Cartas
Libertades e institucionalidad
En septiembre, algunos hechos nos llenan de orgullo y nos unen, como la independencia de Chile, y otros nos inundan de tristeza y división, como el golpe de Estado.
Más allá de la tendencia política que cada quien profese, es menester de la sociedad civil procurar salvaguardar las libertades individuales y, con ello, la institucionalidad, para que las futuras generaciones no tengan que vivir con más cicatrices dolorosas y fechas que nos desunan, ni más dictaduras verde olivo o de cualquier otro color.
Pilar Lorenzoni Fundación para el Progreso
Dialogar y avanzar
Nuestra ciudad lleva años sin realizar proyectos que impliquen beneficios para toda la comunidad y, por el contrario, ha visto desaparecer la recalada de los cruceros y asiste inmóvil a una espiral de violencia destructiva que está espantando a las personas.
Pero la pandemia y la crisis económica que ésta ha generado requieren que todos los actores de Valparaíso seamos capaces de consensuar un camino, si bien no perfecto, que represente a una mayoría.
Un caso lo tenemos con la ampliación portuaria, resistida por parte de la ciudadanía que resiente, obviamente, el impacto que tendrá sobre el Valparaíso patrimonial. Se bien es correcto ese temor -¿quién puede querer una vista a una muralla de contenedores en lugar de la bahía?-, también es cierto que se pueden realizar ajustes que aminoren ese impacto.
Lo que he visto de la EPV, impulsora del proyecto, en el proceso de participación ciudadana "Valparaíso Dialoga", ha sido precisamente la búsqueda de una forma de salir del inmovilismo en el que nos encontramos y darle curso a la ampliación portuaria. Creo que la actividad portuaria es clave para la ciudad y la ciudad es clave para la actividad portuaria. Es una relación que potencia a todas las vocaciones de la comuna y que está en el ADN de los porteños. Debemos dejar de lado las diferencias y encontrar la forma de tener una actividad portuaria que vuelva a hacer brillar a Valparaíso.
Luis Soto Ramírez
Relación bilateral
La convivencia entre países vecinos puede ser buena o mala, pero será permanente. Nuestras relaciones con Argentina han estado plagadas de controversias y conflictos en los dos siglos transcurridos desde la independencia.
El 25 de enero de 1978, el gobierno argentino declaró "insanablemente nulo" el Laudo Arbitral de Su Majestad Británica la Reina Isabel II concerniente a la región del canal Beagle, cuyo cumplimiento estaba confiado "al honor de las naciones signatarias" del Acuerdo de Arbitraje o Compromiso firmado en Londres el 22 de julio de 1971. Tal declaración dio origen a una larga controversia que se extendió por ocho años y que nos tuvo al borde de la guerra.
Al respecto, el general Ernesto Videla Cifuentes escribió: "Después de una experiencia tan traumática como ésta, resulta insuficiente manifestar que algo así no puede volver a ocurrir. Los conductores de ambas naciones tienen la obligación de asumir siempre un papel activo en la construcción de la paz".
La Argentina de hoy solo puede explicarse por la Argentina que fue y nunca por la que quisiéramos que fuese. "No podemos juzgar el porvenir, sino por la experiencia del pasado" (Adolfo Ibáñez Gutiérrez).
Adolfo Paúl Latorre Abogado
Aguinaldo de Fiestas Patrias
El aguinaldo de Fiestas Patrias es una ayuda económica habitual para las celebraciones del 18 de septiembre y pensada para aliviar los gastos que realiza la ciudadanía para las celebraciones, como, por ejemplo, en alimentación.
Según el Instituto de Previsión Social (IPS), para los empleadores otorgar aguinaldo a sus trabajadores no es una obligación de fuente legal. Sin embargo, un trabajador del sector privado sí puede tener derecho a recibirlo en caso que esté contemplado en su contrato de trabajo, o exista un contrato o convenio colectivo donde esté incorporado como cláusula. En estos casos sí puede ser exigido al empleador (empresa) como un derecho de los trabajadores.
Como la productividad laboral es una pieza clave para mejorar los procesos productivos de las empresas, aprovechar estas instancias de apoyo a los trabajadores permite aumentar la productividad vía incentivos económicos. Junto con esto, el momento en que se realicen estos incentivos también juega un rol clave, lo cual hace que este periodo de incertidumbre económica sea un momento ideal para impactar positivamente en el bienestar y productividad de los trabajadores.
Denis Muñoz Docente UNAB, ingeniero comercial, Magíster en Economía Aplicada
El rol clave de la educación
El tema del desarrollo sostenible en Chile ha tenido un progresivo crecimiento y en general en las políticas públicas, en el área económica y en los medios de comunicación. Diversas industrias dan cuenta de las acciones que están haciendo para mejorar sus huellas de carbono, el uso de energías renovables, el reciclaje, programas para favorecer una menor contaminación, etc. Todo ello es valedero y debe incrementarse más aún y en todas las fuentes productoras.
Sin embargo, éstas y otras medidas que puedan desarrollarse en ámbitos como el transporte, la producción de alimentos, la construcción o en otros, no perdurarán si no se instalan estos temas en los valores, conocimientos y actitudes de la población de todos los niveles etarios.
El año 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especificando 17 objetivos concretos que van desde los temas más evidentes (energía no contaminante, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumos responsables, acción por el clima, vida de ecosistemas terrestres, etc.) hasta enunciados más sociales, como salud y bienestar, educación de calidad y alianzas para el logro de los mismos.
Cuando observamos los debates y comunicaciones sobre este tema en el país, llama la atención lo ausente que está el tema educativo, que, como instancia formadora que es por excelencia, debe favorecer estos propósitos en todos los niveles educativos, incluyendo las familias y comunidades para que niños/as y jóvenes puedan aplicar en el hogar y sus territorios todo lo aprendido.
En eso, la educación puede ayudar mucho, pero hay que potenciarla y darle su lugar en esta difícil tarea que debe asumir toda la humanidad.
Dra. M. Victoria Peralta Académica UCEN y Premio Nacional de Ciencias de la Educación