El objetivo del Festival de la Canción de Viña del Mar, creado hace más de 60 años, era innovar en los tradicionales atractivos veraniegos de la ciudad, ofreciendo un espectáculo popular similar a aquellos exitosos que se venían realizando en otros centros turísticos del mundo.

La iniciativa fue exitosa. Junto con atraer visitantes de todo el país y del exterior, significó un mayor movimiento del comercio y los servicios en general, en especial la gastronomía y la hotelería.

El éxito del Festival, paralelamente, interesó a los medios de comunicación, inicialmente la radio y luego la televisión, que encontraron en el evento un factor de sintonía y venta de publicidad.

Por todo lo anterior, la nueva suspensión del Festival significa daños en varios frentes, más allá de los límites de la comuna o de la Región.

En esa línea, la Comisión Festival de la municipalidad y los canales operadores del Festival, 13 y TVN, están buscando actividades de mitigación de ese daño, especialmente centrados en lo que la suspensión significa para la economía local que intenta levantarse tras los negativos efectos de la violencia de 2019 y las restricciones de la pandemia que limitaron numerosas actividades.

En encuentros entre representantes de la municipalidad y de la estaciones emisoras se han negociado propuestas que signifiquen un atractivo para el visitante. Se consultan tres megaeventos que serían trasmitidos a todos el país: un homenaje a Nicolás Massú, la inauguración del Teatro Municipal y la fiesta de fin de año.

En cuanto al fin de año, se consultaría un espectáculo que acompañe al tradicional festival pirotécnico del Puerto que se ha venido realizando conjuntamente con Valparaíso y Concón. Dentro de esa misma idea, es lógico una integración veraniega de las tres comunas costeras, cubriendo todos los meses de la temporada. En ese sentido, los atractivos se deben centrar en diversas actividades que van desde el deporte hasta lo cultural. Para todo hay público.

Pero más allá de actividades en terreno, importa marcar la presencia nacional e internacional de Viña del Mar a través de la televisión, mostrando los espectáculos planeados y los lugares de mayor atracción local.

Frente al interés turístico propio de Viña del Mar, se debe tener presente que hay muchos puntos atractivos en el país que luchan por marcar presencia y también por la recuperación tras largos meses de restricciones.

En la mantención y la revalidación de la marca "Viña del Mar" tiene un rol importante la televisión promoviendo la ciudad y sus atractivos, teniendo presente los beneficios que ese medio ha logrado gracias al Festival de la Canción, pionera iniciativa promocional local que es un patrimonio de la ciudad y que se debe preservar más allá de la actual contingencia.

Cada 30 segundos se diagnostica un cáncer de mama en el mundo. Este tipo de cáncer es el que se prescribe más comúnmente en mujeres y sabemos que la detección precoz, una mejor comprensión de la enfermedad y un acercamiento personalizado al tratamiento aumentan los índices de supervivencia.

Entonces, resulta necesario observar la perspectiva de género en el cáncer de mama: las mujeres hemos sido educadas en el rol reproductivo de mujer cuidadora, con el mandato social de proveer de atención y cuidados a nuestras familias, para atender primero la salud de quienes nos rodean y en ocasiones, cuando no podemos más, pensar en la nuestra. Si las mujeres nos consideráramos prioritariamente a nosotras mismas para atender nuestras necesidades y en especial nuestra salud en forma preventiva, posiblemente, muchos problemas de salud pública se reducirían. Pero lo anterior no es fácil en una sociedad que reproduce roles y estereotipos de género, una idiosincrasia que se resiste a la corresponsabilidad en las labores de cuidado y domésticas, una sociedad en la que las familias monoparentales van creciendo, recayendo en las mujeres ya no solo cuidar y desarrollar las tareas domésticas, sino que proveer los recursos económicos. Además, se romantiza el rol de cuidado, lo que obstaculiza aún más el "no sentir culpa" cuando nos priorizamos y valoramos nuestra salud como un derecho humano necesario y absolutamente trascendente para el desarrollo de nuestras autonomías.

Se inicia un mes en el que conmemoramos el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer de Mama, en el que el mensaje principal es sensibilizar sobre la importancia de la detección precoz y aprender a realizarnos la autoexploración desde los 20 años en forma periódica, a fin de mejorar el pronóstico y supervivencia.

Es una nueva oportunidad de relevar la importancia del apoyo emocional (el que de acuerdo con la OMS, es uno de los elementos para reducir el impacto de la enfermedad y calidad de vida de las mujeres); el fortalecimiento de la autonomía para la toma de decisiones, el conocimiento y apropiación del cuerpo; la promoción de una atención oncológica con perspectiva de género que atienda la situación emocional e identifique las otras desigualdades de género que subyacen a la vida cotidiana de las mujeres, y muy especialmente, y con sentido de urgencia, es una oportunidad para consolidar el empoderamiento individual y colectivo, trabajar en la desnaturalización de los roles de género y visibilizar el impacto negativo que estos tienen en la salud integral y calidad de vida de todas nosotras.