Maduro llegó de sorpresa al Celac y dos líderes rechazan su presencia
MÉXICO. Mandatario venezolano, por cuya captura hay una recompensa de 15 millones de dólares, desafió tras asperezas a un "debate sobre democracia" a los presidentes de Paraguay y Uruguay.
Efe/Redacción
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó ayer sorpresivamente a México para participar en la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que incluye a 33 países, lo que tensó los ánimos y generó un cruce entre el líder chavista y los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Mario Abdo Benítez.
"Mi presencia en esta cumbre en ningún sentido o circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente", dijo primero Benítez.
Cuando llegó el turno de Lacalle Pou, el mandatario fue aún más enfático contra la presencia de Maduro. "Compartimos la autodeterminación y la no intervención, pero uno de los elementos que impulsa la Celac es la democracia y la democracia es el mejor sistema que tienen los individuos para ser libres. Y por eso participar de este foro no significa ser complaciente", aseguró.
"Cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando desde el poder se usa el aparato represor para callar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros en voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela", zanjó.
Respuesta desafiante
Tras el discurso de Lacalle Pou, el siguiente en intervenir fue justamente Maduro, quien no se esperaba en la cumbre dado que EE.UU. ha ofrecido 15 millones de dólares por su captura (ver recuadro).
"Nosotros creemos profundamente en el diálogo de diversos, y yo le digo al presidente de Paraguay: ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre democracia… en Paraguay, en Venezuela y en América Latina, y estamos listos para darlo. O lo digo un poco más, si me permiten la pasión: ponga usted, presidente Lacalle, la fecha, el lugar, para un debate", arremetió el presidente venezolano.
Y continuó: "O ponga usted, presidente López Obrador, que Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de lo que haya que debatir, de neoliberalismo. De cara a los pueblos, de transmisión en vivo y en directo, en privado, como ustedes quieran, con respeto, sin exclusiones".
Maduro llamó a "pasar la página del divisionismo que se insertó en América Latina, del acoso a la revolución bolivariana y ahora al acoso incesante a la revolución cubana y la nicaragüense". "Ese no es el camino. Tendríamos suficientes piedras que tirar contra algunos de ustedes, pero no vinimos a tirar piedras, vinimos a tender la mano para el trabajo y para la unión en los grandes aconteceres", dijo desafiante.
México salió en apoyo
México, sede de las negociaciones entre el Gobierno y la oposición venezolana, se inclinó hacia el bando de Maduro con apoyos mutuos sobre una propuesta del mandatario Andrés López Obrador para crear un símil a la Unión Europea, pero en América Latina y el Caribe.
Señaló que este ideal sería posible si se llega a acuerdos sobre tres asuntos: la no intervención y autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo, y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.
La idea fue secundada por Maduro, quien dijo que "hay que construir una nueva institucionalidad de la Celac".
Antes "había un diálogo interregional muy valioso. Les propongo que retomemos, en términos inmediatos, los tres consejos de ministros más importantes", agregó en referencia al social, económico y uno de cancilleres que "mantengan el rumbo y ritmo del consejo de ministros de lo político".