"Dos personas no pueden seguir llevando todo el peso de la dirección de la Convención Constituyente"
Con la Convención en receso hasta el día martes, uno de los convencionales del Distrito 7, el premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, Agustín Squella, entrega sus impresiones de los primeros días del nuevo ente.
El abogado, electo en cupo del Partido Liberal, plantea que no es raro que en un primer minuto se hagan notar los que "alzan la voz" en la Convención , pero que "llegará, y pronto, un clima de mayor reflexión, el clima que imponen los debates racionales y no pasionales".
De la misma forma, se muestra crítico con la más reciente actuación de la Convención, en donde 105 constituyentes pidieron "acelerar el trámite" de la ley de indulto en el Senado.
-¿Qué conclusiones tiene de los primeros días de funcionamiento de la Convención?
- Que aún no hemos comenzado realmente nuestro trabajo por el descuido en las instalaciones donde debíamos empezar. En cuanto a la primera jornada, la del domingo: un primer tiempo para el olvido y un segundo muy bueno, aunque ambos bien arbitrados por Carmen Gloria Valladares, una funcionaria que con su desempeño desmintió a los que se pasan la vida criticando a los empleados públicos.
-¿Cree que se ha instalado una lógica de asambleísmo? ¿Hasta cuándo cree que durará esta lógica?
- Así ha sido y espero que ese ambiente dé pronto paso al que se espera de una Convención Constituyente.
-¿Cree que los académicos o juristas han quedado un poco opacados en esta primera fase de la Convención?
- Eso no sería nada muy grave. En cualquier grupo humano se hacen notar primero los que alzan la voz o hacen propuestas fuera de lugar. Llegará, y pronto, un clima de mayor reflexión, el clima que imponen los debates racionales y no pasionales, el momento de los argumentos y no de puros testimonios.
-Usted declaró que se sentía solo en la Convención ¿Por qué? ¿No ha encontrado afinidades en sus compañeros de lista o en Independientes No Neutrales?
- Algo solo, es cierto, pero no aislado. Mi único grupo allí es el que formo con mis 154 compañeros y compañeras constituyentes. Ningún otro. Pero me acerco a todos, converso con todos, celoso siempre no de mi individualismo, sino de mi individualidad.
Justicia social
-¿Qué rol debiese jugar la centroizquierda en la Convención?
-Expresar y defender ideas en favor de la democracia, los derechos humanos (dentro y fuera de Chile) y la justicia social, esa justicia que los fundadores del neoliberalismo calificaron de ficción o de un invento de socialistas y socialcristianos. Desatender la justicia social y, peor, burlarse de ella y del bien común de la sociedad está en la raíz de los movimientos y protestas sociales de los últimos años en Chile.
Enderezar el rumbo
-¿Qué riesgos afronta la Convención si mantiene el actual funcionamiento? Con declaraciones como las día jueves por ejemplo.
-Tendremos que enderezar el rumbo. Muchos otros problemas políticos y sociales actuales podrían desviarnos de nuestro trabajo. ¿Qué pasaría si mañana nos pronunciamos sobre la reforma previsional en curso o un cuarto retiro de fondos previsionales, que interesan mucho a la mayoría del país? Y, ¿qué pasaría si el Senado, la Cámara de Diputados o el Tribunal Constitucional empezaran a hacernos peticiones o exigencias acerca de lo que está confiado solo a la Convención?
-¿Cómo evalúa el desempeño de Elisa Loncón y de Jaime Bassa al frente de la mesa directiva de la Convención?
- Han hecho lo posible en medio de muy deficientes condiciones de trabajo. En el futuro actuarán asistidos por otros 7 constituyentes. Dos personas no pueden seguir llevando todo el peso de la dirección de la Convención. Hubo en ellos algo de desorden e improvisación los primeros días y espero que escuchen las críticas que se hicieron en tal sentido.