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DERECHO A PATALEO

Téngase presente (la cultura del hábitat)

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Hoy comienzan los alegatos en el 2° Tribunal Ambiental en relación a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que ostenta el proyecto de ampliación portuaria Terminal Dos, perteneciente a la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV).

Tal RCA fue otorgada con todo el peso del sistema reinante de tantos años en Chile como también en cientos lugares del mundo, para aprobar megaproyectos económicos en desmedro del hábitat, la salud, la vida y el patrimonio cultural de todos, que es nuestra memoria colectiva.

Toda una idiosincrasia justificada como "progreso" que hoy ya no se sustenta, porque ha significado un lastre ambiental en una sociedad globalizada que ahora enfrenta daños irreversibles para el planeta.

En el siglo XXI el desafío es la cultura del hábitat, donde todo está relacionado con todo, lo que pasa allá afecta acá porque todo ahí es multisistémico, y donde todo tiene la misma importancia, más allá de toda creencia, raza, política y frontera.

Se habla mucho de la dignidad hoy en día, de los derechos humanos, del medioambiente y los recursos naturales, de la paz y equidad social y el desarrollo sostenible. Todo eso junto es la cultura del hábitat, pero ocurre que siempre lo urgente se sobrepone a lo importante y lo urgente para el mundo político, el poder económico y también para la gente desprotegida, finalmente nunca es la cultura del hábitat, sino la sobrevivencia.

La sobrevivencia en el poder, la sobrevivencia en la miseria, la sobrevivencia en los desastres. Las partes y no el todo, aunque ahora el cuidado del hábitat es urgencia e importancia al mismo tiempo, cosa que aún no asimilamos.

Ante este drama, la dignidad no debería ser otra que el despertar la conciencia de todo ser humano con respecto al cuidado de su hábitat, es decir, a su territorio, a su cultura, a su pasado y su futuro y de ahí compartirlo con el hábitat de los otros, en otros países y continentes.

Trabajo, industria, cultura, urbanismo, patrimonio, ocio, historia, ciencia, ciudades, bosques, mar, glaciales, insectos, ballenas, ríos, desiertos, todo suma y todo importa.

Si el ser humano no entiende esto, será la naturaleza entonces la que nos llamará a terreno a aprender que la letra con sangre entra, que la cultura del hábitat con cambio climático entra.

Mientras tanto, los símbolos, los servicios de evaluación ambiental, los tribunales ambientales, las constituciones, los congresos, las cortes supremas, los palacios de gobierno, las asambleas de la ONU, el corazón humano, habrá que conquistarlos como si fueran territorios hasta que esa cultura del hábitat se haga costumbre.

Por gonzalo ilabaca,

pintor y ciudadano ilustre de valparaíso