El mercado de las drogas sintéticas en el país: flagelo inquietante que se resiste a terminar
Sintetizadas en Asia y Europa, pero algunas manufacturadas en inestables laboratorios chilenos, cada año aparecen nuevas variantes químicas de peligrosas sustancias no reguladas, que pueden producir en el consumidor desde una sobredosis hasta un efecto placebo.
M ás de 80 personas fueron internadas en clínicas y hospitales durante la semana pasada por consumir cocaína adulterada con un componente opiáceo en Argentina. 24 de ellas resultaron fallecidas, y las condiciones físicas del resto son graves. Expertos de laboratorios y de la policía científica rastrearon durante nueve días entre 200 derivados del opio hasta dar con la sustancia sospechosa de la mezcla letal. Descubrieron que se tratana de carfentanilo, empleado para dormir elefantes, 10.000 veces más poderoso que la morfina.
La peligrosidad de lo ocurrido radica en la variedad de modificaciones químicas que pueden intercambiarse y fusionarse de formas casi infinitas en diferentes drogas. Según el comisario Patricio Navarro, jefe del departamento de Sustancias Químicas Controladas de la PDI, desde el año 2013 circulan en el mundo alrededor de 1.000 tipos de psicotrópicos distintos. Algunos desaparecen y vuelven a aparecer con el tiempo, pero sus nombres y componentes permanecen registrados.
Además, el oficial menciona el bajo precio que estas sustancias químicas tienen en el mercado negro, lo que ha ampliado el círculo de consumidores, y borrado las distancias socioeconómicas entre quienes ingieren un mismo compuesto.
En Chile, el Observatorio Nacional de Drogas determinó en su primer estudio que, de 200 comprimidos de éxtasis requisados entre el 2018 y el 2021, solo 59 muestras contenían exclusivamente el compuesto MDMA que identifica a esa droga, con un promedio de 66 gramos por pastilla. El resto de los componentes se repartía entre cafeína, ketamina, sertralina y metanfetamina, entre otros.
El Observatorio, que reúne a 15 instituciones estatales, entre ellas el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), describe los efectos del éxtasis como "energizantes", y destaca su capacidad para distorsionar la percepción sensorial y temporal. Pero también señala que su consumo genera dolor de cabeza, bruxismo, rigidez muscular o articular, aumento de la presión arterial, convulsiones, inflamación cerebral, insuficiencia renal aguda e incluso la muerte.
Estos efectos secundarios adversos, además, se ven agravados por la combinación de sustancias, suscitada muchas veces en la formulación misma de las conocidas como "drogas de diseño" o drogas sintéticas. El peligro que encierran se encuentra en sus componentes oscuros, y a gran escala sus efectos pueden ser devastadores, como lo ocurrido en Argentina con la cocaína y el opiáceo.
Drogas de diseño
El profesor Leonel Rojo, académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago, doctor en Farmacología de la Universidad de Chile y destacado investigador en trastornos neuroendocrinos, toxicología y bioactivos naturales, define este concepto como "drogas que se fabrican en laboratorios caseros o de
más de mil tipos de drogas sintéticas circulan por el mundo, en su mayoría derivadas del éxtasis o la ketamina. En chile, hasta ahora, no se ha detectado laboratorios de síntesis.
Felipe Barros
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