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prácticamente todas. Por lo tanto, es muy posible que el 14 de junio -el 13 es la segunda vuelta- del 85% para arriba de los chilenos amanezca gobernado por líderes opositores. Y ese va a ser un golpe brutal para los últimos meses del Gobierno y sobre todo para su proyección, porque obviamente esos gobernadores van a pugnar por un presidente que sintonice con sus propuestas.

Proyecciones electorales en la región

- ¿En manos de quién podría quedar la gobernación regional de Valparaíso? ¿Cómo cree que están las fuerzas?

- Después de años de experiencia decidí no anticipar resultados específicos -los tengo por supuesto, pero son reservados- porque uno se hace de demasiados enemigos; la gente lo responsabiliza a uno de su derrota si es que la ha anunciado. Lo único que puedo decir es que esta es la única región de Chile, creo yo, donde existe la opción de una segunda vuelta sin la derecha. Es una opción real que lleguen en los dos primeros lugares dos candidatos opositores. En todas las otras regiones pasan a segunda vuelta un candidato opositor y un candidato del Gobierno

- ¿Entre Andrea Molina por la derecha, Marcela Varas por la centro izquierda, y Macarena Ripamonti por el Frente Amplio, a quién le ve mayores posibilidades en Viña del Mar?

- En Viña del Mar se equilibra de alguna manera la dispersión de la oposición con la dispersión del voto de derecha. Eso no ocurre en muchas comunas. En la mayoría de las ciudades, Quilpué por ejemplo, está compitiendo una candidata de derecha con cinco o seis de oposición. En cambio en Viña hay otros dos candidatos que disputan el voto de derecha, y otros que disputan el voto opositor, y por lo tanto podría haber sorpresas.

- ¿De qué depende?

- Depende mucho de la participación. Si se repite la votación del plebiscito con una participación muy masiva de jóvenes, crece la opción opositora, particularmente la más mediática. Si van a las urnas más adultos mayores, aumentan las posibilidades de la derecha. Es una disputa interesante y al final se va a resolver según si la dispersión es mayor en el lado de la derecha o en el lado de la oposición.

- ¿En Valparaíso la municipalidad seguirá en manos de Jorge Sharp o entre los contendores ve alguno más potente?

- No veo el mismo nivel de incertidumbre que en Viña. Pero yo estoy mirando de lejos y en pandemia, uno ni siquiera se pasea por la ciudad en cuarentena, por lo tanto no tengo el feeling de lo que ahí puede pasar. No sé cuánta votación pueden conseguir aquellos que se declaran del mismo mundo original de Sharp y que se han disociado de él, y no sé cuánta gente pueda votar por un concejal de la UDI. Pero no veo el nivel de incertidumbre y competitividad que sí se aprecia en la comuna vecina o en Concón, por ejemplo.

- ¿En Concón es incierto por el número de candidatos?

-Ahí también hay competencia por lado y lado, puede ganar cualquiera. La pelea es por lo menos a tres bandas, yo creo que a cuatro, y sin alcalde. Cuando hay un alcalde, la elección tiende a ser el plebiscito a la gestión del jefe comunal, y el alcalde puede perder el plebiscito y ganar la elección, en el sentido de que no necesita que el 50% apruebe su gestión -puede ganar con un 35%-. Pero en Concón no hay plebiscito porque no hay alcalde. Nadie puede decir que es el favorito, y por lo demás los bloques políticos están cuestionados en su disciplina, por ambos lados. Normalmente en estas elecciones tiende a polarizarse la competencia entre dos candidatos, que por lo general son el alcalde y su desafiante principal, cuya tarea es conseguir ser el único, la alternativa casi exclusiva para tratar de ganar. Pero en Concón eso no alcanzó a ocurrir. Y por lo tanto esta es una elección abierta.

En la papeleta presidencial

- ¿Quiénes cree que van a estar en la papeleta presidencial por la derecha y por las oposiciones?

