Violencia de género y puja política
Acusaciones contra abogado de RD dejan a la vista las "movidas" tras las designaciones que debe realizar el nuevo Gobierno. El conflicto escaló y la ministra (s) de la Mujer e Identidad de Género manifestó su condena a los hechos. En Viña, como ya ocurrió con Puerto de Ideas, nadie dice nada.
La identidad de género es una condición personal, subjetiva, que merece respeto, materia en la cual hay grandes avances pero donde todavía queda mucho camino por recorrer. La condición biológica sexual no necesariamente coincide con esa percepción personal del género, lo cual lleva a conductas y manifestaciones que tradicionalmente han sido objeto de diverso tipo de vulneraciones, algunas gravísimas. Se podría hacer un largo catálogo de esas vulneraciones a partir de simples chistes hasta culminar en crímenes.
En medio de ese clima se ha ido avanzando lentamente en el respeto a las decisiones sobre identidad de género, a sus manifestaciones externas y a sus agrupaciones surgidas, precisamente, ante amenazas y necesidad de defensa y reconocimiento.
Ahora, en medio del ruido propio del cambio de gobierno y la masividad de designaciones, algunas ya concretadas y numerosas todavía pendientes, aparece una denuncia interna por supuesta violencia de género en un debate telemático del Consejo Regional ampliado de Revolución Democrática (RD). Un grupo de militantes acusa de esa conducta al abogado Janna Sakalha, coordinador de planificación de Viña del Mar y estrecho colaborador de la alcaldesa Macarena Ripamonti.
Durante el debate el abogado "de manera violenta y amenazante" habría llamado dos veces "Alejandro" a Alejandra Toledo, presidenta regional de RD, activista transexual, quien además es secretaria general electa de la Federación de Estudiantes de la PUCV, la primera dirigente estudiantil de esa condición en esa casa de estudios superiores.
El libelo expresa que la reiteración del apelativo masculino para Toledo "demuestra una clara intencionalidad de menospreciar y violentar a nuestra compañera presidenta en razón de su género".
El conflicto internó escaló y la ministra subrogante de la Mujer e Identidad de Género, María José Abud, manifestó oficialmente su condena expresando que como sociedad "debemos respetar nuestras diferencias y el derecho a ser reconocidos conforme a nuestra identidad",
Pero tras el delicado tema de violencia de género aparece el trasfondo de la vieja política. Sakalha, acusa a Toledo de promover, en un consejo político nacional de Apruebo Dignidad, a la core Nataly Campusano, en nombre de RD, como delegada presidencial del futuro gobierno, lo que iría contra los estatutos del partido y podría ser sancionado con la expulsión de la propia Toledo de la colectividad.
Fatalmente en este caso se están mezclando los temas. Por un lado hay expresiones que podrían calificarse de desafortunadas y, por otro, está el interés de un partido por lograr un cargo en la lotería de nombramientos que está en pleno desarrollo. Lo lamentable es que la causa del respeto a la diversidad pierde fuerza cuando se esgrime en una puja política.
Dicho eso, es de esperar que el partido revise y, a diferencia de lo que suele ocurrir en Viña, no eche tierra sobre el asunto y aclare lo que verdaderamente ocurrió, por cuanto es difícil que se ordene un sumario municipal por parte de la actual alcaldía.