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"En los últimos ocho años yo no tuve el apoyo de los que eran en ese momento mis camaradas en la DC, cualquiera que siga el Concejo se da cuenta que este me apoyó mucho en general, pero que los concejales que menos me respaldaron fueron justamente los tres de la DC".

Crítica al manejo de la dc regional

- Casi en paralelo a su salida, el diputado Víctor Torres anunció la suspensión de su militancia, argumentando una "profunda crisis de fraternidad" en la Falange. ¿Comparte dicha evaluación? ¿Hay democracia interna en el partido?

- Creo que el partido, actualmente en la región, no ha tenido una conducción adecuada y eso mismo ha hecho que se manifieste este tema de poca fraternidad. No ha sido una gestión que convoque, que una; yo quiero ser responsable de lo que digo, pero tengo la sensación de que de pronto algunos dirigentes, amparados en sus recursos económicos, retienen un poder en el partido que va más allá de las convicciones y de los principios del humanismo cristiano. Eso me parece incompatible con los que creemos de verdad, en una forma transparente de ejercer la política; y en ese sentido, yo creo que ha faltado fraternidad en muchos casos, por lo tanto comparto desde ese punto de vista lo que planteó el diputado Víctor Torres.

- ¿Esta crítica a los dirigentes la lleva sólo al plano local, puntualmente a la figura de Alex Avsolomovich, o se extiende a la DC en general, incluso a nivel nacional?

- Yo tengo esta percepción de los actuales conductores del partido en la región, por lo tanto estoy hablando de Alex Avsolomovich y de Eduardo Cerda, específicamente. Creo que el poder del dinero expresado en las campañas políticas internas del partido no le ha hecho bien a lo que es la DC y a la expresión democrática de las candidaturas.

- ¿Por qué decidió no apoyar al candidato del partido y de Unidad Constituyente, el concejal Mauricio Ávila? ¿Ha tenido diferencias con el edil que lo motivaron a tomar la determinación de no respaldar su nombre?

- Sin duda, he tenido muchas diferencias con él, pero fundamentalmente tienen que ver con los estilos de hacer política, a mí me produce mucha duda cuando una persona es capaz de cualquier cosa por llegar al poder. Además, quiero decir con mucha franqueza, que los tres concejales que más problemas me han puesto en la gestión en los últimos ocho años, han sido los que eran de la DC. Yo hoy día estoy denunciando ciertos estilos dentro del partido, que fueron amparados por la directiva regional, que yo comuniqué que no lo iba a respaldar y por eso estoy apoyando al candidato independiente Óscar Calderón. Él intentó entrar a la DC y no se le permitió o se le perdió su inscripción, nunca se dio una explicación de dónde quedó, simplemente desapareció y fue cuando era presidente comunal el candidato actual, Mauricio Ávila.

- Cuando habla de los estilos, incluso aludió a alguien "capaz de cualquier cosa por llegar al poder", ¿a qué se refiere, puntualmente?

- Me refiero a que no estoy denunciando ningún acto reñido con la ley, que quede muy claro, ni estoy hablando mal en el sentido de que hay algo escondido. Lo que estoy hablando es de la forma de hacer política, de lo que significa por ejemplo, el evitar que ingresen otras personas al partido que eran potencialmente candidatos, el tema de las promesas que después no se cumplen, ofrecer cargos que se sabe que no se van a poder cumplir, a esas cosas son las que me refiero. Y por último, dejar en claro que en los últimos ocho años yo no tuve el apoyo de los que eran en ese momento mis camaradas en la DC, cualquiera que siga el Concejo se da cuenta que este me apoyó mucho en general, pero que los concejales que menos me respaldaron fueron justamente los tres de la DC; lo que demuestra que ya había algún tipo de roce interno dentro de lo que es el comportamiento de la DC y la fraternidad a lo que nos referíamos. (…) Uno no puede llegar al poder diciendo cosas que son imposibles de cumplir, por eso a mí me duele mucho cuando me encuentro con que se le ofrecen a varias personas el mismo cargo, se ofrecen cosas que son impagables, no se dice cómo se van a financiar las cosas que se están ofreciendo, a eso me refiero.

- ¿Y qué le entrega Óscar Calderón a la ciudad de Quillota? ¿Qué le atrajo de su propuesta comunal?

- Óscar Calderón llegó a la Municipalidad de Quillota cuando recién se tituló como asistente social, llegó a Dideco, después yo lo nombré director de Dideco hasta hace un tiempo, fue Secplac y por último administrador municipal y alcalde subrogante. Primero, es una persona absolutamente proba, honrada, lo conozco en su quehacer de veinte años; en segundo lugar tiene una gran capacidad y muy buena formación en gestión pública, él tiene un magíster en administración educacional y conoce al detalle el funcionamiento de la municipalidad. Yo tengo el anhelo de lo que hemos construido en 28 años no se pierda, que se pueda continuar en la misma línea, porque creo que hay un amplio apoyo de la comunidad a esta propuesta. (…) Creo que la comunidad quillotana sí está con mantener una forma, un estilo y un tipo de gestión basados en el respeto a la dignidad del ser humano y (…) no estoy diciendo que (Calderón) va a hacer lo mismo; pero obviamente tengo la seguridad que los proyectos sociales los va a respetar y los va a mantener, porque él fue parte de la creación de los mismos.

