La vía marítima en el tráfico de drogas
Millonario cargamento proveniente del Perú tenía como destino la comuna de Concón para su posterior distribución y comercialización. La vía marítima se ha convertido en un canal importante en el narcotráfico. Los traficantes ocultan la droga en la carga de naves, adosándola a veces al casco y en embarcaciones especiales, incluida la construcción de pequeños submarinos.
La captura de una embarcación pesquera con bandera peruana que transportaba droga para ser comercializada en el centro del país revela los recursos de que dispone el tráfico y la rentabilidad de esas operaciones ilícitas.
La nave, tripulada por cuatro peruanos, fue detectada a unos 100 kilómetros, en alta mar, a la altura de Arica y tenía como destino el sector costero de Concón, donde se debería desembarcar la droga. El cargamento, avaluado en 1.500 millones de pesos, estaba compuesto por 120 kilos de cocaína y cannabis sativa.
La detección de la nave fue lograda gracias a una operación transnacional, informa José Antonio Uribe, fiscal jefe del Sistema de Análisis de la Fiscalía Regional. Los cuatro detenidos fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar y el persecutor reveló que la droga procedía de Perú y su incautación se logró gracias a una operación conjunta de Carabineros y la Policía Marítima.
El comandante Claudio Vidal, jefe del departamento de Policía Marítima de la Directemar informó que en la operación participó un grupo especializado que incluye naves y unidades aéreas.
La vía marítima se ha convertido en un canal importante en el narcotráfico por diversos medios. Los traficantes ocultan el producto en la carga de naves regulares, adosándola a veces al casco y también mediante embarcaciones especiales llegando hasta la construcción de pequeños submarinos de difícil control, que han operado entre México y Estados Unidos.
Frente a este hecho puntual cabe hace algunas consideraciones. La primera de ellas, es que tanto la droga como la explotación irregular de los recursos del mar, exigen mantener una vigilancia permanente, rol que cumple la Armada de Chile, pero que supone personal calificado y medios operativos.
El otro aspecto es la magnitud de los recursos que se mueven en torno a la droga. En este caso se trata de una nave pesquera de alto costo, con tripulación a la que sin duda se le prometió buena paga, y el combustible para una navegación de miles de millas. En fin, una alta inversión en un negocio que evidentemente es altamente rentable y que implica riesgos que, pese a todo, dada esa rentabilidad, se asumen.
Se debe tener en cuenta que estos elementos de transporte son solo parte de una organización que tiene proveedores en el exterior y también receptores en nuestro país, en este caso concreto, como se ha revelado, en la comuna de Concón. La investigación que lleva a cabo la Fiscalía debe avanzar en esa dirección y no se puede detener únicamente en la formalización de cuatro peruanos que son solo parte de una cadena que es necesario investigar y cortar en beneficio de una comunidad acosada por tráfico, la violencia asociada, y el destructivo consumo.