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Nunca me han gustado las importaciones de candidatos, o sea, cuando te dejan caer candidatos por el nombre, porque son amigos o son parientes de y también los que se dejan caer porque se considera que pueden ser un aporte para la comuna, la región o el distrito, como ocurrió con Marcelo Díaz".

- ¿Cómo ve al PS y a la centroizquierda en general para los comicios parlamentarios? ¿Se podrá revertir lo que ocurrió en la Convención, donde Unidad Constituyente fue la cuarta lista más votada y en la región solo fueron electas dos personas?

- Uno puede mirar esto con cierta objetividad y también hay miradas subjetivas. Lo objetivo son los números que determinan un resultado electoral o cuantifican un resultado electoral. El PS sacó cerca de 16 convencionales a nivel nacional, creo que es una cifra que por sobre todo no deja de ser importante para efectos de ir resolviendo los temas propios de la Convención. (…) En lo subjetivo, hay que mirar la política desde una perspectiva de lo que es necesario o lo que los electores esperan desde el punto de vista del comportamiento, niveles etarios, o las expectativas respecto a sus representantes. Ahí creo que el PS tiene que hacer este proceso de aggiornamento, porque no creo que sea oportuno que estemos todavía con los mismos nombres que partieron en el retorno a la democracia.

No pensar desde la geometría

- Ahora, en lo que respecta a las presidenciales, ¿cómo ve las opciones de la candidata de su partido, Paula Narváez? ¿Le afectará los eventuales apoyos del PPD a Yasna Provoste?

- Hoy día, enfrentado a eso, uno podría decir que la experiencia que tenemos desde el punto de vista político con las primarias, ha estado marcada también por tropiezos que son muchas veces tropiezos de tipo profundo. O sea, el quedarte esperando en la puerta para inscribirte en una primaria descartando una alianza política es una cuestión que nos va a doler, que nos va a dejar lesionados y que nos dejó lesionados. Y para eso, uno tiene hoy día alternativas y creo que lo primero que hay que hacer -y yo creo que lamentablemente se hizo al revés- es ponernos de acuerdo en qué es lo que queremos construir como país. (…) En eso, Maldonado, Narváez y Yasna Provoste representan distintas visiones y fórmulas de poder encarar eso y es un tema que los ciudadanos justamente tienen que evaluar.

- ¿Le preocupa que la aparición de más candidatos ya sea a la izquierda o al centro de UC termine mermando las posibilidades de la centroizquierda de volver a La Moneda?

- No, yo creo que eso se va a repetir de la misma forma como se le repite a Sichel con José Antonio Kast o de la misma forma como se le repite a Boric con el candidato de la Lista del Pueblo, que hoy día está en debate si es (Cristian) Cuevas. Espero que más que todo tiene ese sentido de poder construir una alternativa político, electoral, que dé solución o que dé respuesta a lo que son las expectativas de los ciudadanos. El que logre sintonizar con eso, va a ser el candidato que se va a llevar como se dice el premio mayor y va a ser Presidente de la República. Pensar en que esto es solamente geometría política, no creo que sea correcto.

Discurso agresivo

- Como ex intendente de Valparaíso, ¿cuál es su evaluación respecto del desempeño de Jorge Martínez, cuestionado en su momento por temas como la contaminación en el sector industrial de Ventanas Puchuncaví, o por el accionar de las policías durante el estallido social?

- Yo no creo que sea bueno juzgar a una autoridad por su desempeño en marcos completamente incomparables. Porque uno no puede comparar lo que ha sido la gestión en términos de tener una pandemia antecedida por un estallido social, respecto a lo que pueda haber sido Aldoney o lo que me tocó a mí. No hay una forma de compararlo. (…) Lamentablemente en el caso de Jorge Martínez, hubo un discurso autoritario muy recurrente en la gestión del estallido social y también durante el tiempo de la pandemia. Tuvimos un discurso muy agresivo durante estos cuatro años y eso creo que no es bueno porque, en el fondo, más que unir o generar elementos de unión no coercitivos, termina haciendo que las personas se sientan desamparadas pero además perseguidas.

- ¿Cuál fue su contribución como intendente al control de la contaminación en el parque industrial?

