Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Servicios
  • Espectáculos

La rebelión de los palurdos

E-mail Compartir

Los policías y los bomberos llegan poco después que los móviles de la TV y los reporteros. Los incendios están consumiendo varios edificios desde hace un rato. Es una escena habitual en cualquier tragedia de este tipo, salvo por un detalle: los integrantes del primer grupo desenfundan arman automáticas y proceden a matar al resto.

En el edificio del Capitolio, en los tribunales y en las sedes académicas de EE.UU. las cruentas imágenes se repiten: grupos armados y altamente organizados masacran a legisladores, jueces, profesores universitarios y a cualquier símbolo de autoridad.

Por la TV, en las radios y a través de mensajes en los teléfonos móviles, un tipo que se hace llamar Talbott Reynolds explica: "El día de ajuste ya está aquí".

Es el delirante comienzo de la última novela de Chuck Palahniuk. En breve, El día del ajuste describe una suerte de revolución paleta en Estados Unidos.

Nacido en el estado de Washington, Palahniuk suele golpear a sus lectores con historias descabelladas, protagonizadas por marginales y tipos francamente fuera de sus cabales. Saltó a la fama en 1996 con su primera novela, El club de la lucha, una historia centrada en un grupo de hombres jóvenes cansados de la sociedad de consumo que decide volcar sus energías a una organización de peleas clandestinas que deriva en actividades terroristas. El libro fue llevado al cine por David Fincher como El club de la pelea y, de paso, fue la consolidación del mito de Brad Pitt.

Aunque con menos repercusión pública, Palahniuk ha seguido su particular carrera con historias muy similares, siempre describiendo a personajes que viven en los límites y que terminan traspasándolos. Algunas de sus obras alcanzan el estatus de mito urbano, como el cuento "Tripas", descrito por muchos como el relato "más asqueroso" del mundo y que -dice esta leyenda-, hasta provoca desmayos en la audiencia cuando se lo escucha en voz alta.

El día del ajuste hace honor a esa línea de ficción y no ahorra en detalles truculentos. Los revolucionarios siguen los dictados de un libro de tapas azules donde están compilados los pensamientos del tal Reynolds y que contienen precisas instrucciones para derrocar al gobierno y a sus dirigentes y transformar Estados Unidos. Días antes del "ajuste", en redes sociales se publica una lista donde la gente anota a quiénes les gustaría eliminar. Casi todos piensan que es una broma de esas tan típicas en la red, pero la cosa va en serio. Por todos lados, cuadrillas de obreros cavan enormes espacios que aparentan ser piscinas o estacionamientos, pero que en realidad serán usados como fosas comunes para las víctimas del "ajuste". Y empiezan los disparos.

Tras la revolución, Estados Unidos termina partido en tres grandes zonas, dos organizadas con criterios raciales y otra para la comunidad gay. Cada una tiene una estructura política distinta y tal vez vale la pena destacar el caso del "país blanco", pues se transforma en una especie de territorio feudal donde la ciencia y el progreso dan paso a una economía semi agraria y donde los nuevos señores hacen y deshacen como verdaderos reyezuelos.

El libro no tiene un solo protagonista, sino varios, cuyas historias se van entrecruzando a medida que avanza la trama. Muchos tienen en común ese rasgo marginal que siempre exhiben los personajes de Palahniuk. Son personas con poca educación y empobrecidas que han estado toda su vida al lado del camino y que encuentran en el mentado libro de tapas azules un camino para una "vuelta de tortilla" a la escala de la primera potencia mundial.

En cierto nivel, El día del ajuste puede leerse como un heredero ideológico de El club de la lucha, como si los protagonistas del libro más antiguo hubiesen tomado la decisión de llevar adelante su propia utopía.

De hecho, las frases que se le atribuyen a Reynolds tienen mucho parecido a los dictados de Tyler Durden, el protagonista de la primera novela de Palahniuk. "Si acumulas comida, se pudre. Si acumulas dinero, te pudres tú. Si acumulas poder, se pudre la nación", dice el libro azul que los autores del "ajuste" llevan con ellos a todas partes. "Solo después de haberlo perdido todo eres libre para hacer cualquier cosa", dice Durden en El club de la lucha.

Las obras de Palahniuk están llenas de este tipo expresiones, que se quedan dando vueltas en la mente del lector, casi como frases de libro de autoayuda. Son parte del sello de un escritor ágil y entretenido, que atrapa con sus historias, sin importar lo escabrosas que puedan ser.

Por sobre todas las cosas, Palahniuk parece ser un tipo muy observador y siempre ha puesto su mirada en esa parte de Estados Unidos que empieza cuando se abre la puerta del sótano y empiezan las conspiraciones, los mitos urbanos y las sectas. Tal vez, fue una de las pocas personas que no se sorprendió con el asalto al Capitolio perpetrado por simpatizantes de Donald Trump a comienzos de año. En una entrevista con el diario El País, de España, aseguró que el incidente "parecía la progresión natural de las cosas. Cuando uno no puede comunicarse, expresa su frustración de forma física. Es nuestra guerra para identificar a los nuevos líderes".

Tal vez él lo sabe mejor que otros, pues parece haber estado toda su vida mirando a esas personas.

Título: "El día del ajuste" Autor: Chuck Palahniuk Editorial: Literatura Random House Extensión: 396 págs. Venta: $16.000.

por shogun