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Tranque La Luz: principal reserva de agua potable en Placilla tiene un futuro incierto

CRISIS HÍDRICA. El embalse es una de las fuentes principales de abastecimiento de agua potable para la zona, pero si no llueve podría terminar secándose. Actualmente cuenta con 3,3 millones de metros cúbicos, más del 61% de su capacidad .
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Vicente Rodríguez V.

La sequía de los últimos dos años en la Región de Valparaíso, originada principalmente por el déficit de lluvias (solo tres en 2021), ha llevado a la empresa Esval a tomar distintas decisiones para asegurar el abastecimiento de agua potable.

Una de ellas fue la compra del tranque La Luz de Placilla en 2016. Dicho embalse, que fue construido hace más de 100 años para la hidroeléctrica El Sauce, ha tomado un especial protagonismo debido a que la reserva de Peñuelas se encuentra seca.

Ahora, la empresa Esval está utilizando a La Luz para abastecer a los hogares de Placilla y Curauma. Un hecho que está provocando un inevitable descenso del volumen de agua del tranque, y con ello inquietud en las comunidades aledañas.

Claudio Montenegro, dirigente vecinal de Placilla, comentó que "hay una gran preocupación por el déficit del recurso hídrico especialmente en la Quinta Región por la gran sequía que afecta a las comunas del interior".

"Es efectivo que el caudal de agua del tranque La Luz ha bajado su nivel y sería aún más preocupante si este año no llueve en abundancia. Solo esperar que Esval acelere el proceso de reconversión de agua de otros sectores para dejar de extraer el agua del tranque La Luz", añadió.

Por su parte, Francisco Rivero, presidente del Centro Cultural Placilla, dijo que entiende el propósito de la empresa encargada, pues actualmente las fuentes hídricas son muy escasas. Además recordó que esta situación parece chocante para las nuevas generaciones, pero es normal bajo su mirada, pues antes de la década de los '90 era muy usual ver este embalse sin agua.

Sin embargo, apuntó que ahora "el problema está afectando a los clubes de remo. Ahí hay un conflicto importante, pero en términos ambientales afortunadamente aún es el único tranque con mucha agua".

"Preocupa que Esval tenga que hacer todas las inversiones necesarias para poder mantener el suministro. No podemos depender solo del tranque La Luz", agregó.

Evidente descenso

El gerente regional de Esval, Alejandro Salas, confirmó que "actualmente el tranque cuenta con 3,3 millones de metros cúbicos acumulados (más del 61% de su capacidad total). Sin embargo, ha registrado una disminución de un 20% en comparación al verano pasado".

"Este descenso en el volumen total del tranque responde a una sequía estructural, ya que depende exclusivamente de las recargas por lluvias. Además, ya no contamos con la reserva de Peñuelas, que se encuentra totalmente seco -a un dramático 0,2% de su nivel- y no es utilizado desde hace más de un año", complementó el directivo.

Salas fue enfático en señalar que el objetivo es mantener el suministro y, por ahora, se está logrando: "Llevamos trabajando por más de una década para enfrentar este escenario y hemos logrado mantener la continuidad del suministro para nuestros clientes. Lo seguiremos haciendo, por ello, ya iniciamos un proyecto que busca robustecer la conducción y elevación de agua potable a la zona desde Valparaíso, independizando el uso de las aguas del Tranque La Luz en el corto plazo".

Eso sí, el gerente regional de Esval puntualizó que la posibilidad de que se seque es real, puesto que depende "en gran medida del próximo invierno y el comportamiento de consumo de los habitantes de la zona. Por ello, reiteramos nuestro llamado al uso responsable del agua".

Dependencia de lluvias

El académico de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte PUCV, Andrés Fernández, reconoció que el actual uso que se le está dando al tranque La Luz es correcto, pues apunta a abastecer una zona de la región: "Si no se tuviera esa reserva de agua, las personas que viven en Placilla y Curauma estarían con algunas restricciones de uso y probablemente habría un corte temporal para hacer un buen abastecimiento de agua. Desde ese punto de vista no me cabe duda que hay un buen uso".

"Esto se encuentra muy alineado con las posiciones del Código de Aguas, que establecen prioridades de uso, dentro de las cuales la primera es el uso de agua potable", reforzó.

Sobre las consecuencias que puede tener este uso en el tranque La Luz, Fernández también apuntó que va a depender del agua caída en los próximos inviernos: "En términos simples, si se sigue extrayendo agua y no hay una recarga adecuada, se puede llegar a lo que ocurrió en la laguna Aculeo o en el lago Caburgua, donde se fueron disminuyendo los niveles hasta provocar una sequía".

"Efectivamente se puede llegar a esto. El futuro del tranque La Luz es bastante incierto, pero en forma genérica irá disminuyendo lentamente sus niveles de agua hasta que superemos el periodo de crisis hídrica, en el cual se pueden usar otros recursos", concluyó el ingeniero.

"Es efectivo que el caudal de agua del tranque ha bajado su nivel y sería aún más preocupante si no llueve en abundancia".

Claudio Montenegro, Dirigente vecinal de Placilla

"Preocupa que Esval tenga que hacer todas las inversiones para mantener el suministro. No podemos depender del tranque La Luz".

Francisco Rivero, Pdte. Centro Cultural Placilla

"El futuro de La Luz depende del próximo invierno y el comportamiento de consumo de los habitantes de la zona".

Alejandro Salas, Gerente regional de Esval

2016 fue el año en que la empresa Esval adquirió el tranque La Luz para abastecer de agua potable.