El factor Brito sacude el
Desde hace algunas semanas me da la impresión de que ya comienza a menguar la luna de miel de la nueva alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, con la ciudadanía y sus colaboradores.
Mucha bulla, mucha denuncia contra la gestión de Virginia Reginato. Pero ahora empiezan a aparecer las primeras críticas a su gestión y al tan particular estilo de gobernar de ella y su equipo. En primer lugar, para nadie es un misterio que el hombre fuerte es el coordinador de la planificación del comité técnico, el abogado Janna Sakalha. Algunos incluso comparan sus responsabilidades con las que María Angélica Maldonado, la "Manam", tenía en el municipio: tampoco está contratado, es decir, no está sometido al Estatuto Administrativo y queda muy lejos del alcance de la Contraloría. Sakalha se desempeña a honorarios, por un sueldo no menor de $4.000.000, siendo la remuneración más alta de todo el municipio bajo esta modalidad. Según Transparencia, sus funciones son: "Generar reuniones con directores, jefaturas, profesionales o equipos de trabajos de distintas unidades municipales con el objeto de coordinar temas relevantes encargados por la alcaldesa; coordinar y gestionar reuniones con equipos e instituciones locales, regionales o nacionales, para unificar acciones e intervención con el fin de beneficiar a los usuarios que se atienden en la comuna; proponer y gestionar los contenidos para la agenda de la alcaldesa para el año 2021; acompañar a la alcaldesa en reuniones solicitadas por la Ley de Lobby y registrar el contenido de ésta; evaluar e informar del funcionamiento de diversas comisiones que puedan tener incidencia en las resoluciones de alcaldía".
Por otra parte, Leonardo Rissetti es el administrador municipal, supuestamente el funcionario que viene inmediatamente después del alcalde en cuanto a importancia dentro del organigrama municipal. Rissetti, quien hasta hace poco era el secretario nacional de Revolución Democrática, fue propuesto por el diputado Jorge Brito, quien también hace equipo político con él y Sakalha. Según un concejal molesto con el municipio, "todos sabemos que Janna es quien manda, incluso él negocia con nosotros -los concejales- todos los temas".
Pero la complicación mayor para Ripamonti viene desde los propios ediles que hacen coalición con ella, especialmente los del Partido Comunista, quienes desde hace varias semanas le notificaron que Paulina Mardones, la segunda al mando en la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco), detrás de Natalia Brauchy, solo se estaría dedicando a hacer campaña para su exjefe y amigo, el diputado Brito. Los concejales del PC le dijeron a la alcaldesa que, de seguir esta intervención política por parte de los funcionarios militantes de RD, ellos irían a la Contraloría para denunciar estos hechos.
El problema es que Mardones no es una aparecida en RD: fue ella quien estuvo detrás de la renuncia al partido del diputado Renato Garín. Según éste, Mardones, mandatada por Brito, fue quien escarbó en las causas llevadas en contra del exdiputado y hoy constituyente, intentando construir un montaje en su contra de manera de sacarlo del partido, cosa que finalmente ocurrió.
Pero Paulina Mardones puede estar tranquila: su padrino político Jorge Brito ya le manifestó a su equipo que su colaboradora era "intocable" en el municipio.
Finalmente, el diputado Brito también pudo instalar como gerente de la Corporación Municipal de Viña del Mar a Jorge Cea, quien fue su socio cuando formaron juntos la sociedad denominada "La Quinta Emprende", y a su hermana Camila Brito Hasbún, quien con sólo unos días de titulada ingresó al gabinete de la alcaldía, ganando la suma más alta del equipo a contrata, $2.734.651.
De esta manera, Brito logró asegurarse los principales cargos de la Municipalidad de Viña del Mar, no solo mirando su reelección, sino más bien buscando su proyección al Senado para el año 2025, tratando de superar así a su rival interno de RD y del FA en la zona, el senador Juan Ignacio Latorre.
avispero municipal en Viña
por gabriela chomer