Nuevos dueños del Bar Inglés pretenden que sea reabierto
VALPARAÍSO. Abogado viñamarino y un familiar suyo adquirieron el edificio y van a restaurarlo con la intención de que el histórico local pueda ser reinaugurado.
El abogado viñamarino Ignacio González se transformó en el nuevo copropietario del histórico edificio que albergaba al Bar Inglés, en Valparaíso, inmueble que adquirió junto a un socio inversionista -pariente suyo que pidió mantener su nombre en reserva-, ambos ligados a la Ciudad Puerto desde toda la vida, por lo que tienen la intención de arrendar las dependencias a alguien que quiera reinaugurar el tradicional bar y restaurante tal como era.
La motivación para comprar el edificio radica en su raigambre porteña, pues familiares suyos eran dueños de las librerías Universo, que estaban en Condell, Victoria y Serrano, y de la sastrería El Tigre, en avenida Argentina. "De chico en los años 80 tuve mucho vínculo con eso, me tocaba acompañar a mi abuela para las navidades, mi vínculo con Valparaíso es familiar, y el de mi socio también, siempre hubo una mística con Valparaíso, y hay una motivación sentimental al ver cómo la ciudad se fue empobreciendo, destruyendo con el paso del tiempo", explicó González.
Espera motivar a otros
Reconoce que "a simple vista no parece ser tan buen negocio comprar un edificio viejo, de tantos años, que tenga la cantidad de problemas que puede tener este edificio, pero pensamos, ambos, que esto es una posibilidad de motivar a otras personas para la inversión en Valparaíso, despertar el interés de inversionistas. Hemos visto que para el palacio Subercaseaux, en calle Serrano, ya hay una iniciativa real de restauración; para el edificio La Nave, que está al lado de la Comandancia en Jefe de la Armada, lo mismo, al igual que el edificio de la Bolsa de Valores, entonces vemos las primeras iniciativas concretas de que algo puede despertar. Yo creo que peor de lo que está, Valparaíso ya no va a estar".
La idea, explicó, "es poder recuperar ese edificio en lo que era en sus orígenes, un lugar de encuentro, un edificio bonito, histórico, de 1861, de los pocos que sobrevivió al terremoto de 1906".
González aclaró que adquirieron el edificio completo, no solo la parte que albergaba al Bar Inglés, por lo que su idea es que en los locales aledaños se instalen "establecimientos, idealmente, que tengan alguna carga de valor para la comunidad, lo ideal es que tengan relación con el patrimonio, pero si no hay interés, obviamente tendremos que pensar en arrendarlos para otros fines".
Para los pisos superiores, agregó, el destino podría ser oficinas, dado que "históricamente, los pisos 2 y 3 eran oficinas de la compañía de seguros La Italia, tengo entendido que desde 1899".
Ya hay interesados
El objetivo principal es reinaugurar el antiguo Bar Inglés, y para eso ya "me han contactado algunas personas, pero por ahora son conversaciones muy preliminares. Sería bonito y es algo que, eventualmente, podría llegar a pasar, no directamente con nosotros, pero sí con algún interesado que estuviese en esa línea".
En cuanto a la restauración del inmueble, indicó que "no va a ser rápida, es un edificio que si bien no tiene riesgo de derrumbe, tiene daños por el transcurso del tiempo, por descuido, o sea, hay que recuperar el edificio bien, hay que reemplazar algunos materiales, algunas vigas, entonces es un trabajo lento".
De aquello se encargará la oficina de arquitectos Meneses y Asociados. "Trabajamos con ellos porque es una oficina antigua de Valparaíso, que ya ha restaurado otros edificios, como el de los tribunales civiles, en Prat con Urriola, que estaba muy malogrado y pudieron recuperarlo a su estado original; también restauraron un edificio muy antiguo que estaba en muy mal estado, en la calle Uruguay; se recuperó en su originalidad, entonces es gente que tiene mucha experiencia", destacó González.
Consultado sobre si hay una estimación de fecha para reabrir, dijo que "no hay todavía", mientras que en la inversión "vamos a hacer esfuerzos para hacer todo lo posible con recursos propios, pero vamos a postular a todos los fondos concursables que existan, con la esperanza de que seamos escuchados y poder trabajar en conjunto".
"La idea es poder recuperar ese edificio en lo que era en sus orígenes, un lugar de encuentro".
Ignacio González, Nuevo dueño del edificio