Intenciones de diálogo en el Core
Los presidentes de bancadas quieren una buena comunicación con el gobernador Mundaca, una que fue escasa con el intendente Martínez. El Consejo Regional está más cercano a las necesidades territoriales de la población y, por ello, más abierto a que las iniciativas logren una adhesión que rompa con los clivajes políticos tradicionales.
El diálogo como ejercicio permanente de la política está algo debilitado. Si uno mira con atención los debates parlamentarios durante la tramitación de una ley, las sesiones de la Convención Constitucional o la participación de los políticos en televisión - principalmente matinales -, es posible observar cómo cada intervención es preparada con intención performática. En vez de poner ideas a discusión para alcanzar acuerdos, las palabras se transforman en discursos cerrados, que no tienen el objetivo de convencer a un adversario político, sino de alentar a los ya convencidos en el bando propio. La política de trincheras es estéril, porque entre un bando y otro solo hay tierra quemada.
Por ello son un verdadero aliciente, un cambio de aire, las palabras expresadas por los jefes de bancada del Consejo Regional (Core), quienes valoraron la asunción de Rodrigo Mundaca (Ind.-FA) como nuevo presidente de la instancia y expusieron su disposición al diálogo.
María Fernanda González, jefa de la bancada UDI, dijo que "más allá de las diferencias políticas que podamos tener, nuestra bancada está a disposición de trabajar en conjunto con el gobernador regional para el bien común de los vecinos y vecinas de la Región de Valparaíso". En ese ánimo también se expresó Roy Crichton, jefe de la bancada DC, quien sobre la relación con Mundaca también puso sobre la mesa expectativas de una "buena comunicación", la misma que por largos meses no existió entre el Core y el hasta hace poco intendente y ahora delegado presidencial, Jorge Martínez.
Este ánimo favorable reside en las características propias del cargo de consejero regional, cuya misión es la representación de territorios específicos, conducir sus necesidades hacia proyectos y financiamientos adecuados. Cuando las iniciativas benefician a personas, barrios y comunas, logran la adhesión de los cores elegidos por esas zonas, sin importar mucho el color político. Sin embargo, hay dos factores que asoman como nubes en el horizonte de la relación entre los consejeros y el gobernador regional. La primera es la elección que se avecina. Al contrario de lo que ocurrió con alcaldes y concejales y lo que supondrá para varios parlamentarios, todos los integrantes del actual Consejo Regional pueden, si lo quieren, postular a la reelección. Y si las campañas suelen ser periodos de fricción, esta en particular supondrá la irrupción de un nuevo tipo de consejero, aquel que estará aliado políticamente con el gobernador regional recién electo. En ese escenario, los 200 mil votos de Mundaca son un buen sustento para los eventuales candidatos asociados al Frente Amplio. ¿De qué manera afectará la nueva elección los actuales equilibrios del Core de Valparaíso? Es imposible saberlo. El otro factor es de agenda. El gobernador Mundaca puso entre sus prioridades la necesidad de garantizar derechos a los habitantes de la Región, aunque no existe claridad sobre si su cargo cuenta con las atribuciones para lograr ese objetivo. Los consejeros, en cambio, estarán comprometidos con metas menos ambiciosas, pero más concretas, o, por decirlo de otra manera, más territoriales.