Turbulencias políticas y finanzas municipales
Denunciante de irregularidades financieras advierte sobre responsabilidades compartidas en malos números del último balance. El análisis del exdirector de Control Interno, sin entrar a calificar la cuestionada administración anterior, es pesimista, pues critica la excesiva dependencia del Casino.
Tras 20 años revisando números municipales se retira Hugo Espinoza, quien fuera director de Control Interno de la casa de calle Arlegui con Quinta. El 31 de marzo pasado acordó con la actual alcaldesa, Macarena Ripamonti, dejar sus funciones. Se va España, donde vive y trabaja su esposa.
En entrevista con este Diario, Espinoza, quien ha actuado en el Departamento de Finanzas y posteriormente encabezó la Contraloría, cargo al que llegó por concurso, ha denunciado numerosas irregularidades financieras de la administración de Virginia Reginato, pero duda de la existencia de situaciones que ameriten "una acusación de tipo penal". Se refiere claramente a la municipalidad misma y hace la diferencia con la Corporación Municipal que administra educación y salud y era presidida por la alcaldesa. Cree que cuando la actual jefa comunal se refirió a una "asociación ilícita" aludía a la Corporación "que es privada, no es de derecho público como el municipio, y ahí están haciendo otro trabajo y hay contratados abogados con experiencia de fiscales". ¿Qué encontrarán esos expersecutores?
En cuando a las finanzas municipales, Espinoza señala que el informe presupuestario al 31 de diciembre pasado muestra un déficit de $11.818 millones y un pasivo total a corto y largo plazo de $19.133 millones. Factor importante: caída de ingresos "enorme" por el cierre del Casino debido a la pandemia. Recuerda que estos números resultan "mitad gestión Reginato y mitad Ripamonti". No absuelve a doña Virginia, pero las cosas como son.
El análisis del exfuncionario, sin calificar la cuestionada administración anterior, es pesimista, pues critica la excesiva dependencia del Casino, cuyos ingresos deberían ser para obras, y advierte sobre una "tendencia a la decadencia de la ciudad" e insiste en que el problema de las alarmantes cifras municipales es estructural.
Sin embargo, no olvida Espinoza las observaciones de la Contraloría sobre "el gasto en horas extra y en honorarios que superaba el plan de obras tres veces, entonces teníamos un gasto en personal muy elevado, pero la pandemia cambió eso". Las horas extra se fueron prácticamente al mínimo.
En medio de este escenario marcado por la pandemia, también pesa, en opinión del exdirector, la coyuntura política. Es una realidad, pues si bien la pandemia tiende a aflojar, la coyuntura política se mantiene con las tensiones entre La Moneda y el Congreso Nacional y dentro del propio oficialismo, el errático desarrollo del trabajo de la Convención Constitucional y el plebiscito de salida.
¿Hasta qué punto esta situación que cubre a todo el país afectará también a una municipalidad con problemas financieros estructurales y una dependencia excesiva de los ingresos del Casino? Interrogantes sobre la actual gestión municipal, que tampoco escapa a la turbulencia política.