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El pasado 6 de octubre, el alcalde Jorge Sharp y el director país de la empresa Veolia Chile, Elier González, firmaron la extensión de contrato que permitirá que la privada siga operando el relleno sanitario El Molle por los próximos 36 meses que finalizan en 2024. Fue una decisión de última hora, debido a que el lunes 4 del presente mes finalizaba el acuerdo entre las partes, por lo que en concejo extraordinario se aprobó por 8 votos a favor y 2 abstenciones que la firma siguiera a cargo.
"Éste es un acuerdo histórico para Valparaíso. Iniciamos un nuevo camino con un acuerdo junto a la empresa Veolia que nos va a permitir, por una parte, subir de forma muy importante el estándar ambiental que tiene el relleno sanitario, que es un objetivo que comparte tanto la municipalidad como la empresa, como también las comunidades. Y, en segundo lugar, va a reportar para la Municipalidad de Valparaíso un aporte económico que en tres años -que dura la activación del contrato- va a suponer al menos $3.000.000.000 con los que no contábamos antes", destacó el jefe comunal.
Durante la sesión del Concejo, en tanto, el alcalde Sharp expresó que "una de las cosas que vamos a tener que hacer son precisamente -y eso lo vamos a hacer durante este segundo semestre-, los estudios necesarios para poder evaluar cuál es la decisión que hay que tomar en su momento. Si bien el cierre del relleno o su ampliación en cuanto a su utilidad, a su vida útil".
Necesidad de urgencia
La continuidad o no de El Molle es el tema más relevante en lo que se refiere a la basura en la región en este momento. ¿La razón? De los tres rellenos sanitarios que existen en la zona (ver recuadro), es el que atiende a la mayor población -un 64,13%-, y además su fecha límite de existencia se acerca a pasos agigantados, lo que hace necesario resolver el tema ante la posibilidad de necesitar un nuevo lugar, cuya implementación demora cerca de 10 años.
El Molle comenzó a operar en 2013, con el fin de eliminar los basurales y vertederos ilegales preexistentes en el sector desde la década de los 80, permitiendo la disminución de los impactos ambientales. Su vida útil se proyectó en 18 años, por lo que para el 2028 debería estar cerrado, según indica el informe "Actualización de la situación por comuna y por región en materia de rsd y asimilables", publicado en septiembre de 2019 por la Subdere. Según indicó Sharp en el Concejo Extraordinario, los escenarios posibles son que el 2024, cuando se termine el contrato con Veolia, "el relleno va a tener cuatro años más y por tato hay que preocuparse del plan de cierre o, en caso contrario, tramitar la RCA para poder obtener la ampliación de la vida útil del relleno".
Pero para el experto en el tema, Marcel Szantó, el tiempo apremia. Este Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid, España, y actual profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, lleva 45 años estudiando el tema de los desechos y desde su perspectiva, "estamos en emergencia sanitaria igual". Esto porque desde su perspectiva los estudios deberían haber comenzado antes, pues "tendremos que hacer el estudio para la anotación, habrá que hacer el estudio para el diseño, y los estudios de impacto ambiental, la consulta ciudadana, los recursos para construir. Son procesos que, a la larga, demoran 10 años", asegura.
Y existen varios antecedentes que se deben considerar a la hora de analizar el cierre, entre ellos, si existe el lugar para poder construir otro relleno y el costo que éste podría tener. "Si el terreno está más allá de 15 o 20 kilómetros del centro de gravedad de la generación de residuos, esto se encarece (...). Si el camión está más allá de 20 km tenemos que colocar una planta de transferencia. Y si yo pago más de $10 la tonelada, probablemente pague $8 por la transferencia. Entonces, se me empieza agrandar el costo de gestión y de disposición final", explica Stazó.
Desde esta perspectiva, asegura que lo que se busca son terrenos cercanos. Y la pregunta cabe de cajón: ¿Dónde tienen Valparaíso o Viña del Mar un terreno cerca? "En ninguna parte". "Ancud está recorriendo más de 120 kilómetros para poder llegar a su vertedero que está en Los Ángeles; Temuco está recorriendo alrededor de 130, lo cual es una barbaridad", comenta el experto. Un riesgo que no está tan lejano a la realidad local, pues el académico sostiene que "a nosotros nos podría pasar lo mismo si es que tuviéramos que ir a Santiago. Nosotros podríamos salir de aquí a Santiago Poniente, a Maipú, o podríamos salir a KDM, o a Tiltil".
Por eso es enfático al decir que "no tienen tiempo para pensar", e incluso, confiesa que "me ofrecí muchas veces a colaborar, saber cómo les podía ayudar para formar y hacer músculo para que ellos pudieran hacerlo, buscando mejores opciones. La universidad siempre ha estado abierta y siempre les ha ayudado, no hemos tenido ningún problema. Nunca he querido ser pájaro de mal agüero y decirle: 'Alcalde, esto no va a resultar'. Esto se postergó hace 3 años y ya se olvidaron".
"Es preocupante que la Municipalidad de Valparaíso no haya previsto oportunamente la situación. Esperamos que ahora la municipalidad haga todas las gestiones necesarias para resolver a tiempo una solución sustentable que permita una adecuada gestión sanitaria y ambiental de sus residuos", dijo por su parte la seremi de Medio Ambiente, Victoria Gazmuri.