- ¿Cómo ve las posibilidades del candidato en estos comicios? ¿Cree que pueda "traspasarle" parte del capital político que le ha permitido a usted ser alcalde por casi tres décadas?

- Lo que yo veo hoy día en la comunidad es un amplio apoyo para Óscar Calderón, lo veo día a día en la práctica como médico -porque yo nunca dejé de ejercer la medicina- y la cantidad de gente que me ha preguntado "¿Cómo vamos a seguir alcalde?" y que está dispuesta a apoyar a Óscar, más toda la gente que lo apoya a él por sus cualidades y condiciones. Esto me hace pensar que él tiene una gran opción de ser elegido el nuevo alcalde de Quillota.

"lo que he logrado ha sido fuerte"

- En estas casi tres décadas ha destacado su gestión por un fuerte enfoque en lo social. ¿Cuál es el balance que hace de su administración? ¿Se va con la sensación del deber cumplido?

- Siempre quedan cosas por hacer, desafíos por concluir, hay cosas que me hubiesen gustado hacer mucho mejor, también tengo autocrítica y hay errores cometidos; pero dicho eso, me voy contento porque creo que lo que he logrado hacer en 28 años y medio ha sido muy fuerte, muy potente. Creo que en distintos ámbitos del quehacer de la gestión local hemos marcado pauta y hemos hecho historia, fundamentalmente en lo que se refiere a desarrollo urbano con el cambio de la línea férrea, la construcción de una nueva avenida, pero también con respecto a todos los proyectos de innovación social, que están en coherencia con el discurso de que el ser humano es lo más importante. Tenemos proyectos que han salido más allá de los límites de la comuna, de la región y del país, que han sido replicados en otros países, fundamentalmente porque se reconocen en ellos el esfuerzo de un alcalde y de una gestión local por cambiar la vida de la gente. (…) Me da tranquilidad el hecho que después de siete elecciones, en la última fui elegido con el 74% de los votos, que es la más clara demostración democrática de cuál era la opinión que tienen las personas con respecto a mi trabajo y eso me deja muy tranquilo.

- Al respecto, se han materializado varias obras e iniciativas durante sus años al mando del municipio, siendo una de las más importantes del último tiempo la construcción del Hospital Biprovincial, en terrenos donados por el municipio, además de hacer gestiones en los pagos. ¿Cuán importante es para usted como alcalde esta obra?

- De los tres grandes proyectos en la historia última de Quillota, fueron reforzados y respaldados por más de 40 mil firmas de la comunidad. El primero de ellos, el retorno del tren de pasajeros a Quillota. El segundo tiene relación con el Hospital Biprovincial, en el que la Municipalidad tuvo un rol fundamental; primero compramos el terreno en $300 millones y se lo entregamos en forma gratuita al Ministerio de Salud, lo que marcó claramente la decisión de elegir Quillota como el lugar donde se iba a construir este recinto; pero después, cuando se informa que este proyecto va a ser postergado por falta de recursos, gestionamos junto con parlamentarios de la zona que nos apoyaron, pero especialmente con el ministro de Obras Públicas de la época, Alberto Undurraga, una forma de invertir que nos permitió adelantar este proyecto (…) Y el tercer proyecto que estamos a punto de lograr, es conseguir que el actual Hospital San Martín se transforme en un centro integral del adulto mayor; un programa piloto en Chile, donde por primera vez vamos a tener unidades de urgencia, rehabilitación para evitar las postración, y también patologías agudas.

Tareas pendientes tras 28 años

- ¿Hay de todas formas algún proyecto que considere que haya quedado pendiente en su administración, ya sea por gestión municipal o de otros organismos del Estado?

- Sin duda. Uno de los más importantes es la recuperación del río Aconcagua. Nosotros siempre soñamos con un camino que fuera por la vía del río, que uniera Quillota, Calera y La Cruz, y recuperar el río especialmente porque, en general en la región, están mucho más secos y se convierten en verdaderos vertederos. Ahí hay una deuda pendiente con la ciudad, lo mismo con el transporte público, porque directamente no podemos hacer mucho, pero queremos gestionar desde lo local un transporte público de mejor calidad, con máquinas más modernas de las que tiene hoy día Quillota, porque tenemos los transportes más antiguos de Chile y éste es un déficit que queda pendiente. Y un terreno donde no logramos todos los objetivos propuestos, es seguir disminuyendo la pobreza: es verdad que cuando llegamos había un 40% de pobreza y hoy día hay un 9%, pero ese porcentaje nos duele, ese 1,5% de extrema pobreza nos duele.