- Nosotros partimos en ese tiempo justamente cambiando un eje que era de cómo se relacionaban los distintos actores de la bahía, que están vinculados con los procesos de contaminación, ya sea en términos de combustible o transferencia de combustible, lo que era la generación de gases en las empresas eléctricas, que apuntaron a generar otro tipo de gobernanza. Eso se continuó con Gabriel Andoney, pero obviamente en un país centralizado como Chile, donde todo se decide en Santiago, el plantear una gobernanza distinta es tremendamente difícil porque en el fondo existiendo un marco legal que permite hacer actividades de un tipo, un intendente o un gobernador está imposibilitado de limitarlas. La posibilidad de intervenir está más bien en un ámbito como se diría de la voluntad y no necesariamente de la ley. Ahí también creo que vamos a estar en deuda y vamos a seguir estando en deuda en la medida en que mantengamos este nivel de centralización.

-Cuando han pasado más de cinco años de los hechos, ¿considera que su remoción de la intendencia fue injusta? ¿Por qué?

- El cargo de intendente, que ya no existe, no es mío ni era de Aldoney, ni de ninguno de los que me superó en términos temporales o de los que estaban antes. Este cargo es del Presidente y a mí me tocó que el cargo era de la Presidenta, hizo una evaluación y determinó que era necesario un cambio, ya sea por razones políticas o de gestión. Sobre eso no hay mucho más que decir, porque los diseños de la política muchas veces cuando son cargos nominados, tienen que ver con las necesidades que se establecen desde el gobierno central. Pero sigo siendo un agradecido de poder haber estado en el cargo un año y medio, durante el cual uno trató de impulsar el sistema de la gobernanza, dejamos instalado el proyecto del tren a La Calera, establecimos temas de conectividad buscando formas de integrar la zona metropolitana con otros mecanismos de transporte.

Entregar más atribuciones

- ¿Qué espera de la gestión del gobernador regional, Rodrigo Mundaca? ¿Podría verse facilitada por el cambio político que hubo en la zona, con varios alcaldes del Apruebo Dignidad o independientes cercanos a su sector?

- El tener a los alcaldes como parte de un patrimonio político electoral, la verdad es que yo no sé si es tan relevante como puede ser tener más atribuciones. El gobernador Mundaca, en forma sistemática ha reclamado por una cuestión en la que todos estamos de acuerdo, que hay que traspasar mayores atribuciones a la autoridad regional. Y en el caso del gobernador Mundaca, él no puede hacer nada más que lo que le permite la ley que regula su cargo. Si no se modifica este precepto que digo yo que es la concentración de las atribuciones del estado, de los ministerios, ni Mundaca ni el delegado presidencial van a poder tomar decisiones efectivamente basadas en un análisis de carácter regional y no de carácter nacional.

- En definitiva, en este momento él no contaría quizás con las competencias para llevar a cabo el proyecto que propone, por cierto bastante ambicioso en cuanto a materias medioambientales, participación ciudadana y desarrollo sostenible.

- Me conmueve y estoy tremendamente de acuerdo en el ímpetu que le pone Mundaca a su cargo, creo que es lo que uno espera de una autoridad, que tenga compromiso con su región. Pero lamentablemente chocamos respecto a algo que en la política aprendí hace muchos años: nadie regala poder, nadie entrega gratuitamente poder, todo tiene que ganarse y conquistarse. (…) Es lo que se debería discutir (en la Convención), qué es lo que traspasamos, qué atribuciones entregamos al gobernador regional para que pueda intervenir en los distintos ámbitos del desarrollo económico. Si Mundaca en esto no tiene la compañía de esas atribuciones, su ímpetu va a quedar nada más que en una anécdota de lo que fue el periodo del primer gobernador en nuestra república.

Superar la duplicidad política

- ¿Es la figura del delegado presidencial un "freno de mano al proceso de descentralización", como acusó Mundaca, señalando que debe "pedir permiso" para reunirse con los servicios públicos?

- Para mí, lo relevante es que los gobernadores y los delegados tengan atribuciones que les permitan poder influir en el desarrollo de la región, que hoy día eso no ocurre. El 95% del presupuesto de lo que se gasta en la región se define en Santiago, el 5% corresponde al FNDR que es el que maneja hoy día el gobernador regional. Ahora, con buena voluntad uno podría decir "juntémonos, hagamos un ejercicio", pero eso yo creo que está superado más bien por una forma de trato que creo que no es la correcta. No creo que las autoridades, en particular cuando tienen compromisos regionales, tengan que estarse peleando como lo están haciendo, finalmente no es bueno para el gobernador, no es bueno para el delegado y tampoco para los ciudadanos.

