Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Servicios
  • Espectáculos

"Fin del Gobierno de Piñera permite virar hacia economía social-ecológica de mercado"

Académico e histórico militante DC opina que el Presidente electo puede hacer converger "a grupos y personalidades de distintos partidos y orientaciones que den sustento a la nueva Constitución y a nuevos partidos". Dice que la Falange "vuelve a la práctica de no asumir los costos políticos de las derrotas" y que no participará en la próxima elección interna.
E-mail Compartir

Convencido de que es indispensable hacer reformas y que se requiere gran capacidad de lograr acuerdos para conseguirlas, Carlos Huneeus Madge cree que si el Presidente electo se consolida y el Frente Amplio cierra filas en torno a él -"y no está dominado por un grupúsculo chico en que se mezcle el feminismo con una visión político constitucional rousseauniana de democracia directa y no de democracia representativa"-, Gabriel Boric puede generar un liderazgo "que haga converger a grupos y personalidades de distintos partidos y orientaciones técnico políticas, que den sustento a la nueva Constitución y a nuevos partidos".

El abogado y doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Heidelberg, exdirector del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea y profesor titular de la Universidad de Chile, afirma que "el Presidente Piñera es la última expresión del neoliberalismo, y con el fin de su gobierno se da la oportunidad de hacer cambios, no hacia un sistema de economía socialista, centralizada, sino hacia una economía social-ecológica de mercado" que entregue respuestas efectivas a las demandas de la población expresadas en las presidenciales de diciembre.

"Creo que el campo está muy abierto y que es hora de la política. Que Gabriel Boric y quienes van a gobernar con él tengan presente las lecciones que les entregan los 30 años de la Concertación y que no pueden repetir los mismos errores y prácticas. No pueden dejar a la política de lado", señala el académico y analista, histórico militante DC y autor de El régimen de Pinochet y La democracia semisoberana: Chile después de Pinochet, entre otros libros.

Propuesta en el periodo establecido

- El miércoles 5 se preguntó en Twitter si "con el lamentable día de ayer tendremos carta fundamental", considerando que la Convención debería juntar 103 votos para aprobar artículos de la nueva Constitución. ¿Mantiene sus aprensiones?

- Sí. Lo que pasa es que el Frente Amplio, el Partido Comunista y especialmente la izquierda que tiene una mayor presencia en la Convención Constitucional que los demás grupos, están en una situación de menor poder en el Congreso y resulta que ahora llegaron al gobierno. El nuevo Presidente, el nuevo Gobierno, tienen que marchar bien, la nueva Constitución tiene que salir en el periodo establecido y no ponerle trabas a través de planteamientos que representan al sector mayoritario relativo, pero no mayoritario de los dos tercios. Ese temor yo creo que subsiste porque estos sectores de izquierda no han asumido que van a ser gobierno en dos meses más.

- ¿En la elección de la nueva mesa de la Convención usted cree que asistimos al regreso de la "cocina" o, como dijo Jaime Bassa, a un "tipo de deliberación que podríamos calificar de una democracia en tiempo real"?

- No, la explicación de Bassa no puede ser peor. Fue una situación muy lamentable, la incapacidad de ponerse de acuerdo para nombrar a los sucesores en la mesa. Mi preocupación es que si no están dispuestos a ceder respecto a los nombres, ¿estarán acaso dispuestos a ceder en temas esenciales de la nueva carta fundamental? El otro punto de Bassa -que a mí me parece errado- es el tema de la concepción muy ingenua o muy académica de lo que es la participación convencional y no convencional. Para él parece algo muy democrático que se esté votando todo ese tiempo, pero resulta que un país no puede esperar un día, un día y medio, para constituir una mesa que va a estar algunos meses, porque eso es demostración de que hay otras dificultades.

- ¿Está entre quienes apoyan extender el plazo para la entrega de la propuesta de nueva Constitución o cree que el tiempo establecido no debería modificarse?

