Procurar el desarrollo armónico entre Valparaíso y la actividad portuaria, cuidando en especial el entorno urbano, las vías de acceso y el medioambiente, es el principal objetivo del Consejo de Coordinación Ciudad Puerto, creado a fines del año 2018 y que recientemente reanudó sus reuniones presenciales después de un largo periodo. La instancia es relevante, entre otras razones, porque Valparaíso vive un periodo clave en su plan de crecimiento portuario, un momento de inflexión luego de largos años de dudas y cuestionamientos ante un desafío que parece urgente e inevitable si la ciudad quiere mantener su liderazgo en la transferencia de carga y su ubicación estratégica en el mapa del comercio exterior chileno. La instancia retoma el trabajo con un profundo recambio de sus integrantes titulares, entre ellos su presidencia, que ahora quedó en manos del gobernador regional, Rodrigo Mundaca. Junto a él, funcionan como miembros permanentes con derecho a voz y voto el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp; el gerente general de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Franco Gandolfo, y los seremis de Transportes y Obras Públicas, Benigno Retamal y Yanino Riquelme, respectivamente.

A ellos se agregan invitados permanentes, con derecho a voz, como los representantes de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, el Ministerio de Vivienda, el Colegio de Arquitectos, el Consejo de Rectores de las universidades porteñas, los trabajadores portuarios y los concesionarios de los terminales, pero en esta ocasión no fueron partícipes de la convocatoria, lo que provocó algunas expresiones de frustración por lo relevante del encuentro.

La llegada de nuevos integrantes y los desafíos que tiene la ciudad por delante abren expectativas respecto de la capacidad del consejo para alcanzar acuerdos y destrabar el desarrollo del borde costero de Valparaíso. Un buen signo de ello es que en la próxima sesión se analizarán dos temas clave para definir el destino de los proyectos futuros: el Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) y los resultados de Valparaíso Dialoga, la instancia de reflexión y análisis ejecutada por EPV para conocer las posturas y expectativas de la comunidad respecto de la relación entre el puerto y la ciudad. Además, el consejo debería verse favorecido por la nueva relación que han construido el alcalde Sharp y la empresa portuaria, así como por los vientos favorables que soplan para la actividad comercial exterior, aunque los obstáculos siempre están a la vuelta de la esquina, como deja en evidencia el atraso que sufre el proyecto del nuevo paseo costero en Barón. Sin embargo, es el gobernador Rodrigo Mundaca quien se levanta dentro de la instancia de coordinación como una figura con peso específico propio, que cuenta con el respaldo popular de su masiva votación y que de a poco comienza a sumar atribuciones capaces de transformarlo en un personaje estratégico del desarrollo regional. Con voz y voto en instancias ligadas a tramitación ambiental, coordinación portuaria, planificación urbana, diseño de las nuevas redes de transportes y asignación de recursos para las 38 comunas, el líder de Modatima ya acumula una influencia política potencial casi equivalente a la de los intendentes de antaño. Que esa capacidad de negociación opere en favor del desarrollo de Valparaíso y su puerto es algo que aún está por zanjarse.

El comandante Arturo Prat Chacón, que se inmoló aquel 21 de mayo de 1879, fue también un padre, esposo y ciudadano ejemplar. Su heroísmo ya lo había evidenciado en el combate de Papudo, en la guerra contra España, en 1865, y en su arrojo en el salvataje de la "Esmeralda" en un violento temporal en Valparaíso, en 1875. Su salto inmortal en un desigual combate no fue un acto instintivo, sino la consecuencia de toda una trayectoria de vida; desde ya con anterioridad había anunciado a sus superiores y subordinados su decisión de abordar el" Huáscar".

Su inmolación abrió las puertas del triunfo en la Guerra del Pacífico, puesto que la admiración que provocó en todo Chile significó un vuelco en la guerra. Hasta entonces, la ciudadanía veía aquel conflicto como algo lejano a sus intereses. La gesta de Prat inflamó el amor patrio e hizo que los cuarteles se llenaran de voluntarios deseosos de cumplir su deber con la patria, lo que conduciría a Chile a la victoria final.

El heroísmo de Prat nos lleva a la recurrente pregunta de si un héroe nace o se hace. Aventuro que el héroe que brilla en el combate usualmente ha sido antes un héroe venciéndose a sí mismo, ya que "nadie da lo que no tiene". En el caso de Prat, supo superar las tinieblas de la soledad y las tormentas internas que a todos nos aquejan. Así lo reflejan las cartas a su esposa, Carmela, cuando estando lejos del hogar debió enfrentar una grave enfermedad de su hija, la que finalmente falleció; o los recurrentes problemas económicos, pues con su escaso sueldo debía apoyar a su familia materna. Esta capacidad para sobrellevar las contrariedades se logra solo en el ejercicio de las hoy tan olvidadas virtudes cardinales: la templanza, la fortaleza, la justicia y la prudencia.

Por sobre aquellas humanas virtudes, la fuerza interior de Prat se sustentaba en su elevado sentido de trascendencia y sus profundas convicciones sobre la vida y su destino final. Enfrentaba la adversidad inspirándose en las palabras de San Pablo a los Romanos: "Dios dispone todas las cosas para el bien de los que le aman" (Rm 8,28). Quizás allí radica la entereza de ánimo que lo impulsaba a ser coherente entre el pensar, el decir y el actuar.

Sí, Prat fue primero héroe en la paz por su coherencia de vida, y ese es el heroísmo que hoy necesitamos: heroísmo para vencernos a nosotros mismos y enfrentar con decisión los desafíos que nos impone del entorno. Los tiempos que vivimos, donde pareciera que todos nuestros valores y principios están siendo trastocados, claman por modelos de vida consecuentes con sus convicciones y su fe, como lo fue Prat.