- ¿Qué opinión le merece la petición de la Asociación de Gobernadores Regionales de eliminar el cargo de delegado presidencial? ¿Es una medida que iría en la línea correcta o no?

- Entiendo el sentido político que tiene la petición, que es en el fondo la eliminación para efectos de no generar esta duplicidad política de conducir la región, porque ese es el problema. Aquí se produce una duplicidad de función política, el legislador en su momento no lo consideró y dijo "yo distribuyo funciones y punto", pero acá hay una función política. Creo que eso, si no va acompañado del ejercicio propio de la atribución que se transmite, vamos a seguir con el mismo problema, porque imagino una región donde ya no tienes el delegado, como piden los gobernadores, pero tienes a un seremi que en vez de reunirse en la región con el delegado lo hace con el ministro en Santiago, en el fondo va a seguir siendo lo mismo, pero con una fórmula laboral distinta.

- A propósito de los reclamos que han realizado las nuevas autoridades regionales, ¿fue apresurada la elección de los gobernadores? ¿Debió postergarse a lo que resuelva la Convención Constitucional en términos de regionalización, como planteó en su momento el senador Jaime Quintana?

- La elección del gobernador es por sí un paso tremendamente importante porque ha gatillado un proceso de debate que se va a ir profundizando cada vez más y que, obviamente, la Convención en un rediseño total tiene necesariamente que dar cuenta de esta necesidad. ¿Por qué es importante? Porque hay que elegir gobernador sí o sí, o sea, nadie se cuestiona que vamos a tener que elegir presidente a finales de este año. Porque no nos olvidemos que la Convención propone y somos los ciudadanos los que tenemos que establecer o determinar cuál es el diseño final que va a tener la república. 2

Yo no creo que sea bueno juzgar a una autoridad por su desempeño en marcos completamente incomparables. (...) Lamentablemente en el caso de Jorge Martínez, hubo un discurso agresivo muy recurrente en la gestión del estallido social y también durante el tiempo de la pandemia".

Si no se modifica este precepto que digo yo que es la concentración de las atribuciones del estado, de los ministerios, ni (el gobernador) Mundaca ni el delegado presidencial van a poder tomar decisiones efectivamente basadas en un análisis de carácter regional y no de carácter nacional".

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"sIN UNA mirada más social, va a ser imposible tomar decisiones rápidas"

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- En los últimos días se ha vuelto a poner sobre la mesa la problemática de la sequía, considerando que las regiones entre Coquimbo y el Maule presentan un déficit de lluvias cercano al 60%. ¿En su época como intendente qué inicitaiva propuso para combatir los estragos de la escasez hídrica en la zona? - Hay algunas experiencias que han ido avanzando en materia de poder generar mayores recursos. Me tocó empezar a ver la posibilidad de la carretera hídrica, que fue una de las alternativas que nos pusimos en agenda con el Ministerio de Obras Públicas y especialmente con la Dirección de Obras Hidráulicas. Hubo otra que era el camino o el Canal de la Prosperidad, un proyecto que el mismo alcalde de Casablanca impulsó que era generar una pasada por todo el Río Maipo, con las aguas hacia el valle de Casablanca. Mirando el norte, se fueron desarrollando otras alternativas que eran la desalación del agua. - ¿Sería la desalinización la forma en que se podría garantizar la repartición igualitaria de un recurso tan importante como el agua, en momentos en que el clima dificulta su existencia? - Valparaíso, como área metropolitana, demanda aproximadamente más de tres metros cúbicos por segundo. Si uno montara un par de plantas desaladoras, podría liberar eso para atender lo que son las demandas de agua del interior, de la cuenca del Aconcagua. O sea, bastaría con que nosotros montáramos un par de plantas e inyectáramos esos tres o cuatro metros cúbicos de agua en Villa Alemana. La pregunta es por qué no adoptamos decisiones de esas características, que le den una mejor condición de vida a quienes más lo necesitan o por qué no instalamos una planta desaladora que pueda dotar de agua a la provincia de Petorca. Si no somos capaces de mirar esto bajo una mirada más social, va a ser imposible que avancemos en tomar decisiones rápidas y diligentes. Esa es una alternativa, yo la nombro porque es la que en el mundo está probada, hay más de 24 mil plantas en operación. 2