"Reducir el IVA a ciertos bienes sienta un precedente que puede ser complicado"
Las alzas de precios en los alimentos, la inflación que está cerca de los dos dígitos y el debate sobre el quinto retiro de los fondos previsionales, entre otros episodios, conforman un escenario económico complicado ante el cual el Gobierno anunció hace unos días un plan de recuperación. Se trata de una estrategia que busca paliar este panorama que, además, se acentúa porque muchos sectores todavía no logran reactivarse tras la serie de restricciones causadas por la pandemia.
En el caso específico de la Región de Valparaíso, según cifras de Odepa, las alzas han sido constantes desde que se inició la pandemia, con un incremento del 27% en el precio del pan, un 114% en el aceite vegetal y de un 70% en algunos cortes de carne bovina.
Esto ha llevado a que desde el mundo de la política se planteen ideas que van desde el subsidio a algunos productos específicos, como la harina, a la opción de reducir el impuesto al valor agregado (IVA) a ciertos alimentos. "Hay varios aspectos a considerar en esta decisión", comenta el vicedecano de Ingeniería Comercial de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Alejandro Montecinos.
- ¿Cómo ve la posibilidad de reducir el IVA a algunos productos específicos de la canasta básica frente a los aumentos de precios que se han registrado en el último tiempo?
- Primero que todo, el IVA es la mayor fuente de recaudación fiscal; y una rebaja que los consumidores noten, también será percibida en las arcas fiscales. Lo anterior obliga a tener en mente cuál será el impacto de esa rebaja sobre la recaudación y los equilibrios fiscales de corto y largo plazo en una situación fiscal más comprometida que antes de la pandemia. Luego, una reducción específica del IVA a ciertos bienes sienta un precedente que puede ser complicado. Técnicamente, este impuesto no genera distorsiones en la eficiencia asignativa. Dado lo anterior, cuando se cobra un impuesto ad valorem diferenciado por bienes, esta eficiencia no se logra.
- ¿Y esto a pesar que se piense solamente en algunos productos?
- Tal vez los bienes sobre los que actualmente se está pensando rebajar el IVA y la magnitud de la rebaja no tienen un impacto discernible sobre la eficiencia, pero de todas maneras se sienta un precedente respecto de la posibilidad de desviarse de una política tributaria razonable por motivos de corto plazo. Finalmente, y en línea con lo anterior, si la decisión de rebajar el IVA no responde a lograr equilibrios de largo plazo y, por el contrario, responde solo a la coyuntura, el precedente de una rebaja selectiva agrega una nueva fuente de incertidumbre que puede ser particularmente compleja para pequeños emprendedores.
- ¿La opción de un nuevo retiro de los fondos previsionales tendería a hacer aumentar más el precio de los alimentos?
- Es una posibilidad. En una economía que posiblemente acumule más de un 10% de inflación para mediados de año, una reducción del impuesto al consumo de algunos bienes puede reforzar la tendencia al alza del precio de otros. Como lo ha planteado el ministro de Hacienda, un quinto retiro es una bomba para los esfuerzos de controlar la inflación. Hay una generación entera de chilenos que no recuerda lo que es vivir con los niveles de inflación que tenemos hoy y mayores. Mantener la estabilidad de precios es una condición necesaria para, en el corto plazo, facilitar las decisiones de gasto y ahorro a la población general y proveer una señal fuerte para atraer inversión; y para reactivar la economía en el corto y largo plazo. Más allá de los tecnicismos, la inflación es una mala señal de estabilidad, porque una inflación no controlada refleja problemas estructurales a nivel institucional.
- ¿Qué opinión tiene del plan de recuperación económica planteado por el Gobierno?
- Pienso que un plan de recuperación debe tener un foco en el emprendimiento, la innovación y la inversión. Si bien es cierto el fortalecimiento del poder local, el apoyo a la pequeña minería, el aumento de cobertura de programas Corfo y Sercotec, el crédito mipyme no bancarizado y el Fogape apuntan en esa dirección, hay varias otras medidas que apuntan más a mantener un nivel de consumo de corto plazo que a recuperar la actividad y hacer así sostenible el bienestar al que acceden las familias chilenas. En este sentido, el introducir nociones de congelamiento de precios o controles de precio es una señal que me preocupa por cuanto la historia muestra que el control de precios no es una herramienta efectiva de control inflacionario en el largo plazo. Pienso que más temprano que tarde habrá que reforzar el plan de recuperación pensando en profundizar los incentivos para emprender, innovar y atraer inversión doméstica y extranjera.
Zonas cero
- ¿Este plan debería incluir propuestas concretas para sectores especialmente dañados por el estallido social y la pandemia, como las "zona cero"? En el caso de la calle Condell, por ejemplo.
- Las propuestas económicas carecen de impacto de largo plazo en la medida que no estén acompañadas de compromisos de largo plazo que se materializan en la institucionalidad que las sustenta. Una condición necesaria para que un paquete de apoyo económico entregue frutos es que se garantice la seguridad de los lugares donde se vaya a invertir para recuperar. Antes que el tecnicismo económico, una recuperación sólida, robusta y sustentable requiere certeza jurídica. La economía a capella no es suficiente, nunca lo ha sido. No se trata de solo recuperar pérdidas económicas, sino de garantizar la tranquilidad y libertad necesaria para realizar las actividades mediante las que los emprendedores y comerciantes aportan a la vida cultural y económica de nuestras ciudades.
"El IVA es la mayor fuente de recaudación fiscal; y una rebaja que los consumidores noten, también será percibida en las arcas fiscales".
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