"Estamos disponibles a reformular a fondo nuestro proyecto a partir del diálogo"
El proyecto que impulsa la Inmobiliaria Las Salinas, vinculada a Empresas Copec, en el paño que albergó a las petroleras en el sector Las Salinas, en Viña del Mar, se mantiene en una controversia que se ha extendido por varios años. Aunque la iniciativa cuenta con las autorizaciones ambientales y está en un proceso de biorremediación de los suelos para iniciar las obras, organizaciones vecinales y ambientales han manifestado abiertamente su oposición y piden levantar un gran parque urbano en el terreno.
Ante este escenario, el gerente de Desarrollo de la Inmobiliaria Las Salinas, Esteban Undurraga, se muestra disponible a una reformulación de la iniciativa. "Estamos disponibles a reformular a fondo nuestro proyecto urbano a partir del diálogo con las comunidades y las autoridades. Nuestro interés es que de ese proceso surja un nuevo proyecto. Nuestro único límite son las condiciones básicas que como empresa debemos cumplir", indicó.
En tal sentido, añadió que "lo que queremos es que pueda participar toda la comunidad viñamarina a pensar el mejor proyecto del barrio Las Salinas. Este es un barrio que puede anticipar mucho del futuro de la ciudad. (...) El proyecto está en plena reformulación, precisamente porque hemos escuchado a las comunidades. No solo hay opositores al barrio Las Salinas, también gente a favor de concretar un barrio de uso mixto y que se acercó con nuevas ideas que nosotros no habíamos considerado y que, nos dimos cuenta, aportan al desarrollo de la ciudad".
Diálogo amplio
- ¿En qué se encuentra el proyecto Las Salinas hoy?
- El proyecto de saneamiento del terreno Las Salinas obtuvo una Resolución Ambiental favorable, la que se mantiene vigente al día de hoy. Esto nos habilita para comenzar las actividades de remediación, pero por ahora nos parece importante atender las dudas que pudieran mantener las nuevas autoridades comunales y regionales respecto a él, a través de un diálogo amplio con ellos y la comunidad, antes de avanzar con hechos consumados por el solo hecho de contar con las autorizaciones legales y técnicas. Aun siendo un terreno privado, creemos importante reforzar las certezas, políticas y sociales, que requiere un proyecto tan estratégico para la ciudad, tanto para las autoridades, las comunidades como para la empresa. (...) Se lo digo directamente: sin el liderazgo y participación de las autoridades y las organizaciones representativas de la comunidad de Viña del Mar trabajando con la empresa privada, el Barrio Las Salinas, o cualquier otro proyecto en el terreno, no lo veo posible o viable. Por supuesto, como empresa tenemos condicionantes elementales que cumplir, pero nuestra disposición, nuestra apertura a conversar es muy amplia. No nos sentimos amarrados a un proyecto A o Z. (...) Por eso, hoy estamos concentrados en escuchar a distintos actores de la ciudad y estamos estudiando con mucho interés las definiciones de la actual administración municipal, su perspectiva de sustentabilidad urbana y el propósito de proyectar un Viña de futuro.
- ¿A qué motivos atribuye la demora para que el proyecto vea la luz?
- Es cierto, son veinte años, harto tiempo, pero hay que considerar que Las Salinas es un proyecto que siempre fue abriendo camino en diversos temas. Por ejemplo, para remediar el terreno, en un trabajo conjunto con equipos técnicos de los servicios públicos, autoridades de varias administraciones, se desarrollaron normativas que Chile no tenía en estas materias. Eso tomó años. (...) Hasta ahora, la empresa ha invertido 40 millones de dólares. En fin, sabíamos que ese era el desafío, que lo más fácil, como hacen otras compañías en el mundo, era cerrar el terreno, pero se eligió el camino más complejo de desarrollarlo para la ciudad. Seguramente también nos equivocamos o hubo cosas que las podríamos haber hecho mejor. Volviendo a tu pregunta, creo también que en el pasado ha faltado mayor involucramiento de las autoridades, por eso tenemos expectativas que con las actuales autoridades podamos avanzar y que Las Salinas se transforme en una gran oportunidad para Viña del Mar.
- ¿Qué ha sido más complicado? ¿Las exigencias del SEIA y los organismos estatales, la oposición de una parte importante de la comunidad o el cambio de gobierno comunal y el reiniciar el trabajo que se tenía con el anterior municipio?
