Cartas
La importancia del mar
Compartiendo lo expresado por Tomás de Rementería Venegas, en su columna "El mar y la Constitución" del 17 de julio, en cuanto a que "la inclusión constitucional de nuestros recursos y aguas marítimas nos garantizará que ese mar que tranquilo nos baña nos prometa futuro esplendor", sería también conveniente que junto con acometer esta real necesidad, se pueda innovar y enseñar formalmente a los niños desde su más temprana edad sobre las materias relacionadas con nuestro mar y su importancia social, económica, cultural y medioambiental.
Lo anterior, considerando que un análisis de las Bases Curriculares de Enseñanza Escolar vigentes y aprobadas por ley en nuestro país, da como resultado que las palabras "océano" y "mar" son mencionadas muy escasamente, mientras que las mismas en las Bases Curriculares de Educación Parvularia vigentes no se mencionan nunca.
Carlos Fanta De la Vega
Participación ciudadana
La propuesta del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, que busca, a través de una ordenanza, garantizar y regular la participación ciudadana en el proceso constituyente, quizás sea un aporte real de la ciudadanía. Si llevamos esta iniciativa a toda la región, bajo el liderazgo de cada comuna, para luego ser presentada como un aporte regional al proceso, reflejaría con mayor fuerza las propuestas y anhelos de todos nosotros. Las personas queremos participar, que se nos tome en cuenta y entregar nuestras propuestas, sin que estas queden archivadas.
Octavio Quiroz
Labor constituyente
Cristián Warnken, en El Mercurio de Santiago del 15 de julio, en su artículo "La débil lucidez en peligro", recuerda al filósofo Jorge Millas, que en su ensayo "Las máscaras de la violencia" hace alusión en su reflexión filosófica al sufrimiento humano que la violencia política provoca y que muchos pretenden darle invisibilidad, ocultarla. La defensa teórica que, de hecho, hacen algunos constituyentes de la violencia destructiva, no considera a las víctimas de aquellos que queman iglesias, estaciones de metro, destruyen bienes públicos y privados, pequeños negocios, fuente de trabajo para muchos, parte del patrimonio social de las ciudades.
Espero, al igual que la enorme mayoría de los chilenos, que los constituyentes se dediquen realmente a lo que fueron elegidos en lugar de promover indultos a la violencia. Solicitar que los casos pendientes en tribunales (si es que quedan) se resuelvan con prontitud es correcto, pero no solicitar indultos "al voleo" ni tampoco abandonar las sesiones para participar de marchas. Se les está pagando para redactar una futura Constitución para Chile, en la cual todos tengamos lugar, donde sea el bien común el que se priorice y no defender determinadas posturas ideológicas donde parte de los ciudadanos quede excluido. Todos somos parte de Chile.
Nathan Novik
Unidad nacional en riesgo
Muchos convencionales constituyentes pretenden "refundar el país", cambiar su nombre y los símbolos nacionales; desmantelar la actual institucionalidad que establece las bases de una sociedad libre y sustituirla por otra que establezca una sociedad colectivista, igualitarista y estatista -un sistema que conlleva el germen del totalitarismo-; reemplazar el actual orden público económico por un modelo socialista; establecer severas restricciones al derecho de propiedad y a libertades de diverso orden; aumentar los tributos y establecer nuevos impuestos; transformar a la Fuerzas Armadas y de Orden de instituciones al servicio de la nación a instrumentos del gobierno -con lo que corren el riesgo de convertirse en instrumentos de tiranía y de corrupción-; abolir el Senado y reducir el Congreso a una cámara única; establecer derechos sociales ilusorios que no podrían ser satisfechos por el Estado -menos aún por la contracción de la inversión y del crecimiento que tales cambios acarrearían-; implantar varios idiomas oficiales; escribir el texto de la nueva Carta Fundamental con un grotesco lenguaje inclusivo; todo ello validando la violencia como método de acción política.
En fin, pretenden satisfacer exigencias identitarias y de grupos de presión y no las aspiraciones de las grandes mayorías, lo que atentaría contra la unidad nacional. No sería una Carta Fundamental en la que todos los chilenos se puedan sentir representados.
Todo lo anterior le está pavimentando el camino al "Rechazo" en el plebiscito de salida.
Adolfo Paúl Latorre Abogado
Funcionarios públicos
En la instalación de la Convención Constitucional del pasado 4 de julio, un hecho que no pasó desapercibido para nadie fue el impecable desempeño de la secretaria relatora del Tricel, Carmen Gloria Valladares. Una ceremonia llena de vicisitudes, problemas y chascarros fue impecablemente conducida por una funcionaria pública de carrera que -hasta ese momento - era desconocida para todos.
La República y sus instituciones no descansan ni se apoyan necesariamente solo en leyes, decretos y burocracia, sino en los hombres y mujeres que, más allá de gobiernos transitorios, llevan la carga de las tradiciones y permiten que las cosas sucedan. Los vilipendiados funcionarios públicos de carrera, muchas veces desconocidos, que se ocultan tras un escritorio con toneladas de papeles, timbres, memos y oficios, son el verdadero sustento de un sistema republicano que durante más de 200 años -a pesar de todo- funciona.
El poder y las tradiciones no se trata de cargos, nombramientos, pitutos, fama y dinero (bien o mal habido), sino de personas de carne y hueso que piensan, sienten y viven como nosotros, que compran el pan en la esquina, usan el metro y se mojan cuando llueve.
Esas personas también están detrás de todos los electos convencionales, que no son funcionarios de la República, pero tendrán la tarea de dictar las pautas en que se moverá Chile durante los próximos cincuenta o cien años.
Carlos Schneider Yáñez
Cuba
En los últimos días, algunos cubanos han salido a las calles en Chile y el mundo a manifestar su apoyo irrestricto al régimen castrista. Pregunta a los cubanos que residen en Chile y apoyan al régimen: si ellos dicen que es tan buena la calidad de vida en la isla, ¿qué hacen fuera de Cuba y por qué siguen sufriendo al vivir con las bondades, beneficios y comodidades que les brinda el que ellos llaman sistema capitalista?
Resulta fácil y cómodo apoyar desde Chile a los cubanos de la isla cuando se tiene todo a la mano y, sobre todo, libertad.
Luis Enrique Soler Milla