
"El terror es metafórico"
"Los que susurran bajo la tierra" (Zig-Zag), novela de Jesús Diamantino, es un homenaje a los referentes cinematográficos del miedo.
En la memoria de todos está ese momento en que uno caminaba solo de niño, esa percepción agudizada por el miedo. Más de uno sintió, oyó o vio algo que lo asustó, en lo que puede llamarse la primera experiencia de horror. Muchas veces, eso que uno percibía, estaba dentro de la propia mente.
El niño es Raimundo en este caso, que en distintas etapas de su vida es el protagonista de "Los que susurran bajo la tierra" (Zig-Zag), primera novela de Jesús Diamantino (1984), un verdadero especialista en el tema, doctor en literatura y parte de grupos de estudio de lo fantástico en España y de lo insólito en México, también antologador y autor de libros de terror.
Hace tres años, en estas mismas páginas, entrevistamos a autores que él convocó para homenajear en una antología a la creación maestra de Mary Shelley, "Frankestein". Avanzada su novela, Diamantino homenajea a otro monstruo clásico colocándolo en nuestra geografía.
"Los que susurran bajo la tierra" parte en los años setenta, y llega hasta la adultez de este protagonista. Diamantino nos explica por qué elige aquella década para iniciar su novela: "Es un periodo, en sí mismo, horroroso. No obstante, el atractivo que tiene para mí tiene que ver con el horror encubierto. La idea del secretismo, de los crímenes que se encubrían y las desapariciones".
- ¿Cuál es la voz más horrorosa que recuerdas haber oído?
- Unos gritos de espanto que vinieron de un accidente que una vez presencié, en Recoleta. No fue solo una voz, fueron muchas voces de horror frente a un atropello, era un concierto de gritos. Estaba en el colegio, tenía alrededor de 14 ó 15 años. Nunca supe lo que pasó, no vi lo que sucedió. Es lo que más recuerdo.
- Uno de los escenarios relevantes es una parroquia, no solo ocupada como escenario, sino que está profundamente descrita. ¿Cuál es tu relación con la religión?
- Yo me considero un hombre muy religioso, en el sentido de que sí creo en Dios, sí creo en un ser superior. En un momento, cuando yo era chico, estaba súper ligado a la Iglesia Católica. Me gustaba mucho ir a confesarme, acompañar a mi mamá a la iglesia, a los santuarios de devoción. Dios, los milagros, la supuesta existencia de ángeles, ese mundo siempre me fascinó. De alguna manera el personaje Raimundo y su niñez tienen que ver mucho con esa atracción.
-Hablas en pasado. ¿Se perdió tu fe?
-En la universidad me fui distanciando. No tiene que ver con un alejamiento de la iglesia, sino que mis creencias dejaron de ser tan dogmáticas. Antes rezaba todas las noches, y si no lo hacía, me arrepentía mucho.
-¿Te inspiraste en alguna capilla real para el libro?
-La capilla de piedra está inspirada en una capilla real que queda cerca de mi casa en Batuco. Es monumento histórico. Muy pocas veces la visité, pero ahí se casó mi mamá, mis tías, es una muy tradicional en el campo.
-En la formación del protagonista también tienen un lugar especial las películas que dan miedo. A ti, ¿cuáles fueron las que te marcaron?
-La primera película de terror que me marcó fue "Halloween" de John Carpenter, la vi cuando era muy niño, a los 9 o 10 años. No era todavía un adolescente. La figura de Michael Myers, este asesino que es la encarnación del mal, eso es lo que a mí me fascinó de la película. Las primeras películas de terror que vi estuvieron más vinculadas con el cine "slasher" de los 80, "Viernes 13", todas las "Pesadilla".
- ¿Cómo se vinculan estas películas con tu novela?
- Si yo tuviera que vincularla a un subgénero del terror es el cine "slasher", la idea de la maldad que está encarnada en una persona más que en una figura sobrenatural.
- ¿Y qué libros del género te marcaron?
-Mis referencias literarias no son los grandes clásicos del terror, aunque yo los mencioné como homenaje. Me encanta Poe o Lovecraft -que siempre va a estar con sus tentáculos en lo que escriba, aunque no haciendo referencia a su mundo. Pero, para mí, Stephen King es mi principal referente.
-En el caso de King muchos de sus libros pasaron al cine y "Los que susurran bajo la tierra" es sumamente cinematográfico.
-Esta novela surgió originalmente como un guion cinematográfico.
-En una parte de tu novela se menciona un libro homónimo, que se convierte en best seller. ¿Qué destino imaginas o elegirías para tu libro?
-No lo he pensado, pero dado que hablamos de este vínculo con el cine, me encantaría que en algún momento eso se convirtiera en un producto audiovisual.
-¿Qué significa para ti la violencia?
-La violencia es una forma de exteriorizar los tabúes sociales. En el cine de terror siempre va a ser una herramienta, pero siempre va a ser una herramienta en función de lo metafórico, porque el terror es metafórico, y la violencia que hay en esta novela emula lo real de lo que ocurrió en dictadura. Es una tan inefable, indescriptible, que por más libros de historia o investigación del periodo no será materializada. Entonces lo que quise hacer con la novela darle esa representación de la violencia como un arma del Estado, de control.
-¿Qué estudias en los grupos de lo fantástico y lo insólito?
-Son investigaciones académicas, en esos grupos estudiamos las manifestaciones estéticas del horror, del terror, de la ciencia ficción. Yo soy profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez y me dedico a investigar. Nos dedicamos a hacer congresos y a ver el género de forma muy seria.
El escritor e investigador Jesús diamantino es académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.
La novela mira el efecto del miedo sobre un niño.
Por Cristóbal Gaete
"No fue sólo una voz, fueron muchas voces de horror frente a un atropello, era un concierto de gritos".
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