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LA PELOTA NO SE MANCHA

Perdónalos porque no saben lo que hacen

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Basta. Si ya el público, que cada vez es menos sentado frente a la pantalla, se queja por el pobre espectáculo en la cancha, ni hablar de lo que está sucediendo con el VAR. Basta. En serio. No puede ser que todas las fechas se hable más de los árbitros y sus colaboradores que de los goleadores y figuras de los partidos. Cuando justamente se pensó que este instrumento haría posible la anhelada justicia en el fútbol y nunca más veríamos resultados influenciados por algún mal cobro, en Chile sucede todo lo contrario. Insólito.

No hay jornada en la que no se instale una polémica VAR. Desgraciadamente, a diferencia del año pasado, cuando muchos reclamos apuntaban a las famosas líneas de fuera de juego, que en muchos estadios claramente quedaban en entredicho por la (mala) implementación de la tecnología, ahora nos encontramos atrapados por árbitros que cambian el criterio fin de semana por medio o simplemente ya no saben cuándo se usa o pueden ser llamados desde la cabina.

Ya perdimos la cuenta de todas las quejas de los clubes con respecto a la inoperancia de quienes están en la cabina pero también de quienes deben impartir justicia dentro del campo. Algunas sin razón, pero la gran mayoría sí. El penal sancionado a Palestino en La Calera hace menos de una semana es sólo un botón del largo listado. El cabezazo de Iván Morales en el partido con Audax también queda grabado como otro de los tantos errores. Y podríamos seguir hacia atrás

Pero lo ocurrido en Rancagua en el partido entre Universidad de Chile y Ñublense resulta inadmisible. Imperdonable. Porque a esta altura un árbitro local tiene que saber cuándo debe implementarse. En este caso, Nicolás Gamboa no supo. O se le olvidó. O es derechamente malo. Pensemos que quizás esa noche no estaba concentrado y se complicó por los airados reclamos de los jugadores chillanejos. Pero resulta que este juez hace tres semanas fue suspendido indefinidamente por la Conmebol por protagonizar otro grosero error, esa vez sentado cómodamente en la cabina del VAR junto a César Deischler, en la Copa Libertadores. O sea, ya no es casualidad. Simplemente no está capacitado.

Fue tan grosero el error en Rancagua que desde el presidente del comité de los árbitros hasta el último involucrado del papelón de la noche de El Teniente, tuvieron que pedir disculpas a la gente de Azul Azul y reconocer el error. El punto es que esto viene ocurriendo semana tras semana. Jorge Osorio, el timonel de los referís, ya prefiere esconder la cabeza bajo tierra y no salir a dar explicaciones por las (in) decisiones del VAR. La primera vez que tuvo que defender a un colegiado fue a Angelo Hermosilla, por aquel tiro libre que validó como gol de la U ante La Serena y segundos después sin saber por qué lo decidió repetir. Pues bien, mientras su jefe trata de explicar lo inexplicable, Hermosilla recibía 10 partidos de castigo. No me ayude tanto compadre le habrá dicho después de "defenderlo" ante la opinión pública.

Hasta ahora la ANFP ha guardado silencio con respecto a la continuidad de Jorge Osorio. Cabe recordar que el ex árbitro fue puesto en su cargo por Pablo Milad en reemplazo de Enrique Osses. Se suponía que su llegada iba a estar emparejada con un mayor perfeccionamiento de los jueces y a cambiar algunas situaciones que se arrastraban del pasado. Pero nada de eso ha pasado. Y lo que es peor, queda la sensación de que el nivel está cada vez más bajo. Lo que es peor, ni el VAR los está salvando.

El punto es que dentro de los propios referís llamó siempre la atención el nombramiento del actual timonel de la comisión de arbitraje, recordando el famoso episodio del Club del Póker. Por aquel entonces, Osorio era presidente del sindicato de los árbitros y nunca salió a defender a quienes estaban vetados por quienes intervenían en las designaciones que hacían entre escala, pares y fulles. Desde ahí muchos apuntaron a su gusto por estar siempre cerca del poder. Y así entendieron su llegada al cargo.

Siga Osorio o no, debe existir un perfeccionamiento y un conocimiento de los árbitros del reglamento y del uso del VAR.

