"En las tres causales había una regulación basada en el consenso, pero la Convención se alejó de eso"
Apenas la Convención aprobó la iniciativa que consagra derechos sexuales y reproductivos, incluyendo la interrupción voluntaria del embarazo, la académica en Derecho Constitucional de la Universidad de los Andes, Marcela Peredo, dejó unas duras palabras en su cuenta de Twitter: "Abortar no es un derecho, la Convención escribe con sangre de inocentes que la vida no tiene valor". A su juicio, además de alejarse de la lógica de los consensos, este derecho al aborto es un retroceso a las cavernas para los derechos humanos y los tratados internacionales que garantizan el derecho a la vida".
- Como experta en Derecho Constitucional, señaló que lo aprobado por el pleno consagra un derecho desconociendo otro. ¿Qué significa en lo formal?
- Que a propósito de los derechos sexuales y reproductivos, que si bien están reconocidos en algunas cartas internacionales de DD.HH., se está dejando sin ninguna mención al derecho a la vida, propiamente tal, que está reconocido en la Convención Americana de DD.HH., a la cual Chile suscribe. Es el derecho fundamental que le da sentido a todos los demás, por lo que, en primer término, Chile estaría infringiendo no solo uno, sino varios tratados internacionales.
- En comparación a otras constituciones, ¿es una medida radical?
- Si esto se llega a aprobar en el plebiscito de septiembre, claramente, hasta seríamos innovadores, en el sentido de no considerar un derecho fundamental en la nueva Constitución, cuando la base de un texto como ese debe ser la protección de todos los derechos fundamentales y no solo de algunos.
- Entre los argumentos en contra está la idea de que el aborto no es materia de Constitución, sino de la ley.
- Exacto, por primera vez, en la historia de Chile se consagra la idea de la anticoncepción, que implica regular constitucionalmente algo que jamás se había regulado. Las constituciones, en general, no se pronuncian sobre este tipo de detalles. Normalmente esto se refiere a la ley, por ejemplo, cuando explica las causales por las que una mujer, en algunas circunstancias, podría llegar a abortar.
- ¿Prefiere las tres causales?
- En el caso de las tres causales, aunque es complejo afirmar que sea algo positivo por todo lo traumático que es para la mujer, había una regulación enmarcada bajo una especie de consenso, mientras que la Convención se aleja de eso.
- Desde su perspectiva, ¿este paso que dio la Convención excluye a una parte importante de la población?
- Creo que el aborto es un paso que radicaliza a la Convención, dejándola en un pie complejo en cuanto a que el derecho a la vida no estará en la nueva Constitución. No tenemos claridad y eso se va a manifestar a partir del plebiscito. La gente será la que decida, democráticamente, si le parece bien o no que un inocente, por el solo hecho de haber nacido, pueda ser abortado.
- Señaló también que esto afecta el derecho a la intimidad. ¿Por qué?
- Creo ese es el otro derecho que está en juego, aparte de la vida y el aborto. La intimidad de las personas me parece fundamental y acá lo que se está haciendo es regular la intimidad de las propias mujeres y eso es bastante complicado, porque la privacidad en un derecho. En ese sentido, yo no juzgo intenciones, más bien lo que veo es que no se distingue siquiera la razón por la cual se podría interrumpir el embarazo o abortar derechamente. De lo que se habla es de la maternidad y la anticoncepción, en general, y de manera voluntaria.
- También se habla de derecho al placer.
- Efectivamente, también se consagra el derecho al placer, es decir, que sería la primera vez que estas materias se constitucionalizan. Por lo general se dejan a la salud pública para que regule este tipo de cuestiones, si es que hay que regularlas.
- Pero una de las consignas del movimiento feminista es, precisamente, que lo privado también es político.
- Es que la concepción feminista, por lo que entiendo, quiere resguardar y proteger los derechos de la mujer, lo que está muy bien y yo estoy de acuerdo con eso. El asunto está en si tú, a propósito del derecho de las mujeres, puedes vulnerar otros. Hay que entender que todos los derechos son limitados y el punto es que se está terminando con la posibilidad del derecho a la vida desde la concepción, como establece la Convención Americana sobre DD.HH.
"La gente será la que decida, democráticamente, si le parece bien o no que un inocente, por el solo hecho de haber nacido, pueda ser abortado".