El increíble caso de beneficio a homicida
Inexplicablemente, la autora de la brutal muerte del profesor Nibaldo Villegas recibió ayudas para afectados por la pandemia. Afirma la diputada Carolina Marzán que "en este caso tenemos a una persona condenada por parricidio a presidio perpetuo calificado que recibe el IFE con indicación de cargas, que son los hijos de la persona que ella mató. Es cruel, perverso y demuestra una tarea pendiente y urgente".
Tras una detención ciudadana, un grupo de indignados vecinos comenzó a golpear al delincuente capturado hasta provocarle lesiones que le causaron la muerte. Algunos de los implicados fueron detenidos y se encuentran recluidos a la espera de un juicio.
Las detenciones ciudadanas facultan a las personas solo para aprehender al delincuente sorprendido en flagrancia para entregarlo a la policía, que lo pondrá a disposición de los tribunales.
Por ello, el caso en que el delincuente finalmente muere no tiene justificación, pero sí tiene explicación debido a la desconfianza colectiva existente por el recrudecimiento y crueldad de los ilícitos y la dudosa aplicación de las penas. En suma, no hay confianza en las instituciones, partiendo de las denuncias y continuando con la acción de los tribunales.
En este clima de desconfianza ya instalado aparece el increíble caso de Johanna Hernández, la mujer que dio muerte al profesor Nibaldo Villegas, descuartizando su cuerpo con la complicidad de su pareja, Francisco Silva. La homicida, registrándose como jefe de hogar, desde la prisión logró beneficios otorgados por el Gobierno a los afectados por la pandemia, beneficios que debían entregarse a los hijos de la víctima del brutal crimen.
De acuerdo a una información publicada por el diario La Estrella, la homicida Hernández, hasta el 8 de junio, ha recibido la suma de un millón 305 mil pesos en bonos asignados al estar incluida en el Registro Social de Hogares, donde ella aparece como beneficiaria junto a los hijos de su víctima.
Gracias a una gestión de la diputada Carolina Marzán (PPD) ante el Ministerio de Desarrollo Social, estos beneficios, a partir del próximo mes, serán entregados a los hijos de Villegas.
Afirma la parlamentaria que "en este caso tenemos a una persona condenada por parricidio a presidio perpetuo calificado que recibe el IFE con indicación de cargas, que son los hijos de la persona que ella mató. Es cruel, perverso y demuestra una tarea pendiente y urgente".
En verdad son varias las tareas pendientes. La primera de ella es investigar cómo la homicida tuvo acceso a los medios para postular y cómo el sistema, que deja fuera a muchas personas, no objetó la solicitud proveniente de una condenada por un delito gravísimo. Además, en justicia, debe restituir el dinero recibido, pues en su condición de reclusa no está sujeta a las necesidades de quienes ven disminuidos o perdidos sus ingresos debido a la pandemia. Cabe preguntar si "el sistema" ha dejado pasar casos similares al de esta brutal homicida.
Este hecho impresentable es un ladrillo más que se suma al muro de desconfianza que se ha levantado en torno a las instituciones y que explica, no justifica, aquel caso del delincuente ultimado por sus captores, caso expresión de una sociedad que se siente indefensa ante el crimen.