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tiempos propios y que hoy día la derivada que se la ha dado en Chile, al menos, es una derivada más política, con otro tipo de intereses.
- ¿Hay elementos que justifiquen en este momento la presentación de un libelo acusatorio o hubiese sido mejor una comisión investigadora?
- Las comisiones investigadoras, lamentablemente, han tenido el mismo resultado que las acusaciones constitucionales, los criterios que priman son más bien político partidistas que el fondo. Aquí lo que se está viendo no es una responsabilidad política, aquí lo que se está investigando es un eventual delito y por lo tanto no le corresponde al Congreso fiscalizar esta actuación del gobierno, le corresponde a la Fiscalía. (…) Aquí lo preocupante sería si es que hubiera habido un delito, una eventual presión por parte de la minera o de este negocio para actuaciones del gobierno, lo que descartaron el tribunal de primera instancia, la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema por unanimidad; es decir, no fueron capaces de probarlo y eso es un dato a favor del Presidente.
- Si bien el mismo Piñera dijo que se trata de hechos que no son nuevos y que "fueron resueltos por los tribunales de justicia el año 2017", el fiscal nacional Jorge Abbott decidió abrir una causa penal. ¿Cuán graves pueden ser las consecuencias judiciales para el Presidente?
- Lo que habría que ver si es que surgen hechos nuevos, porque si son los mismos hechos ya no se puede hacer nada, porque es lo que se determina cosa juzgada, porque ya se resolvió sobre la materia. Si no existiera esa garantía, a cualquiera que no le guste el resultado de un juicio podría volver a insistir infinitamente con lo mismo. Ahora, si es que hay antecedentes nuevos probablemente podría influir, pero si no, no hay herramientas jurídicas para que tenga algún efecto.
"MAL NEGOCIo"
- El senador Manuel José Ossandón aseveró que "es muy difícil que el Presidente no haya sabido de un negocio de ese nivel". ¿Qué opina?
- Si al senador Manuel José Ossandón le parece tan cuestionable o dudable la situación, lo que debería hacer es proponer un proyecto de ley para que estas situaciones en el futuro no se vuelvan a producir; y la pregunta es qué proyecto ha presentado en esa línea, porque lo más fácil es dar declaraciones. Hay herramientas para evitar que no se produzca más, ni siquiera la duda, pero no ocurren, no están. Entonces, la pregunta de fondo es cuál es verdaderamente la preocupación de que estos casos no ocurran en Chile, para que no existan dudas sobre la institucionalidad. Si es una cuestión más bien de un interés político o tiene relación con un legítimo interés institucional, lo que me parecería correcto que exista, porque todas estas cosas tienen que ir mejorando en el tiempo.
- ¿Es conveniente para los presidenciables entrar en esta polémica, más allá de si van a respaldar o lanzar dardos a Piñera?
- Éste es un mal negocio para los presidenciables en general. Para los de oposición hay un margen demasiado estrecho, en el sentido de que incluso el medio que publicó que habían sido hechos nuevos ya se desdijo, el elástico es demasiado corto. Y por parte del candidato que está por la misma coalición del Presidente, meterse en esto cuando le corresponde al Mandatario y al gobierno salir a aclarar la situación, también termina siendo un zapato chino, porque no es algo que pueda dar fe o no de una intención, que al final es lo que se está buscando juzgar o cuestionar. ¿Cuál es la probabilidad de que alguien como Sebastián Sichel conozca o hubiera conocido la verdadera intención del Presidente cuando hizo su fideicomiso ciego? No tiene ninguna posibilidad. Entonces tanto oposición como oficialismo tienen todas las de perder.
Unidad ante la segunda vuelta
- En la última encuesta de Pulso Ciudadano el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, superó por primera vez a Sebastián Sichel en un sondeo de este tipo. Al respecto usted mencionó en redes sociales que el exdiputado "no le ha quitado votos a Sichel, ambos crecen en diferente magnitud". ¿Se ha ralentizado el crecimiento del expresidente del Banco Estado? ¿Por qué?
- El desafío que tiene en particular la centroderecha, tanto Sebastián Sichel y JAK, es cómo hacer para que ese traspaso de votos de uno hacia otro lado no sea una suma cero, es decir, no lleguen a un techo y desde ahí se distribuyan entre los dos. El desafío es cómo lograr que crezcan ambos, si el desafío es llegar juntos a una eventual segunda vuelta, porque es la única alternativa. Me parece que el problema que ha tenido Sebastián Sichel y que se ha visto reflejado en las encuestas, es que no se ha logrado poner en el papel del candidato desafiado. Es decir, le quedó muy bien el del candidato desafiante en las primarias, pero hoy día su rol es distinto y en el debate se vio que muchos intentaban atacarlo, porque era uno de los dos que probablemente pasaba, o pasa, a la segunda vuelta.
- El ex parlamentario de la UDI es el candidato que más rechazo genera (31%), según la medición de Pulso Ciudadano. ¿Tiene margen para disminuir esa reticencia que genera su figura en la ciudadanía?
- Creo que el rechazo hacia una figura pública es condicionante, pero no determinante. Es decir, podría a priori jugar en contra, pero en una eventual segunda vuelta la elección termina siendo binaria, es uno o el otro. Si el otro candidato también es un candidato que tiene un rechazo importante, o más aún, no logra capitalizar el rechazo a la figura de Kast a su favor, podría no llegar a determinar la elección. (…) Mientras todos los adversarios están diciendo que él es el candidato de extrema derecha, pero él intenta tener un discurso no alejado de lo que era la UDI en los '90, la única forma de hacerlo es apareciendo más, teniendo más posibilidades de confrontar sus ideas con los otros; y lo que se vio en el debate presidencial que hubo es precisamente eso, que no se vio una persona extrema, sino que al contrario y hasta en las formas, era una personas muy calmada en proponer sus ideas.