-Mi hipótesis es que van a estar Jadue, Jiles, el candidato o la candidata de centroizquierda, José Antonio Kast y Lavín, dos de derecha y tres de oposición. La mayor incertidumbre es quién va a ganar la primaria de la Unidad Constituyente, en que estarán un DC, que hasta ahora es Ximena Rincón; Heraldo Muñoz, Paula Narváez, Pablo Vidal y eventualmente ME-O. De allí va a salir una figura competitiva porque las elecciones del 15 y 16 de este mes van a mostrar que la fuerza política más poderosa en la oposición es, lejos, UC. Aunque tenga liderazgos débiles hoy día, le va a aparecer desde lo colectivo una fuerza que la va a poner en la papeleta con alguna opción.

- Finalmente, ¿cómo cree que se viene el país post pandemia? ¿Es optimista, realista, pesimista?

- Yo soy un optimista inveterado, siempre tiendo a ver la parte llena del vaso, no sólo la vacía. Tengo muchas expectativas en los constituyentes porque van a ser elegidos exclusivamente para esa tarea, y por tanto no van a estar pensando en la siguiente elección ni en darse gustitos para ganar bonos para los siguientes comicios, como lo hace por ejemplo cualquier parlamentario. Van a estar pensando en el futuro de Chile . También creo que la gran mayoría de quienes resulten electos van a llegar con un espíritu constructivo, de escuchar, encontrarse y generar paz social. Porque me imagino que el primer objetivo de quienes integren la Convención es elaborar una Constitución que genere mayor paz y justicia social, mayor estabilidad política y mayor desarrollo económico, finalmente un mejor país, y yo estimo que vamos a tener sin duda una mejor Constitución que la que tenemos, y sobre todo más reconocida como legítima y por lo tanto más respetada. Los países no pueden vivir demasiado tiempo con una Constitución que por su origen es considerada ilegítima por buena parte de los ciudadanos. Tengo la impresión de que vamos a iniciar un periodo virtuoso del desarrollo democrático chileno. Y eso gracias a que la respuesta a la crisis de 2019 fue más democracia y no menos. 2

Elecciones en pandemia, percepción de riesgo, comunicación y participación

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- ¿Se podrá hacer las elecciones dentro de dos semanas si aún los contagios Covid están sobre 6 mil diarios?

- Creo que sí. Todo indica que, aunque lento, estamos bajando los contagios. De hecho, varias comunas de la Región Metropolitana volvieron a fase 2, pero hay que acompañar el proceso con medidas del Servel, ojalá sacar las urnas desde espacios cerrados a lugares amplios y abiertos, como se vio en las últimas elecciones en Perú, y no votantes aglomerados en recintos cerrados y pequeños, que es más riesgoso. Yo soy partidario de que las elecciones se hagan de todas maneras porque hay que salir de esto pronto, no podemos seguir prolongado la incertidumbre.

- Si se hacen de todas maneras, ¿cómo cree que va a andar la abstención, asumiendo que mucha gente teme contagiarse?

-Depende de la comunicación, de la percepción de riesgo, finalmente. En el plebiscito se temía lo mismo, pero se instaló la idea de que ir a votar no era más peligroso que ir al supermercado. Si esa percepción se repite, va a ir votar una cantidad similar, puede que un poco menos, porque la decisión en el plebiscito era muy sencilla: dos papeletas y dos opciones, apruebo o rechazo, convención mixta o completamente elegida. Aquí en cambio es una elección que requiere, digamos, un poco más de estudio para llegar a votar. Son muchos los candidatos y cuatro las elecciones, y por lo tanto tengo la impresión de que va a haber un poco menos de votantes que en el plebiscito. Ojalá se mantuviera la masiva participación, ya que si bien el porcentaje superó el 50%, fue la elección con más votantes de la historia de Chile, más de 7,5 millones de personas. 2