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Sociedad

Pandemia recrudece la violencia contra la primera infancia en latinoamérica

ACOMPAÑAMIENTO. El estar encerrados ha aumentado el estrés en adultos y niños, así como los problemas económicos. Académico de Harvard pide evitar el castigo físico.
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Efe/Redacción

La pandemia del coronavirus ha provocado un significativo aumento de la violencia hacia la primera infancia, es decir, los niños pequeños, en Latinoamérica y el Caribe, por lo que es fundamental ofrecer a padres y cuidadores "apoyo psicosocial, de salud mental y económico" como un primer paso para prevenir el maltrato, señaló un investigador de la Universidad de Harvard, Estados Unidos.

La violencia hacia los niños "es muy difícil de medir", más aún en un contexto de aislamiento social y cierre de los centros de educación, pero "hay consenso" en que esta "ha aumentado", dijo a la agencia de noticias Efe el investigador en los efectos de la violencia en el desarrollo infantil temprano, de Harvard, Jorge Cuartas.

Diferentes países de la región se han esforzado a lo largo de más de un año en el confinamiento para cuantificar este fenómeno, con técnicas estadísticas que han arrojado que, "por ejemplo, en Surinam se prevé que el incremento de la violencia contra los niños puede estar entre 30% y 40%", detalló el especialista.

"Con encuestas telefónicas en Argentina se ha visto que el 50% de las familias reportan incremento en conflicto familiar y algunas formas de violencia contra los niños. Y en general en toda la región y el mundo se evidencian incrementos muy importantes en llamadas a las líneas de atención de violencia doméstica", agregó Cuartas.

"tormenta perfecta"

La pandemia creó una "tormenta perfecta" para el aumento de la violencia hacia los más pequeños: aislamiento en casa, problemas económicos y estrés familiar, todo en medio de una cultura de maltrato muy arraigada en la región, explicó el investigador.

"Sabemos que antes de la pandemia cerca de dos de cada tres niños menores de cinco años ya sufría de castigo físico, violencia psicológica o de otras formas más severas" en Latinoamérica, región donde "las normas sociales, tristemente, legitiman el uso de algunas formas de violencia como el castigo físico".

Con la pandemia, el estrés en los adultos se dispara, "lo que hace mucho más difícil regular las emociones" y se puede "responder mucho más duro a las situaciones", a lo que se suma también que "el comportamiento de los niños se ha visto impactado y eso puede ser difícil de entender y manejar para sus cuidadores", detalló el experto.

Consecuencias

"Un estudio que sacamos recientemente en Harvard muestra que niños que fueron castigados físicamente durante la primera infancia (...) tienen un funcionamiento cerebral atípico respecto a los niños que no lo recibieron, en el área encargada de funciones ejecutivas, emocionales y de autoregulación emocional", sostuvo Cuartas.

"En vez de reducir problemas de comportamiento, el castigo físico lo que hace es todo lo contrario, genera más dificultades para que el niño se autorregule, lo que puede traducirse en peor comportamiento y más agresividad", afirmó el experto, junto con que "a largo plazo esas formas de violencia como el castigo físico, los insultos, los gritos, pueden terminar desencadenando que a futuro (cuando estos menores crezcan) sean más violentos, tengan más probabilidad de consumo de sustancias (prohibidas) y mayor riesgo de utilizar la violencia contra su pareja o hijos".

No obstante, Cuartas afirmó que también "es muy importante entender que los padres y cuidadores no son malos, sino que son también víctimas" de circunstancias inéditas, como una pandemia.

Debido a esto, el profesional señaló que es "fundamental (en el Estado) pensar y utilizar más estrategias para cuidar a los padres y cuidadores de niños, para brindarles apoyos psicosociales, de salud mental y económicos también".

Cuartas expuso sobre "los efectos de la violencia en la primera infancia, situación en la región y propuestas para prevenirla", en un encuentro virtual organizado por la Alianza de Cónyuges de jefes de Estado y la Unicef, a fin de "reforzar el trabajo con la primera infancia para mitigar el aumento de la violencia".

Salud mental de niños y padres

La Universidad Católica (UC), el Ministerio de Ciencia y la Fundación para la Confianza crearon la campaña "Salud mental: cómo la ciencia nos cuida", que mediante videos y guías para niños y padres -disponibles en cuida.uc.cl/campana-cuidame -busca educar sobre qué es abuso y cómo prevenir y denunciar, teniendo en cuenta el contexto de confinamiento. A esto se suman el fono 1515 de la Fundación para la Confianza y el fono Niño 147.

50% de las familias en Argentina han reportado algún tipo de violencia contra los menores de tres y cinco años confinados.

147 es el Fono Niño en Chile, donde personal especializado de Carabineros atiende denuncias de violencia intrafamiliar.