- Yo creo que no debería modificarse. Pienso que demoraron mucho tiempo en las primeras decisiones, en las comisiones, los reglamentos, porque considero que los grupos minoritarios, especialmente los académicos, los constitucionalistas, tenían una visión muy académica de los problemas constitucionales, no tenían un paradigma sustantivo respecto de cómo debía ser una nueva carta fundamental, ni se habían puesto realmente en la situación de plantearse que no había un día que perder para cumplir el mandato constitucional de hacerlo en el plazo establecido. Se luchó tantos años para que se llegue a esto y resulta que pasaron tres meses en temas que no son los sustantivos, por lo tanto ahora queda poco tiempo. Yo creo que no debe postergarse. Un día y medio perdido en la elección es un día y medio que no se recupera.

Profesionales de la salud y constitucionalistas

- ¿La nueva mesa tendrá la capacidad de articulación necesaria para que el texto tenga apoyo de los dos tercios?

- No tengo ninguna duda. La ventaja que tienen es que no son constitucionalistas y la nueva Constitución es un tema demasiado importante para dejárselo entregado a los constitucionalistas. Había un presidente francés que dijo: "La guerra es demasiado importante para dejársela entregada a los militares y, por lo tanto, le corresponde a los políticos dirigirla". Yo creo que con la Constitución ocurre exactamente lo mismo y si son dos profesionales de la salud, que han tenido una trayectoria bien destacada, pienso que pueden ser más eficientes, con mayor capacidad decisoria, y darle una conducción a la Convención para que tengamos la carta fundamental en el tiempo establecido.

- ¿De qué dependerá principalmente a su juicio la aprobación de una nueva Constitución en el plebiscito de salida?

- De que el borrador que se apruebe sea una carta fundamental de toda la ciudadanía, no una impuesta por una mayoría que está cargada a la izquierda, en circunstancias que el país no tiene esa orientación política. En la elección de la Convención Constitucional participó el 43,5% de los electores, fue votada por la minoría de la población, por lo tanto no es representativa de todo el pueblo. Los grupos que en la elección de la Constituyente obtuvieron una alta representación, tienen que hacer, sí o sí, un esfuerzo de realismo político, de saber interpretar los intereses generales del país.

HACIA UNA ECONOMÍA SOCIAL ECOLÓGICA DE MERCADO

- Usted ha señalado que los constituyentes deben reemplazar el sistema económico por una economía mixta o social de mercado, "porque ahí se encuentra una de las cuestiones capitales para la estabilidad política futura". ¿Es más importante que el sistema político?

- Eso lo dije porque hay un silencio sobre los temas económicos, salvo algunas afirmaciones muy populistas de la SOFOFA o la CPC, como si hubiese una tendencia a desconocer derechos fundamentales de cualquier sistema económico. Pienso que el modelo chileno está muy basado en la Constitución del 80, que fue impuesta por la dictadura, los Chicago Boys y los gremialistas. Tiene unas bases que son neoliberales y yo creo que debería haber derechos y posiciones que den cuenta de una economía distinta a la que se impuso por la fuerza. Los gobiernos de la Concertación no tuvieron la fuerza, la capacidad de persuasión para cambiarla, hasta que viene el estallido social que puso el dedo en la llaga.

- "Este es sin duda el fin de la era neoliberal", escribió el economista Sebastián Edwards tras la segunda vuelta. ¿Usted cree que es así?

- Bueno, con el estallido social de todas maneras. Lo que pasa es que los neoliberales se niegan a morir. El Presidente Piñera es la última expresión del neoliberalismo, y con el fin de su gobierno se da la oportunidad de hacer cambios, no hacia un sistema de economía

El nuevo Gobierno tiene que hacer lo que el de Piñera no hizo, que fue restablecer el estado de derecho. Que el estado de derecho funcione en todo el país: en la Plaza Baquedano, en Valparaíso y en la Macro Zona Sur. Y la autoridad política tendrá que tomar las medidas que sean necesarias".

La ventaja que tienen (las nuevas autoridades de la mesa de la Convención) es que no son constitucionalistas y la nueva carta fundamental es un tema demasiado importante para entregárselo a los constitucionalistas (...) Son dos profesionales de la salud con trayectoria bien destacada, pueden ser más eficientes, con mayor capacidad decisoria".

"

"