Pablo Vásquez Reyes vive en Curauma y está a punto de egresar de enseñanza media. Su promedio es de 6,0 y planea estudiar Ingeniería Civil Informática. Tiene una hermana mayor y es fanático de los videojuegos. Al igual que la mayoría de los jóvenes de su edad, en sus tiempos libres está pendiente del celular.
Hasta ahí la historia de Pablo podría ser la misma de miles de estudiantes que están a puntos de terminar una etapa para comenzar otra. Sin embargo, el adolescente vive con Trastorno del Espectro Autista (TEA), lo que convierte su experiencia escolar en una historia de superación donde ha tenido como principales aliados a su familia, conformada por sus padres (Juan Pablo Vásquez y Pamela Reyes) y su hermana (Valentina, de 21 años), así como el Colegio Alborada de Curauma.
Pablo Vásquez quien ingresó a 1° Básico en el colegio, en 2010 y que actualmente cursa 4° Medio, es el primer alumno con TEA que egresa de este establecimiento de Curauma, pese a no contar con el Programa de Integración Escolar (PIE), estrategia inclusiva del sistema escolar que tiene el propósito de entregar apoyos adicionales a los estudiantes que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE).
Los padres del estudiante señalaron que "el Colegio Alborada desde sus inicios ha sido un colegio inclusivo, siempre pensando en las personas ha recibido a diferentes tipos de alumnos con diferentes capacidades. Pablo llegó el año 2010 al colegio y fue muy bien recibido por la profesora Francesca Henríquez, quien tempranamente notó que era especial y siempre lo apoyó. Pero estamos claros que no fue una tarea fácil para ella y para el resto de los docentes, quienes por supuesto no estaban preparados para formar a un alumno con esta condición".
Pamela Reyes destacó que "si bien Pablo es un alumno que no tuvo mayores complicaciones académicas, sí tuvo muchas dificultades sociales y de adaptación, sobre todo con sus pares, porque siempre ha sido muy solitario. Pablo no es un niño agresivo, nunca le ha pegado nadie; él se frustra consigo mismo y eso hacía, sobre todo en la educación básica, que se arrancara de la sala, se escondiera en los baños, se subiera a un árbol, se sacara los zapatos en clases, entre otras actitudes. A veces no quería hacer las pruebas porque no le gustaba un ramo y si bien contaba con el conocimiento, las entregaba en blanco".
Debido a todas estas actitudes y cuando al estudiante ya se le había diagnosticado TEA, comenzó un trabajo en conjunto entre el colegio y su psicóloga, y luego un psiquiatra infanto-juvenil (Juan Carlos Martínez). Al pasar de los años, se agregó el apoyo y orientación del psicólogo del colegio (Andrés Pino), una psicóloga externa (Carolina Gómez. Mientras que en educación media se sumaron un terapeuta ocupacional y una psicopedagoga.
PROCESO DE ADAPTACIÓN
La madre del estudiante indicó que "junto al establecimiento y este equipo de profesionales logramos que Pablo se pudiera insertar de mejor manera al colegio y se fuera adaptando. Empezó a respetar las reglas y los códigos sociales. Por eso quiero agradecer a la directora del colegio, Verónica Henríquez, y a sus profesores. Hoy Pablo cursa 4° Medio y quienes lo conocen se han podido percatar que él ha ido creciendo y se ha formado como un alumno más dentro del colegio, con todas las dificultades sociales y de interacción con las demás personas que se pudieron haber presentado. Nunca pensamos cambiarlo de colegio, por las dificultad que significaba sacarlo de su entorno".
Pamela resumió que "este ha sido un trabajo de largos 12 años, sin embargo creo que la primera etapa está y cumplida hoy Pablo se prepara para rendir su PDT y además cursando el campamento de invierno STEM de la Universidad Santa María. Se vienen cierres de etapas sin duda, pero hay que seguir adelante con la siguiente etapa de su vida. Como familia siempre lo hemos apoyado en todo lo que quiera hacer y siempre motivándolo para que sea uno más del grupo. Espero que el colegio siga en esta línea y esta experiencia sirva para las siguientes generaciones".
NUEVA ETAPA
A la hora de definir su etapa escolar, Pablo dijo que "no tengo una palabra exacta para describirla, pero la podría definir como una montaña rusa de emociones", mientras que contó que sus ramos favoritos son Matemáticas, Inglés, Biología, Química y Física.
Respecto a la PDT que va a rendir, dijo que "me siento preparado, pero no 100%. Quiero estudiar Ingeniería Civil Informática y como mi principal hobby son los videojuegos, en el futuro me gustaría diseñarlos. Mi primera opción es la Universidad Santa María, pero también tengo otras opciones. Más que lo académico, creo que lo más complicado va a ser que no estaré en clases con la gente que conozco, que es la con que he ido a clases por 12 años". c&p