2022, definiciones mayores y menores
Parte el año a la espera de las decisiones y nombramientos del Gobierno de Gabriel Boric, que asume en marzo. "La definición de mayor profundidad de este 2022 es la constitucional, pues supuestamente la Convención habrá terminado el trabajo de formular el proyecto de una nueva Carta y será sometido a plebiscito".
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, observa 2022 "como un año en el que existe la oportunidad de reducir mucho la incertidumbre que ha existido hasta ahora". Tiene razón Marcel, pues el año que se inicia será de definiciones importantes. La primera de ellas, la más cercana y concreta, es la llegada a la Presidencia de Gabriel Boric con todo su equipo ministerial y sus definiciones sobre las más diversas materias, entre ellas la economía, cuestión a la que se refiere Marcel al hablar de "incertidumbre", actitud dominante en ese sector.
Opina el directivo que reducir esa incertidumbre "permitiría compatibilizar mejor el reducir la inflación con una recuperación del crecimiento hacia adelante, haciendo menos necesaria una política monetaria restrictiva". Reducir la inflación es importante, pues en último término los más castigados con el aumento del IPC terminan siendo los que están más indefensos por bajos ingresos ante una necesaria demanda de bienes y servicios esenciales.
La reducción de la incertidumbre en terreno tiene nombre y apellido, en otras palabras, el del ministro de Hacienda. Es cierto que no es un soberano, pues debe aplicar el programa que llevó a La Moneda a Gabriel Boric, sin embargo importan su estilo, su formación y su capacidad para relacionarse con los diversos agentes económicos y con las fuerzas de la coalición oficial. Y es ese estilo lo que puede frenar la incertidumbre que domina su importante sector. Pero la definición de mayor profundidad de este 2022 es la constitucional, pues supuestamente la Convención habrá terminado el trabajo de formular el proyecto de una nueva Carta que será sometido a la consideración ciudadana mediante un plebiscito de salida, con voto obligatorio. La tendencial refundacional, "todo de nuevo", que puede incluir la propuesta constitucional ciertamente sería un factor de incertidumbre que no se limita únicamente a un periodo presidencial, pues es una normativa general de la institucionalidad del país llamada a mantenerse, al menos en teoría, por un largo periodo. Así deberían entenderlo los convencionales al momento de definir en concreto el articulado, buscando un efectivo entendimiento de voluntades más allá de consignas o posiciones ideológicas absolutas que llevan en su centro la raíz misma del conflicto.
¿Será mucho pedir que en la discusión definitoria predomine un ánimo de búsqueda de acuerdos democráticos?
Y como apéndice de este año de definiciones, el Año Nuevo en el Mar aparece como candidato a la guillotina. ¿Caerá así no más, sin juicio previo, víctima del voluntarismo?
Una incertidumbre menor, sin duda, pero que merece una definición democrática respetando el valor de un patrimonio fruto de la creatividad porteña que por años ha centrado el interés y el entusiasmo de cientos de miles de personas y, de paso, ha traído ingresos económicos a la decaída ciudad.