Francisco Bazán, de 30 años, fue el primer paciente que ingresó, en marzo de 2020 a la Unidad de Cuidados Intensivos, actual Unidad de Paciente Crítico, del Hospital Dr. Gustavo Fricke para ser intubado durante 11 días, a raíz de las complicaciones respiratorias derivadas de su contagio por Covid-19.
Según relata Francisco, "yo me encontraba en el departamento de mi polola en un octavo piso y cuando subieron los paramédicos se dieron cuenta de que estaba en una situación crítica, y de inmediato se activaron los protocolos de traslado al Hospital Gustavo Fricke. Llegamos en la ambulancia y de ahí no me acuerdo de nada".
Mario Villaseca de 33 años, estudiante de Técnico en Odontología en Viña del Mar, comenta que "a raíz de las prácticas que realizaba por mis estudios estaba acostumbrado a utilizar frecuentemente todas las medidas de prevención, sin embargo, mi pareja, quien se traslada diariamente en la locomoción colectiva, contrajo el Covid-19 y yo me contagié. A diferencia de mi pareja, el virus atacó mi organismo de manera más potente".
De Recreo, en Viña del Mar, Rolando Alarcón, cuenta que su contagio se debió a "un contacto directo, pues tenía que realizar algunos trabajos y trasladaba en mi auto a un mecánico que no sabía que tenía el virus y yo tampoco, así que terminamos los dos contagiados, lamentablemente fue más perjudicial para mí, él hizo cuarentena en casa y yo llegué a estar en la UCI del Hospital".
Lo difícil de estar en coma
Rolando Alarcón señala que "llegué el 12 de marzo al Hospital Fricke, primero vine el 10 de marzo a hacerme un PCR y me entregaron los resultados al otro día: yo estaba positivo. Ahí empecé a sentirme más mal, a sentir mucha tos, mucha dificultad para respirar y vine al Fricke a que me evaluaran para saber cómo estaba, porque me sentía mal, así que me pusieron oxígeno. En ese momento, vi que corrían médicos para allá, para acá, entró un médico a hablar conmigo y me dijo que la situación no era buena para mí, que tenían que intubarme, que era lo mejor".
"Cuando ya estuve en la UCI el proceso fue muy duro, porque uno pierde la noción de la realidad, no sabe dónde está, sufre muchas alucinaciones; en mi caso, aluciné que estaba en otro lugar, con médicos, con mi cuerpo sangrando, es muy difícil pasar por esto, hay que tener mucha entereza. Pero hubo un momento en que volví a la realidad, y me di cuenta del gran equipo que hay acá, un equipo de jóvenes muy apasionados, con profesionalismo y vocación".
Una experiencia similar es la que recuerda Francisco Bazán, quien indica que "una de las preguntas que más me repetían cuando salí del coma, era que todo debió haber sido como un sueño. Para nada, no fue como un abrir y cerrar de ojos".
De hecho, refiere, se trata de "una situación muy compleja donde uno se encuentra consigo mismo, con sus peores miedos y dolores, y eso para mí fue muy traumático, fueron 11 días en los que estuve en coma, y es una situación que no se la doy a nadie".
"Al despertar empezó altiro el trabajo de los kinesiólogos y de todo el equipo médico. Yo tuve que volver a aprender a comer, a hablar, a tomar agua, a caminar y a recuperar mis fuerzas. Fue tanto el daño que tuve que me afectó bastante; a modo de ejemplo, cuando uno vuelve del coma, que para mí fue muy largo, yo volví con mucha sed, pero no puedes tomar agua muy rápido, así que me daban unas gotas con un algodón empapado".
Por su parte, Mario comenta que "en mi caso, era primera vez que me hospitalizaban, nunca había estado hospitalizado por nada, afortunadamente, para ser mi primera vez me han tratado súper bien, aunque los primeros días fueron choqueantes, porque no sabía qué pasaba conmigo, hasta ahora, que gracias a los doctores, TENS, enfermeros y kinesiólogos he podido estar mejor, que me han ayudado a salir de esta situación".
Una enfermedad solitaria
Además de las síntomas y secuelas, una palabra que se escucha mucho entre quienes han padecido esta enfermedad, es la soledad, y así lo manifiesta Mario: "Yo no supe de mi familia al menos por siete días, ya que al ingresar acá perdí el contacto con ellos al estar intubado e inconsciente, y después de todo eso logré saber de ellos. Sin duda, es una enfermedad muy solitaria, de la cual yo pensaba que algún día a todos nos iba a llegar a tocar, pero no pensaba que me iba a dar tan fuerte. Por ejemplo, a mi hermana le dio, pero fue como un resfriado fuerte, en cambio yo terminé en una UCI".
En este sentido, Francisco comenta que "es un proceso mental muy difícil, tenía que hacer un esfuerzo para mantenerme sereno. Afortunadamente, el equipo médico me ayudó mucho mentalmente y agradezco mucho eso".
Puede estar en cualquier parte
Mario reitera que "el Covid es algo real, la gente se puede contagiar no sólo por salir al supermercado o salir de la casa, yo me contagié en mi casa. Entonces, en cualquier parte uno se puede contagiar. Por eso, es necesario mantener los cuidados y usar las barreras de protección para evitar el contagio. Les digo a todos, jóvenes, adultos, que se cuiden, esto no es juego, yo tengo 33 años y parece que me hubiera contagiado como una persona de 90. Sin duda, a cualquiera nos puede llegar a pasar y no sabemos la gravedad que pueda llegar a tener la enfermedad".
Por último, el primer paciente UCI del Hospital Fricke señala que "les podría dar referencia que estuve en un Hospital y pude haber evitado esa situación, y que cuando uno sale del Hospital se pregunta de qué fui responsable yo. Puedes haber sido responsable de otro contagio o de otra muerte, porque en definitiva nunca vas a saber si contagiaste a otra persona. Cuando estaba en la UCI, el sentimiento de culpabilidad iba por mi familia y por el equipo médico, pues, yo estaba exponiendo al equipo médico". 2
mario villaseca. "Les digo a todos que se cuiden".
francisco bazán, 11 días en coma: "no se lo doy a nadie".
rolando alarcón: "uno pierde la noción de la realidad".