Sin flancos en la izquierda
- En los distintos sondeos que se han realizado, el único que parece más o menos firme casi desde el comienzo es el diputado Gabriel Boric (Apruebo Dignidad). ¿A qué atribuye esto? ¿Los nombres que comulgan ideas similares no podrían mermar sus opciones?
- Finalmente el peligro que tenía Gabriel Boric era que se le abriera un flanco por la izquierda y el flanco que se le abrió por la izquierda no es tan potente como los riesgos que eventualmente existían. Después de las primarias se comentó que Jorge Sharp podía ser uno de los candidatos por la Lista del Pueblo, que en ese momento era una de las fuerzas políticas importantes. Incluso estaba el propio Cristián Cuevas, que podía posicionarse como otra alternativa potente. Eduardo Artés, que parece un personaje sacado de otra época no es un peso real o no opaca a la candidatura de Boric por el flanco izquierdo. La gran condicionante que tiene Gabriel Boric es saber cuál va a ser el rol del PC en lo que queda de campaña. La eventual fusión del programa con el del PC es un cambio muy importante en lo que se ha planteado hasta ahora.
- ¿Cómo ve el escenario que está atravesando la senadora Yasna Provoste, que si bien hace unos meses aparecía como una candidata bastante competitiva, ha comenzado a perder terreno frente a otros aspirantes a La Moneda?
- Creo que está muy complicada, porque se salió de su rol que la tenía arriba en las encuestas, de vaso comunicante entre el gobierno y la oposición. Era la única figura capaz, como presidenta del Senado, de lograr acuerdos y sacar cosas adelante. Cuando se pasa al rol de candidata, su papel es distinto e inmediatamente empezó a contradecir a lo que ella misma, en cuanto a esta figura dialogante, significaba. Por ejemplo, cuando Yasna Provoste es una de las que impulsa la existencia del IFE universal, de la extensión del mismo para que no se sigan aprobando los retiros y después ella misma aparece aprobando los retiros, es una contradicción no solamente contra lo que ella misma dice, si no que contra lo que ella misma representa o intentó representar y la hizo estar arriba en las encuestas.
Sacrificar la popularidad
- En medio de la discusión por el cuarto retiro de las AFP, usted señaló que "el gran problema en materia de pensiones es que, desde hace al menos 13 años, sabemos cómo podemos mejorarlas, pero los políticos han preferido patear el problema indefinidamente". ¿Por qué se ha estado postergando este tema?
- Se ha postergado porque, en general, hacer medidas en serio para reformar las pensiones requieren sacrificar popularidad o aprobación ciudadana; porque son medidas que afectan directamente al bolsillo de la gente y que eventualmente tienen costos importantes. (…) Proponer medidas como que las personas tienen que ahorrar más; segundo, que las mujeres tienen que, al menos, igualar la edad de jubilación de los hombres para tener al menos pensiones comparables, que aún así no van a ser iguales, porque en promedio las mujeres trabajan menos años o se dedican a cosas que no son remuneradas. Todas esas cosas son impopulares, pero se requieren grandes acuerdos transversales que uno ve, según los que dicen los políticos, que hay que hacer, y respecto de lo que hacen hay una distancia que hoy día parece inabarcable.
- Frente al proyecto que actualmente se está tramitando en el Senado y al margen del apoyo en las votaciones, varios legisladores han apuntado que se trata de "una mala política pública", algo que se viene reiterando desde el primer retiro. ¿A qué atribuye que de todas formas se sigan promoviendo estas ideas?
- Primero hay un tema de fondo que es apuntar a la popularidad de los retiros, es decir, un grupo muy importante de la población apoya los retiros y me parece que ese el argumento más fácil, porque no hay comparación posible. Cualquier sistema de pensiones, puede ser este u otro, requiere el ahorro forzoso, obligar a las personas a ahorrar o al menos a cotizar. (…) Hay que preguntarse por qué tiene que ser así, porque las personas voluntariamente vamos a privilegiar los gastos presentes en vez de ahorrar para un futuro que es muy lejano, que son 30 o 40 años más; y si la alternativa hoy en día es guarde esa plata para que en 30 años más tengas una pensión, versus ahora te vamos a dar una cantidad importante de esos recursos para que puedas gastarlo en lo que quieras, literalmente en lo que quieras, evidentemente es un incentivo demasiado grande para estar y apoyar los retiros, por parte de las personas. 2
"La figura del Presidente ha estado muy golpeada y venía subiendo en este último tiempo, principalmente asociado al manejo de la pandemia y el aumento de las libertades. En ese sentido, creo que (el caso "Pandora Papers") claramente le pega".
"El desafío que tiene en particular la centroderecha, tanto Sebastián Sichel y JAK, es cómo hacer para que ese traspaso de votos de uno hacia otro lado no sea una suma cero, es decir, no lleguen a un techo y desde ahí se distribuyan entre los dos. El desafío es cómo lograr que crezcan ambos, si el desafío es llegar juntos a una eventual segunda vuelta".
"(Yasna Provoste) creo que está muy complicada, porque se salió de su rol que la tenía arriba en las encuestas, de vaso comunicante entre el gobierno y la oposición (...). Cuando se pasa al rol de candidata, su papel es distinto e inmediatamente empezó a contradecir a lo que ella misma significaba".
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