- Ninguna de las que mencionas. Las exigencias de los servicios públicos que evaluaron ambientalmente el proyecto son altas, pero se corresponden con el pasado industrial del terreno. Que existan personas que se oponen al proyecto, que tienen una visión distinta a la nuestra es lógico y es bueno que existan. Tampoco las nuevas autoridades. (...) Lo más complicado creo que son dos cosas. Lo que ya te mencioné, el involucramiento de las autoridades, o que tal vez no fuimos capaces de transmitirles que en este proyecto Viña tiene muchas oportunidades. Lo segundo es el prejuicio. Ustedes son inmobiliaria, entonces lo único que buscan es lucro a toda costa. Sin conversar ni conocer el proyecto. Y un hijo no deseado del prejuicio son las mentiras. Por ejemplo, todavía se dice por ahí que vamos a construir torres de 40 pisos. Mentira. Esas son complicaciones más difíciles de abordar.
"no nos hemos rendido"
- En ese sentido, ¿tienen un plazo autoimpuesto para continuar impulsando la iniciativa?
- Llevamos 20 años trabajando en este proyecto. Hemos sido persistentes, no nos hemos rendido ante las dificultades. En estos años hemos aprendido, escuchado y corregido, evolucionamos en nuestra visión. Pero también es cierto que esto no puede ser un esfuerzo eterno. No tenemos un plazo específico, pero sin un diálogo abierto y constructivo, no veo mucho más tiempo para este proyecto. Es necesario avanzar con la mayor velocidad posible en construir las condiciones para que el proyecto sea viable. Y creemos que hoy, cuando se pone al centro la necesidad de ciudades sustentables, inclusivas, dignas para los ciudadanos, es posiblemente el mejor momento para desarrollar el Barrio Las Salinas, porque aquí se puede generar un proyecto emblemático para el futuro de la ciudad.
- ¿Insistirán de todas formas en él o han revaluado continuar con la iniciativa?
- Sería irresponsable de nuestra parte no estar constantemente evaluando la iniciativa. El sentido original de este proyecto y el espíritu que lo animó en 2001 sigue estando presente, y no estamos encadenados a una única opción de desarrollo, pero es fundamental generar los espacios de diálogo y trabajo para avanzar colaborativamente. Sería realmente una pena que no pudiéramos lograrlo. Al final, perdemos todos, pero sobre todo Viña del Mar.
- ¿Están abiertos a repensar el proyecto a partir de cero, en un trabajo en que pueda participar más la comunidad viñamarina?
- Siempre estamos repensando el proyecto. Por ejemplo, el sistema de parques que proponemos surgió del diálogo con la comunidad. A partir de las condiciones mínimas que mencioné anteriormente, nuestra disposición es a dialogar, a la colaboración público-privada, a trabajar en las mejores soluciones en movilidad, en energías, en formas urbanas, etc. Estoy seguro que tiene que existir ese mejor proyecto, y el nuestro es solo una opción en la que ciertamente creemos.
"queremos contribuir"
- ¿Por qué cree que la comunidad ha tenido la postura que ha tenido con el proyecto? ¿Hace un mea culpa de cómo se abordó hacia ellos desde un comienzo, o cree que también tiene que ver con el clima país de desconfianza?
- Es evidente que existe en el país una crisis de confianza en las instituciones y los actores tradicionalmente ligados al poder, entre ellas las empresas, de las cuales hay actuaciones que son criticables y han alimentado esa desconfianza. (...) Y con el proyecto Las Salinas queremos contribuir, aunque sea un granito de arena, a demostrar que es posible regenerar las confianzas y que es posible compatibilizar los intereses de los privados con el mundo público. En lo particular, nuestra experiencia con las comunidades es diversa. No se le puede entregar el monopolio de la representación de las comunidades a un único grupo. Con muchos actores sociales, gremiales, hemos conversado y están enriqueciendo el proyecto en este mismo momento. Que no ha sido suficiente, puede ser; entonces estamos multiplicando nuestro esfuerzo de diálogo. Creo que esa es la actitud para este momento del proyecto y también del país.
"Un hijo no deseado del prejuicio son las mentiras (...) Todavía se dice por ahí, que vamos a construir torres de 40 pisos". "Creemos importante reforzar las certezas, políticas, y sociales que requiere un proyecto tan estratégico".
"No tenemos un plazo específico, pero sin un diálogo abierto y constructivo, no veo mucho más tiempo para este proyecto".
Esteban Undurraga
Grente de Desarrollo de la Inmobiliaria Las Salinas