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Adultos mayores: consejos de actividad física en cuarentena

TUILLANG YUING, DOCENTE DE LA CARRERA DE KINESIOLOGÍA EN UST VIÑA DEL MAR, SEÑALA QUE SE DEBEN PRIVILEGIAR LOS EJERCICIOS DE FUERZA POR SOBRE LOS AERÓBICOS Y DESMIENTE QUE LA CAPACIDAD FÍSICA SE REDUZCA IRREMEDIABLEMENTE CON EL PASO DE LOS AÑOS.
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¿Los adultos mayores pueden realizar actividad física en cuarentena? ¿Qué tipos de ejercicio son los recomendables? Ambas preguntas cobran importancia en una época donde los horarios para salir a espacios abiertos están restringidos y, por lo mismo, lo ideal es aprovecharlos bien. Tuillang Yuing, director de la carrera de Kinesiología en la Universidad Santo Tomás (UST) Sede Viña del Mar, celebra que personas de la tercera edad estén interesadas en la práctica de actividad física, pero advierte que se deben tomar en cuenta varias recomendaciones.

"El principal mito es que su capacidad física tiende a reducirse con la edad. Eso no es 100% verdad; su condición física puede ser mucho mejor que la de una persona joven sedentaria", asegura. Si bien es cierto que desde los 35 años se comienza a perder masa muscular, el efecto negativo se puede prevenir: "si una persona es físicamente activa, esta pérdida será muy baja. Y si no tuvo hábito de actividad física y lo quiere adoptar siendo mayor, eso también tendrá beneficios".

Otro mito dice relación con que los adultos mayores no pueden hacer ejercicios de fuerza. "Hay condiciones que los hacen más frágiles, pero la gran mayoría puede realizar ejercicios de fuerza muscular. Eso impacta en el sistema muscular, en el esquelético, y también a nivel cognitivo. Para qué hablar de los beneficios cardiorrespiratorios. Hay una multiplicidad de efectos positivos", señala el especialista.

DOS MODALIDADES

Sobre los tipos de ejercicio, indica que "hay dos modalidades: el ejercicio continuo y el intermitente. El primero es monótono, cíclico y no genera estímulos sobre el sistema cardiorrespiratorio, entonces su respuesta es muy básica. Tampoco responde a los cambios habituales en la vida cotidiana, uno no camina todo el día a la misma velocidad. Y como es repetitivo, aburre".

El ejercicio intermitente o interválico de alta intensidad, en cambio, "va a generar mayores estímulos sobre el sistema cardiorrespiratorio porque es más variable, va a generar mayor cantidad de adaptaciones a distintas intensidades y estímulos. La capacidad cardiorrespiratoria aumenta mucho más y, además, se tiende a acortar el tiempo del estímulo. De ahí la importancia de destacar el rol de la intensidad, más que el tiempo de duración".

Antes de iniciar la actividad física, el docente de la UST dice que lo primero es conseguir la aprobación de un médico que recomiende ejercicios de acuerdo a la realidad individual. "La idea es que se haga una evaluación precompetitiva, quizás un electrocardiograma para descartar una patología cardiaca, o un test de esfuerzo si es que presenta algún síntoma asociado", explica. "También puede ser un geriatra, lo que le permitiría evaluar en forma integral varias áreas. O si la persona ya presenta antecedentes, sintomatología o patología de base, puede recurrir a un cardiólogo", agrega.

Yuing añade que el confinamiento producto del covid-19 ha mermado las opciones de actividad física, pero eso puede motivarse para ejercitarse en el hogar. "Se pueden hacer ejercicios localizados que tienden precisamente a mejorar el estado de la fuerza muscular. Son buenas alternativas las sentadillas, ponerse en puntillas de pies, hacer flexiones y extensiones de brazos, trote en el lugar, saltar la cuerda, los que no implican un gran desplazamiento", detalla.