bastante grande. Sería una muy buena medida para evitar el alza de impuestos pero requiere un piso político bastante importante.

-¿Podría ser opción subir la tasa del impuesto a la renta de los contribuyentes más acomodados?

- Es una opción, pero allí volvemos a la discusión inicial porque es un sector que tiene muchas formas de sortear aquello y por eso cualquier medida debe ir acompañada de una política muy rigurosa para evitar la evasión de impuestos.

"Terminar con las exenciones sería una muy buena medida para evitar el alza de impuestos, pero requiere un piso político bastante importante".