Ambulantes del borde costero exigen permisos para trabajar
VIÑA DEL MAR. Pasado el mediodía de ayer llegaron a manifestarse dentro del municipio. Esto se entrecruza con el refuerzo de seguridad de Carabineros.
La situación del comercio ambulante ha generado numerosas tensiones entre las personas que ejercen esta actividad y el municipio viñamarino, la cual se acrecentó cuando en diciembre inspectores viñamarinos, junto a Carabineros, sacaron a los vendedores del borde costero.
El conflicto resurgió ayer, cuando una cantidad importante de trabajadores ambulantes del Muelle Vergara y las playas Los Marineros y El Sol, irrumpieron en la sede consistorial de calle Arlegui y ocuparon sus pasillos y escalinatas para exigir con consignas y gritos una solución a sus problemas.
Estrella González, trabajadora ambulante y representante de los grupos de Playa del Sol y Muelle Vergara, comentó que "se prometieron (a entregar) permisos, los cuales no se cumplieron", respecto del acuerdo suscrito por el municipio que les solicitó constituirse como sindicato y realizar un catastro de vendedores, para comenzar a gestionar permisos, algo que los trabajadores aseguran que nunca se concretó.
La razón por la que llegaron al edificio fue para "hablar con la alcaldesa y pedir un permiso, nada regalado, un permiso pagado, y trabajar en conjunto con carabineros y la municipalidad de Viña del Mar, porque somos muchas las familias a las que les llevamos sustento. Hay mamás solteras, familias con personas con cáncer, que no pueden trabajar y que necesitan de este sustento" explicó González.
En esta misma línea, el concejal Carlos Williams planteó que "lo primero que hay que hacer es tener un catastro para poder determinar quiénes son las personas que realmente necesitan trabajar y que son de nuestra comunidad; tengo entendido que según la administración, ya hay un catastro y yo creo que ahora es tiempo de hacer efectiva la entrega de permisos a las personas que realmente califican de acuerdo a su vulnerabilidad para poder desarrollar este comercio que pasaría de ilegal a formal contando con el permiso precario".
El también concejal, presente en la manifestación de ayer, Pablo González, plantea que esta situación "surge producto de la pandemia y también de una despreocupación y falta de priorización de la administración anterior".
Contraposiciones
En este complejo caso hay dos situaciones que se contraponen: mientras carabineros anunciaba el refuerzo de la seguridad en el borde costero de la ciudad viñamarina, los vendedores que se manifestaron ayer siguen siendo parte del comercio que, técnicamente, califica de ilegal, porque el comercio es ambulante cuando el vendedor cuenta con un "permiso precario, cuya actividad se desarrolla no de manera estática, sino que de manera ambulante y en zonas que no tengan afluencia de público", señaló el concejal quien además recordó que "el comercio ambulante no va a la gente, sino que el comerciante va a la gente", por lo que las zonas de mayor afluencia de público tendrán siempre mayor comercio de este tipo.
Como estos trabajadores aún no cuentan con sus respectivos permisos y, además, se ubican en zonas donde no debe haber comercio, se convierte en motivo de preocupación para carabineros, algo que a Estrella González le preocupa de sobre manera porque dijo que "no queremos ser delincuentes, no queremos que se nos trate como mafia".
Prioridades
Son 130 las familias que se sustentan día a día con las rentas que deja el comercio informal de las playas de Viña del Mar.
Aunque Carlos Williams dijo no compartir la forma de manifestarse, sí cree que "lo principal son las familias vulnerables de Viña del Mar, que necesitan darle sustento a sus familias".
"Vinimos a pedir un permiso pagado, nada regalado, y trabajar en conjunto con Carabineros y municipalidad".
Estrella González, Representante del comercio ambulante
130 familias se sustentan a diario con el trabajo de cientos de personas en las playas de Viña del Mar.