Crece tensión por submarinos nucleares: Francia llama a consulta a dos embajadores
TENSIÓN. Gobierno calificó de "puñalada por la espalda" decisión de Australia de comprar submarinos estadounidenses y no franceses, pese a contrato.
La ruptura por parte de Australia del contrato de venta de submarinos franceses y su sustitución por estadounidenses a propulsión nuclear, generó profunda molestia en Francia, donde se habla de "traición", y el Gobierno realizó un inusual llamado a consulta de sus embajadores en Washington y Canberra.
La decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de llamar a consulta a los representantes de sus dos aliados fue inédita, dado que París nunca había elevado de esta manera la tensión diplomática con Estados Unidos, incluso considerando la Guerra del Golfo de 2003 o los años presidenciales de Donald Trump.
El golpe a los intereses galos, "una puñalada por la espalda", en palabras del jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, marcó también el final de la luna de miel entre Francia y el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.
"Entre aliados esto no se hace", dijo Le Drian. Francia, estaba entusiasmada con el retorno de Estados Unidos al multilateralismo, pero descubrió que sus proyecciones no resultaron como esperaba.
"Esta decisión excepcional se justifica por la gravedad excepcional de los anuncios realizados el 15 de septiembre por Australia y Estados Unidos", dijo Le Drian sobre el llamado a las ambas embajadas.
"inaceptable"
La razón de la furia francesa fue detallada por el canciller francés quien explicó que Francia y Australia mantenían un acuerdo vinculante desde 2016 sobre submarinos clase Attack que ahora quedó cancelado tras la ruptura australiana.
"El anuncio de una nueva asociación con Estados Unidos (…) constituye un comportamiento inaceptable entre aliados y socios", sentenció Le Drian. "Sus consecuencias afectan directamente la visión que tenemos de nuestras alianzas, de nuestras colaboraciones y de la importancia del Indopacífico para Europa", agregó.
La ya conocida como "traición de los submarinos" se produjo pocas semanas después de que Estados Unidos orquestara sin coordinación con Francia su retirada de Afganistán y de que prolongara de forma "arbitraria", según el Gobierno francés, la prohibición de entrada en su territorio de ciudadanos europeos, incluso vacunados contra covid-19.
Daño entre aliados
Más allá del daño económico, el Elíseo considera que hay una pérdida de confianza con dos países amigos que puede conducir a reevaluar su concepción de alianzas.
"Un comportamiento así es inaceptable entre aliados", dijo una fuente de Gobierno al diario francés "Le Monde".El escozor es patente en París por la pérdida de un contrato valorado en 65.800 millones de dólares para entregar a Australia 12 submarinos de propulsión convencional.
A cambio, Canberra se dotará de submarinos nucleares estadounidenses en un acuerdo trilateral del que también participa Reino Unido. Sin embargo, París no llamó a consulta a su embajadora en Londres.
El acuerdo, llamado Aukus, genera un evidente daño económico a Francia, pero también en el plano geostratégico, porque minimiza su influencia en el escenario indopacífico, donde cuenta con intereses directos por sus territorios ultramarinos.
Washington, Londres y Canberra consideran el acuerdo un frente de defensa frente al expansionismo chino, mientras que París pretende jugar una carta más tibia con Pekín.