Declaraciones del alcalde Jorge Sharp
El nutrido equipo de prensa del alcalde podría hacer algo más que poner un timbrecito defake newspara negar las cosas que su nervioso jefe dijo cuando se dan cuenta de que ha metido la pata.
En declaraciones a la radio argentina Con vos, de Rosario, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, formuló declaraciones en las que disparó para todos lados, pero -aunque hoy se arrepienta- con bastante olfato político. Coincidió con muchos analistas en cuanto a la fuerza del candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, en zonas urbanas y su debilidad en amplios sectores del norte y del sur. "Creo que Gabriel Boric y el Frente Amplio… no son una coalición territorial, no tienen despliegue territorial, es más bien una coalición, a mi juicio, que se entiende como un hecho más citadino, más urbano, más metropolitano", afirmó. Criticó además su distancia con los dirigentes sociales y la peligrosa seguridad que tenía el sector de ganar en primera vuelta. "Pero la realidad fue completamente otra, o sea, el cachetazo fue muy grande, por eso es tan peligroso lo que sucedió el domingo, o sea, Kast puede ganar".
Saliéndose del libreto tradicional, Sharp no cree que "el millón setecientos mil votos que sacó Kast puedan explicarse con que existe esa cantidad de personas fascistas".
Las afirmaciones del alcalde de Valparaíso encierran un mensaje a la cúpula de la candidatura de Apruebo Dignidad a pocos días del crucial 19 de diciembre. Tras esas declaraciones aparecen otros hechos políticos importantes, como el apoyo de la DC, acompañado de la interrogante sobre la condición de endosables que tienen esos votos y está también la llegada de "economistas Ravotril", tranquilizantes, a la dirigencia de Boric. Esas sumas pueden significar restas. Así de curiosa es la matemática política.
También destacó Sharp la necesidad de captar los votos de Franco Parisi, fuerza nortina precisamente, pero sin descalificar a sus electores como erróneamente, al momento de sumar, lo hizo el alcalde comunista Daniel Jadue.
Afinando la puntería, su blanco fue únicamente el candidato, no sus seguidores, pecadores a los cuales habría que redimir. "Increíble que alguien que vive en los Estados Unidos, Alabama, logre sacar 800 mil votos", afirmó con legítimo asombro el jefe comunal porteño. Y calificando al candidato mismo lo acusó del gravísimo pecado de ser "neoliberal, es como Piñera, un Piñera chico, que logra interpretar, a mi juicio, el malestar, la desafección, el no estar ni ahí, como decimos en Chile, de muchos con el sistema de partidos".
Dicho todo eso y cuando seguramente afloraron los recados del comando de Boric, Sharp dijo que todo era fake news y que El Mercurio de Valparaíso inventó sus declaraciones (disponibles en YouTube) porque está obsesionado con su "proyecto" (algún día nos explicará de qué se trata). A continuación, junto a los cientos de me gusta del Partido Comunista, se sucedieron mensajes de odio y violencia contra este medio, ya incendiado por delincuentes en octubre de 2019, como los que hiciera alguna vez uno de sus empleados estrella desde la propia municipalidad.
Ahora, tampoco es para sorprenderse tanto. El alcalde ya nos tiene acostumbrados a dar golpes de efecto cuando otros (en este caso Boric, antes Ripamonti, mañana Mundaca) cuentan con el protagonismo que él ya no tiene, como bien quedó demostrado en las paupérrimas cifras de sus candidatos a diputados y cores en la última elección.
Esta vez, para su pesar, el asunto no se trata de él.