Defensa de chofer de sicario pide excluir pruebas en juicio oral
CASO CORREA. Abogado de Riveros solicitó descartar declaraciones de su representado. Audiencia continúa hoy.
Después de una larga espera y de haber sido reagendada cinco veces la audiencia de preparación del juicio oral, ayer finalmente se llevó a cabo la instancia para preparar las pruebas que serán presentadas en el juicio oral por el asesinato por encargo de Alejandro Correa (60), empresario que fue ultimado el 18 de mayo del año pasado en el frontis de su casa, en Bosques de Montemar, en Concón.
En la audiencia estaban presentes los cuatro imputados: Renato López, autor intelectual del homicidio por encargo; Víctor Gutiérrez, sicario que habría recibido un pago para matar a Correa; Claudio Riveros, quien llevó a Gutiérrez en colectivo hasta la casa de Correa y a quien encontraron el arma del crimen, y Melissa Palma, expareja de Gutiérrez. Todos con sus defensores.
Sin embargo, por su extensión la audiencia se centró en la solicitud que hizo el abogado de Claudio Riveros, Ernesto Ardiles, quien pidió excluir en el juicio oral las declaraciones del imputado del 18 y 19 de mayo, y la del 20 de junio, todas del año pasado, porque, según el jurista, éstas no se dieron en legítima defensa porque su representado a esa fecha no tenía abogado.
La situación fue ampliamente discutida. Los abogados de Gutiérrez y López se adhirieron a la solicitud de Ardiles y los querellantes y el fiscal Stefan Kramar, que ha indagado el caso desde su inicio, se opusieron a lo requerido por la defensa de Riveros.
El fiscal Kramar dijo que se debía rechazar la petición porque con la prueba de Riveros se arrastraban elementos probatorios que tenía la Fiscalía contra López y Gutiérrrez. Expuso que "en este caso no se ha infringido en forma alguna ninguna de las garantías fundamentales que le asistían a Claudio Riveros en las calidades respectivas".
El persecutor aclaró que tomó conocimiento de todas las diligencias realizadas por la PDI cuando Riveros fue a declarar, el 18 de mayo del año pasado, y que "estaban más cercanas a la de un testigo que la de un imputado, pero preferí - ante cualquier duda e interpretación que se pudiera tener respecto del punto- que se le tomara declaración en calidad de imputado si así lo deseara".
Manifestó que Riveros ya había tenido procesos judiciales y conocía sus derechos, quiso declarar y dio de ejemplo que Gutiérrez se acogió a su derecho de guardar silencio.
En las declaraciones de Riveros se informaron sus derechos y también-precisó Kramar- cada una de ellas estaba firmada. El testimonio cuestionado, aseveró el fiscal, fue entregado como una versión de los hechos que llamó la atención del fiscal y luego, con más pruebas que sus declaraciones -arma y dinero- se decretó su detención dos meses después de haber declarado.
Defensas adhieren
A la petición de Ardiles se adhirieron las defensas de Víctor Gutiérrez y Renato López. El defensor de Gutiérrez, Carlos Oliva, manifestó que se sumó "por las circunstancias en las que declaró" y destacó que "la forma en la cual se obtuvo esa declaración fue coaccionada, lo cual (...) contamina toda la prueba".
El defensor de López, Héctor Petit, argumentó que "la transcendencia que tiene es que a partir de esta declaración se construye, por parte de funcionarios policiales, se desarrolla (...) una serie de diligencias" y "a través de su celular se llevó una línea investigativa para dar con mi representado, de allí la importancia de este inicio y por eso que me pliego".
Claudio Riveros fue acusado por la Fiscalía, tras el cierre de la investigación por homicidio simple, en calidad de cómplice, porte y tenencia ilegal de arma de fuego y municiones y receptación. Llevó a Gutiérrez tres veces a la casa de la víctima y lo esperó mientras asesinaba al ingeniero Correa.
"No se ha infringido en forma alguna ninguna de las garantías fundamentales que le asistían a Riveros".
Stefan Kramar, Fiscal
"A través de su celular se llevó una línea investigativa para dar con mi representado, de allí la importancia".
Héctor Petit, Defensor de López
17 de mayo llevó al sicario a la casa de la víctima. El 18 de mayo lo esperó y tenía el arma del crimen.