- En ese sentido, ¿le hubiese gustado que se concretara antes la extensión del metro hasta Quillota y La Calera? Hace una semana que se anunció que ingresarán el estudio de impacto ambiental correspondiente.

- Sin duda. Yo llegué el año '92 como alcalde de Quillota y fue el '94 aproximadamente, en el gobierno del Presidente Patricio Aylwin, cuando se decidió suspender el tren; por lo tanto fui testigo de la pérdida del tren. Desde el día 1 los quillotanos luchamos por recuperar el tren de pasajeros, hicimos múltiples esfuerzos, vistamos muchas veces al ministro de Transportes, hicimos gestión y fue el exintendente (Ricardo) Bravo el primero que da un paso importante, cuando contrata el estudio de prefactibilidad y ese fue un pilar fundamental. Después seguimos gestionando con el presidente de Ferrocarriles, con ministros de Transportes, con Presidentes de la República, hasta que se logró llegar a la inversión de más de $6 mil millones, pactados con la Presidenta Michelle Bachelet; y ya la materialización, que valoro muchísimo, que está haciendo en este gobierno el Presidente Piñera y con el presidente de EFE. 2

" Lo que a mí siempre me ha motivado es el servicio a la gente. No tengo ninguna motivación de ocupar algún cargo público, ni por elección popular ni por designación de algún Presidente de la República, esos cargos se dan por añadidura. Primero hay que servir, trabajar, ayudar, y si sale algo más adelante se analizará en el momento".

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DEl frustrado intento de ser concejal y por qué no postuló a la gobernación

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- Hace un tiempo había deslizado la posibilidad de competir en las próximas elecciones municipales para ser concejal, ante el impedimento de ser reelecto como alcalde. ¿Qué ocurrió que finalmente no prosperó esta opción?

- En algún momento le planteé incluso al partido, que yo no tenía problemas en ser candidato a concejal, eso ayudaba mucho, pero aquí quiero despejar dudas y ser muy sincero. Rápidamente apareció gente de derecha, que quizás lo estaba pensando y espero que no ocurra en otras ciudades, en cuanto a acusar que esta era una estrategia para ser elegido con primera mayoría, apoyar a algún candidato a alcalde y después, tratar de acceder por renuncia o reemplazo, de alguna manera por la alcaldía. Eso jamás se nos cruzó por la mente, nunca lo haríamos; y vi un escenario en el que no iba a tener la libertad para trabajar en el gran proyecto de convertir en realidad el centro integral del adulto mayor. (…) Al ser concejal yo no iba a poder trabajar en esta tarea, porque un edil está impedido de participar laboralmente en el municipio.

- También apareció su nombre como un posible contendor para la Gobernación Regional. ¿Fue una posibilidad real? ¿Le hubiese gustado tener al menos la opción de ir a primarias?

- Yo tengo que agradecer porque hubo gente dentro y fuera de la DC que me planteó la idea de ser candidato a gobernador regional, que era una alternativa y de hecho mucha gente de Viña y Valparaíso me escribió que estarían dispuestos a apoyarme, pero yo la descarté porque tenía que renunciar a la alcaldía en el mes de enero y creo que cuando a uno lo eligen, tiene que terminar el período por el cual fue electo; y me pareció que era impresentable que en plena pandemia, siendo médico, ralizando una conducción importante junto con el equipo de salud en el manejo de la crisis, yo dejara la alcaldía.

- ¿Este periodo alejado de los cargos de elección popular lo tomaría solo como una pausa mientras se abren opciones en otros puestos o sería un adiós definitivo?

- La verdad, lo que a mí siempre me ha motivado antes de ser alcalde y me sigue motivando al dejar de serlo, es el servicio a la gente, a la comunidad. Así me formé en grupos de iglesia, así seguí como alcalde y así espero seguir cuando ya no lo sea. Me veo más bien apoyando ideas humanistas cristianas en distintas ciudades, hay mucha gente que me ha invitado, gente de distintos partidos políticos que me ha dicho que estaría dispuesta a seguir un movimiento basado en la experiencia Quillota y lo que hemos logrado crear en estos años, y eso me motiva muchísimo. No tengo ninguna motivación de ocupar algún cargo público, ni por elección popular ni por designación de algún Presidente de la República, porque creo que esos cargos se dan por añadidura. Primero hay que servir, trabajar, ayudar, y si sale algo más adelante se analizará en el momento; siempre mi éxito electoral fue consecuencia de un trabajo previo de servicio a la gente, no al revés. Uno no dice "quiero tener el poder, llegar a un cargo, por lo tanto voy a servir a la gente". Uno tiene que servir a la gente con convicción, por principios y después, como consecuencia lógica, viene el éxito electoral. 2