Comercio del Barrio Poniente critica al municipio por multas por uso de terrazas
VIÑA DEL MAR. Locatarios del sector acusan que fiscalizaciones aleatorias "son injustas" y que, al quitarles estos espacios, se ven obligados a reducir personal y el aforo de clientes.
Con las restricciones y preocupaciones por los espacios cerrados a propósito del coronavirus, las terrazas de restaurantes, bares y cafeterías se convirtieron en los espacios preferidos por las personas para evitar el contagio. Actualmente, algunas de las terrazas del Barrio Poniente de Viña del Mar están siendo cuestionadas y multadas por el municipio, situación que locatarios califican de injustas y exigen poder revertir.
El presidente de la Agrupación Gastronómica y Cultural Barrio Poniente de Viña del Mar, Javier Álvarez, detalló que "la ordenanza permite que en el frontis del local se instalen solamente mesas, sillas y quitasoles". Sin embargo, ante el incremento de asaltos y robos que sufren los clientes, locatarios tomaron diversas medidas de resguardo para proteger tanto sus espacios como a los visitantes, instalando barandas en las orillas de las terrazas y que, producto de la pandemia, permitieron darle un mayor aforo a los recintos.
Fiscalización aleatoria
En el caso del restaurante "Roberta", especializado en pizzas napolitanas y ubicado en 1 Poniente con 7 Norte, su dueña, Francisca Vickell, cuenta que tienen su terraza desde hace cuatro años y que la construyeron ellos mismos. El mes pasado dejaron de recibir el permiso municipal, situación que le llamó la atención "porque los dos restaurantes que están al lado mío lo tienen, pero yo no, el motivo lo encuentro poco claro. Tengo los recibos de que he pagado todos los meses el permiso. Nos preocupamos de tener una terraza bonita, hecha con maderas nobles, tenemos buenas sillas y de todo para que los clientes estén cómodos".
Su frustración se debe a que han trabajado no solo por su restaurante, sino que por mejorar el entorno del Barrio Poniente al mantener sus espacios limpios y cuidados.
Inversión y normativa
Jorge Damsi, de la pastelería y cafetería "Pistacho" de calle 5 Norte con 3 Poniente, es otro de los afectados por la caducación de este permiso. Ya ha recibido tres visitas de personal municipal, la primera de advertencia y otras dos que terminaron en multas.
Su molestia tiene varios motivos. Cuando recibió el local, la vereda que podría usar como terraza era de tierra, por lo que decidió invertir $2.500.000 en pavimentar. "Decidimos hacer una terraza con un borde de madera que no interrumpe para nada la vista, sino que contribuye a embellecer el entorno. Sin embargo, pasan los inspectores y, arbitrariamente, deciden a quien multan y a quien no, porque no es que andan cuadra por cuadra", consigna molesto, junto con hacer un llamado a la organización por parte del municipio para trabajar en un plan para la construcción de terrazas con el fin de que todas lo hagan bajo los mismos parámetros, siguiendo un modelo único, y así evitar un gasto que están asumiendo los locatarios, por ser el municipio el ente encargado de mantener las calles en buen estado.
Claudio Torres, administrador de café "Tintico de Botero", sobre el mismo tema dice estar "100% de acuerdo con que tiene que haber una normativa de terrazas porque son todas distintas. La municipalidad debería ofrecer, por ejemplo, cinco tipos de terrazas y cada dueño elige una, pero bajo las condiciones que ellos impongan". Añade que las fiscalizaciones deben ser "sin tratos discriminatorios y para todos los locales por igual", porque ha sido testigo de los tratos diferenciados y de las distintas exigencias que hacer el personal municipal en terreno.
Municipio fiscalizó
Desde el municipio de Viña del Mar señalan que, efectivamente, durante el año 2020 "se otorgó permiso a los establecimientos comerciales con patentes de restaurante y fuentes de soda para instalar mesas, sillas y quitasoles en espacio de bienes nacionales de uso público frente de sus locales, con el objetivo que pudieran cumplir los protocolos sanitarios y brindar atención a los clientes".
Se precisó que este permiso gratuito "no permitía instalar estructuras ancladas ni empotradas, de manera de poder retirarlas al término de cada jornada". En diciembre pasado se fiscalizó a 349 locales que solicitaron estos permisos, detectando que algunos no tenían al día el pago de sus patentes comerciales, motivo por el cual "no se renovó el permiso para instalar mesas y sillas para el 2022". Detallaron que 89 locales que no cumplían con la normativa respecto a las estructuras e instalaciones se les notificó al Juzgado de Policía Local y el permiso se les renovó solo hasta junio de este año, a la espera de conformar una mesa técnica.
Daños colaterales
"No creemos que sea justo", enfatiza Javier Álvarez, de "A mano: Gin & Burger", ubicado en 2 Poniente con 5 Norte, ante las razones de las multas. Asegura que esta situación no solo está generando una migración de locatarios a comunas como Quilpué o Concón, sino que "afecta a los equipos de trabajo, porque con menos espacio se necesita menos personal; por ende, aumenta el desempleo y, de paso, se reducen las compras a los proveedores, es decir, se ve afectada toda la economía circular en torno a los bares, cafeterías y restaurantes", explica.
Por el momento, los locatarios siguen funcionando y emplazan al municipio para que aplique "medidas razonables y justas".
"(La prohibición de terrazas) afecta a los equipos de trabajo porque con menos espacio se necesita menos personal. (...) Se ve afectada toda la economía circular".
Javier Álvarez, Pte. Agrupación Barrio Poniente
"Nosotros decidimos hacer una terraza que no interrumpe para nada la vista. (...) Sin embargo, pasan los inspectores y deciden a quien multan y a quien no".
Jorge Damsi, Pistacho Pastelería y Cafetería
89 locales comerciales de la Ciudad Jardín han sido multados por instalar terrazas sin cumplir normativa.
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