Gobernabilidad en el centro de la carrera por La Moneda
El clima de incertidumbre que ha envuelto a la elección de hoy, genera fuertes dudas sobre la capacidad del futuro gobierno de entregar estabilidad al país, donde elementos como la representación y el diálogo con el Congreso cobrarán cada vez mayor importancia.
Las elecciones más trascendentales desde el retorno a la democracia son las que se llevarán a cabo esta jornada. El clima de polarización que se percibe -sobre todo a nivel de elites políticas y de los bandos en competencia- y la envergadura de los cambios o reafirmación del modelo de desarrollo propuestos en los distintos programas, han hecho que estos comicios sean considerados como históricos por algunos analistas y dirigencias partidistas, sobre todo por el concepto de gobernabilidad que varios candidatos presidenciales han puesto sobre la mesa, como se vio en el último debate.
"La gobernabilidad se construye con muchos, y es fundamental que esté acompañada de reglas claras", apuntó en esa oportunidad la abanderada de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste; por otra parte, José Antonio Kast (Frente Social Cristiano) señaló que "la gobernabilidad se basa en la verdad, en no llevar adelante promesas falsas que no se van a poder cumplir, en hacer cumplir la ley, combatir el nepotismo, los parientes en el Estado, los apitutados y los operadores".
Quien sumó un nuevo elemento a la discusión fue el representante del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, quien aseveró que "nadie va a poder ofrecer gobernabilidad si no es con acuerdos; en mi caso, con nuestra candidatura y nuestra lista parlamentaria, lo haremos infinitamente mejor que el actual Presidente, que gobernó con minoría". Actualmente, el oficialismo tiene 71 de 155 parlamentarios en la Cámara de Diputados y 19 de 43 senadores; que si bien es un número importante, lógicamente ha llevado a la coalición a tener que alcanzar acuerdos para llevar a cabo su programa.
Otro elemento a considerar es el nuevo ordenamiento que proponga la Convención Constitucional, respecto del régimen político del país y su duración. "Si ésta (la nueva Constitución) establece un régimen transitorio que diga que, por ejemplo, un año después de entrada en vigencia la Constituyente, el Gobierno va a llamar a elecciones, éste lo tendrá que hacer", advirtió hace un par de meses el vicepresidente del órgano, Jaime Bassa, en dichos que generaron críticas del Ejecutivo y visiones contrapuestas de los presidenciales.
"Si la Convención lo establece de esa manera en sus artículos transitorios, se tendrá que cumplir. Esto es un respeto mínimo sobre el proceso deliberativo que se está llevando adelante como país", dijo al poco tiempo Gabriel Boric (Apruebo Dignidad). En tanto, el exministro Sebastián Sichel (Chile Podemos +) pidió "humildad" y acusó a "mucha gente en la Convención Constitucional que de repente hablan como si fueran los dueños de la democracia o de la soberanía de Chile y quieren determinar cuánto duran los períodos presidenciales, quién puede gobernar o no gobernar".
Una jornada de incertidumbre
"Los resultados están fuertemente determinados por la concurrencia a urna. La gente que efectivamente vaya y su distribución", plantea el académico de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Fernando Wilson, quien atribuye la incertidumbre que caracteriza a estos comicios a las dificultades para predecir lo que ocurrirá esta noche, sobre todo si se consideran los llamativos resultados de mayo, tanto para la Convención Constitucional como en el plano municipal, además de la buena participación que hubo para la segunda vuelta de gobernadores regionales, particularmente en la Región Metropolitana.
A lo anterior agrega la "visión polar" entre los nombres que según las encuestas de hace un par de semanas aparecían como los principales favoritos, Boric y Kast, quienes representan posturas diametralmente opuestas. "Tienen dos visiones absolutamente opuestas respecto del modelo de desarrollo, ambas con apoyos básicamente equivalentes, es decir, no hay una visión hegemónica clara, lo que se vuelve aún más complejo cuando tienes medios como The Economist, que recomiendan votar por candidatos de centro antes que por nombres de polos", explica el analista y doctor en Historia.
la estabilidad que debe otorgar a Chile el nuevo gobierno, es uno de los principales temas en discusión durante las últimas semanas, a lo que se suma la capacidad de diálogo en el congreso.
Nicolás Reyes Acevedo
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