Otro punto tocado en el Concejo porteño fue el de los recicladores de base - funcionarios que trabajan dentro del recinto-, respecto a los cuales el alcalde dijo que hubo un encuentro en el que se les aseguró que, dada las condiciones precarias de trabajo y que no han tenido buena relación con la empresa, la Municipalidad de Valparaíso asumirá la relación laboral con ellos.
Según un informe elaborado por Veolia, llamado "Catastro de Recicladores de Base Relleno Sanitario El Molle", "se identificó un total de 202 trabajadores, distribuidos en el CTR (51 recicladores) y en el Frente de Trabajo (139 recicladores en el Sindicato y 12 independientes)". "Los materiales recolectados por los recicladores son seleccionados entre medio de los residuos que descargan los camiones, tanto en el CTR como en el Frente de Trabajo, y luego son clasificados y acopiados para venderlos. En palabra de los recicladores, su trabajo 'está aumentando la vida útil del Relleno' y 'ayudando al planeta'. Pese a esto, el proceso de recolección de los materiales se realiza tardíamente, es decir, cuando ya se han mezclado con los residuos perdiendo materiales y desvalorizándose su calidad", asegura el documento. Al respecto, el profesor Marcel Szantó, considera que hay que sacarlos del lugar y hacer un trabajo con ellos para que realicen sus trabajos, previo a que los residuos lleguen al relleno, lo que también ayudaría al proceso de reciclaje.
Bajar los residuos orgánicos
Si bien lo que suceda con El Molle es de vital importancia, hay otro tema en que el que tanto Szantó como la seremi ponen énfasis, y tiene que ver con tener planes y estrategias de economía circular en torno a los desechos. "Una cosa que nunca he entendido desde cuando empecé con esto hace 45 años -dice el académico- es que la gestión de la basura se debe hacer porque afecta la salud de las personas, pero alguien definió 'basura' como el papel, el cartón, el plástico y el metal. Y lo único que afecta a las personas es la materia orgánica".
Precisamente sobre este punto, la seremi Gazmuri indica que "en nuestra región, más del 50% de los residuos domiciliarios corresponden a residuos orgánicos". "En ese sentido, como Ministerio del Medio Ambiente hemos publicado la 'Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos', instrumento cuya meta principal es pasar de la actual tasa de valorización de residuos orgánicos que alcanza el 1% a un 66% de valorización de estos residuos al 2040, lo que permite avanzar en disminuir los gases efectos invernadero que provocan el cambio climático y alargar la vida útil de los rellenos sanitarios".
En concreto, según dice el informe, se busca que la ciudadanía "genere sustancialmente menos residuos orgánicos y separe en origen aquellos que no logran evitar, en sus hogares, comercios, oficinas, establecimientos educacionales, parques, mercados y ferias libres, además de contar con infraestructura, equipamiento y sistemas logísticos que permitan que los residuos orgánicos sean utilizados como recurso en la producción de mejoradores de suelo, energía eléctrica y/o térmica".
Con este objetivo en mente, se propone cumplir con metas intermedias de aquí al 2030 que son: valorizar un 30% de los residuos orgánicos generados a nivel municipal; contar con 500.000 familias que utilicen composteras y/o vermicomposteras en sus viviendas; llegar a 5.000 establecimientos educacionales con composteras y/o vermicomposteras; alcanzar 500 barrios del programa "Quiero mi Barrio" haciendo compostaje y/overmicompostaje; contar con un 50% de las instituciones públicas separando en origen y valorizando los residuos orgánicos que generan; lograr que todos los parques urbanos administrados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) valoricen los residuos orgánicos generados, preferentemente en sus instalaciones.
El documento dice que entre los actores protagónicos están las municipalidades que "requerirán capacidades y recursos para y ejecutar esta transformación. Por ello, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) creará un Programa de Residuos Orgánicos, que apoyará a las municipalidades maximizando la utilización de los recursos de toda índole disponibles en el engranaje público, así como buscando nuevas líneas de financiamiento en el sector público y privado".
"Yo estoy contento, porque en el Ministerio ya no se llama departamento de residuos, sino que se llama departamento de economía circular. Es uno de los primeros ministerios de América Latina y el Caribe en considerarlo, y además, desarrolla esta hoja de ruta que significa hacia dónde vamos a caminar, qué hay que corregir y desde dónde se puede perfeccionar. Pero tenemos carta de navegación, no podemos seguir caminando y encontrarnos con un escollo y ponernos a llorar. No es posible que sigamos viviendo de las contingencias", destaca el profesor de la PUCV.
Para la seremi Gazmuri "el cambio climático es una realidad y el llamado es avanzar hacia una economía circular, donde se fortalezcan las políticas públicas locales de valorización de residuos y se vaya reduciendo la disposición final"; y agrega que "las decisiones que se tomen por parte de la municipalidad requieren de una correcta planificación y diligencia de las acciones necesarias para factibilizarlas en el marco de la normativa vigente", finaliza. 2
Si el terreno está más allá de 15 o 20 kilómetros del centro de gravedad de la generación de residuos, esto se encarece".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
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La meta principal es pasar de la actual tasa de valorización de residuos orgánicos que alcanza el 1% a un 66%".