La ANFP tiene la decisión en sus manos si es que quiere resolver esto. La gente ya se cansó de conocerse más los nombres de los jueces que de los jugadores de su equipo. Y eso ya es muy grave.

por cristián caamaño,

comentarista de espn

y radio agricultura

Wanderers según Panzeri

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Dicen que si de algo se debe preocupar el director técnico de Curicó, próximo rival de Wanderers, es que los caturros no devoren el cerebro a sus jugadores. Y es que el cuadro del puerto parece, cada vez más, un equipo de zombies.

Juan Cristóbal Guarello dedicó una columna al club definiendo al once de Valparaíso como de "espectros" y Claudio Borghi, en una confesión poco común en el medio, reconoció que el equipo, aún faltando más de una ronda, ya está descendido.

Seguir hablando mal de Wanderers en este momento sería hacer leña del pino caído. Por eso prefiero hacer algunas sugerencias para enfrentar la dura etapa que viene para los jugadores e hinchas que llevan más de 800 minutos sin poder gritar gol.

La propuesta llegó gracias a mi amigo Geoffrey Green, quien, hace mucho tiempo, venía recomendando el libro "Fútbol: Dinámica de lo impensado" de Dante Panzeri. Se trata de una obra antigua, de más de cincuenta años, escrita por un periodista argentino en la época de gloria de la revista El Gráfico y que fue reeditado por la editorial Capitán Swing hace una década.

La propuesta de Panzieri fue un llamado de auxilio frente a la mecanización del fútbol que avanzaba, a fines de los sesenta, a pasos agigantados en el mundo y que, como pronosticaba el delantero argentino Sanfilippo, iba a acabar con este deporte.

Algunas de las ideas de Panzeri son radicales, pero otras hacen mucho sentido, en especial, si tomamos como ejemplo a Wanderers y al fútbol chileno en general. Su crítica apunta a cómo el fútbol que es, en esencia, un juego, se ha ido convirtiendo en un negocio, en una máquina de hacer dinero, desvirtuando su sentido original.

Decía el periodista argentino a fines de los sesenta: "No postulo la reivindicación del amateurismo en el fútbol puesto que sería utópico y ocioso hacerlo. Pero si el fútbol profesional no rectifica el monto del dinero que pone en juego, puede darse por inevitable su cesantía universal como juego seductor de masas. No puede seducir lo que carece de alegría. El fútbol ha matado su alegría para dar paso a la afirmación de su seriedad e importancia comercial. No puede sonreír el que está angustiado; no puede hacer sonreír a otros quien no está en estado de ánimo de sonreír; puesto que lo absorbe la angustia".

Esa angustia, decía Panzeri, bloquea al jugador que, en cada partido, considera que se juega una parte del futuro de su vida, la de su familia y la de su misma subsistencia, cuestiones ajenas a la misma práctica que realiza.

Cuando leo esto, pienso en Marco Medel de Wanderers. Hablemos en serio: ¿Alguno duda de que es un jugador talentoso? Es extraordinariamente habilidoso, sin embargo, en la cancha pareciera que estuviera cumpliendo una condena. Hace rato que no disfruta, que no sonríe y que no hace una jugada que lo haga feliz a él y, por ende, a los hinchas. Si eso pasa con Medel, ¿qué queda para el resto?

El problema es que él y sus compañeros, de tanto escuchar que son malos, parece que se convencieron. Y, lo que es peor, se olvidaron de que antes de ser futbolistas profesionales, son jugadores de fútbol. Están ahí porque fueron los mejores de miles de niños, son "secos para la pelota", alguna vez, el orgullo de sus padres y envidia de sus amigos.

¿Cómo enfrentar la actual crisis? La solución no está en los refuerzos o en otro técnico. La clave me parece que está en leer a Panzeri y volver a disfrutar del juego en lo que resta del torneo.

Que los jugadores, como la orquesta del Titanic, asuman el descenso y comiencen a enfrentar esta última etapa de la mejor manera que lo pueden hacer: haciendo lo que les gusta hacer, divirtiéndose en la cancha y, lo más importante, tratando de volver a ser felices por algunas horas.

por winston