Correo
Apoyo al emprendimiento
Este 29 de abril celebramos el Día Nacional del Emprendimiento, fecha que nos invita analizar su situación en Chile, especialmente la del gran número de personas que no logran acceder a financiamiento por su vulnerabilidad económica. Ellos son protagonistas del emprendimiento: hombres y mujeres que salen diariamente a la calle para buscar el sustento de sus familias y que durante los meses más críticos de la pandemia conocimos de cerca.
Según nuestra experiencia, los casi 40 mil emprendedores que apoyamos a nivel nacional son responsables con sus compromisos -devuelven nuestros financiamientos en el 99% de los casos- y se interesan por adquirir herramientas para mejorar en sus negocios. Estas cifras nos motivan a seguir trabajando y, además, ver la posibilidad de seguir potenciando alianzas público-privadas para impulsar el emprendimiento en Chile, sin dejar de lado a los más vulnerables. Como país tenemos una oportunidad única de cambiar realidades a través de iniciativas que apoyen el emprendimiento.
Héctor Feeley Director ejecutivo Fundación Banigualdad
Seguridad
Hace algunos días visité un club de adulto mayor en la comuna de La Calera. Una de las integrantes me señaló su preocupación por el aumento de delitos con violencia, intentos de secuestros y portonazos. Ella me comentó que hace un tiempo pensaba: "Qué bueno que no ocurre en nuestro país". Después de un tiempo cambió su frase por "qué bueno que no ocurre en nuestra ciudad". Y, finalmente, hoy su preocupación es por la violencia desatada que hay en su barrio y su angustia porque ve que nadie hace nada para frenarla.
Me gustaría saber si la ministra de Interior le va a poner a la seguridad pública el mismo entusiasmo que le pone a la Convención. Y de no ser así, decirle de una vez por todas: ¡pastelera a sus pasteles, ministra!
Samira Chahuán Akle Directora regional Fundación Pacto Social
Crisis habitacional
La crisis habitacional existente tiene como consecuencia directa una aceleración y aumento de los campamentos, ya que la autogestión de la vivienda es vista como una solución rápida y efectiva al problema habitacional. Sin embargo, esto lleva a un aumento de presión sobre los servicios urbanos, aumento de familias en condiciones de precarización urbana al no poder acceder a los servicios básicos y mayor riesgo socioambiental ante, por ejemplo, incendios urbano-forestales.
Es importante entender que el aumento de los campamentos es un síntoma de un problema estructural de la política habitacional, que ha dejado en manos de los privados la generación de soluciones habitacionales, ofreciendo una batería de subsidios a los cuales pueden acceder las familias.
En general, se debería acelerar la respuesta a las soluciones habitacionales, así como un aumento de los montos del subsidio habitacional, de modo que este se alinee con los valores de mercado y permita a cada familia acceder a una vivienda digna y acorde a sus necesidades.
A nivel institucional, algunas de las medidas que podrían tomarse son: la creación de un banco de suelos que habilite suelos públicos en zonas centrales de la ciudad para la construcción de vivienda social; modificación de la solución habitacional de acuerdo con lo que buscan las familias que se encuentran en campamentos: acceso a jardines y patios para la cría de animales y cultivo de huertos, mejora en la calidad de la vivienda, ubicación cercana a centros urbanos con acceso a equipamiento, etc.; y aumento de atribuciones de los gobiernos locales (municipios) para trabajar directamente con las familias de los campamentos y con esto la generación de planes de e-erradicación de estos.
Rosa Villarroel Valdés Directora Trabajo Social Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar
Escasez hídrica
Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre las alternativas que existen para enfrentar la actual sequía que afecta al país. Entre ellas se han mencionado, por ejemplo, la construcción de una carretera hídrica que lleve agua desde el sur al centro norte de nuestro territorio; aumento del número de embalses existentes; campañas educativas que fomenten una mayor conciencia en el uso y cuidado del agua; la reutilización de las aguas grises e industriales; y la instalación de plantas desalinizadoras a lo largo de Chile.
Sobre este último punto, es importante destacar que las plantas desalinizadoras ofrecen, entre otras, la ventaja de proveer agua para el consumo humano y riego de manera constante a lo largo de los años, dado que emplean agua de mar y no dependen de las precipitaciones o de los caudales de los ríos para operar. Es decir, entregan seguridad hídrica, pues en invierno o verano pueden suministrar a una comuna o ciudad la misma cantidad de metros cúbicos de agua potable.
Este punto no es menor, sobre todo si tomamos en cuenta que el cambio climático llegó para quedarse, que el racionamiento del agua potable se aplicará en algunos sectores y que debemos actuar con rapidez para encontrar la mejor estrategia como país que nos asegure en el tiempo contar con dicho recurso vital.
Juan Pablo Negroni Country manager para Chile de IDE Water Technologies
Comprensión e interpretación
Una cosa es lograr entender lo que se lee y otra muy distinta es interpretar de distintas formas lo escrito. Si mi problema es que no comprendo un texto, puede que este esté mal redactado o yo tenga dificultades a la hora de procesar el mensaje. Por otra parte, si he captado uno o más significados, entonces estoy en condiciones de interpretar lo que en el mundo del derecho se traduce en "fijar el verdadero sentido y alcance de un texto normativo".
Sin embargo, usted puede utilizar reglas de interpretación distintas a las mías, por tanto, podemos llegar a sentidos y alcances hasta contradictorios. Entonces, ¿cuál es el límite entre la incomprensión de lectura y una errónea técnica de interpretación?
Por suerte, la interpretación del derecho es toda un área de estudio capaz de ayudarnos a resolver estas dudas, así ha ocurrido con cada texto normativo de nuestro ordenamiento. La nueva Constitución no estará exenta de este ejercicio, el que dará que hablar, como lo fue también en el pasado con otras cartas fundamentales y normas de menor jerarquía, pero, obviamente, sin la excesiva publicidad y sobreactuado espanto de cierta parte de la comunidad.
Pasarán años antes de lograr un acuerdo sobre cada disposición; probablemente, cuando finalmente lo logremos nos daremos cuenta que ya no nos parece útil y optaremos por mutar de interpretación o, incluso, de Constitución.
Carlos Muñoz Lecerf